Burn down

Después

Golpeé fuertemente su cabeza, estaba enojado; furioso, ¿cómo se atrevía mentirme?

– Voy a preguntar una vez más, ¿le diste información sobre nosotros a alguien externo?

– N-n-n-n-o se-e-eño-o-o-r...

– Entonces, ¿dices que ellos se enteraron por iluminación divida?

– Tal ve-z-z mis e-e-mpl-e-eados-s.

– Te traicionaron.

– S-s-siiii

– Ahh, ¿no deberías de hacerte cargo tu de su traición de todos modos?- comenté y el miedo en sus ojos aumento.

– Se-e-e-e-ñor por-r-r fa-vo-or déjeme-e vivir-r-r, mis h-i-i-j-o-o-s-s-s.

– ¿Tienes familia?

– S-s-s-i-i d-o-s-s h-i-i-j-o-o-s-s.

– Arm comprueba los datos – mierda le dije a Kinn que no quería involucrarme con gente que tuviese familia. –Verificaré los datos, si me estás mintiendo te mataré – le advertí viéndolo directamente a los ojos.

– Tiene dos hijos pequeños, uno de 10 y otro de 2 años- explicó mientras me daba la tableta con información de esta persona.

– ¿Tus hijos están aquí?- pregunté y le hice palidecer.

– A mis-s-s h-i-i-j-o-o-s-s-s noooo.

– Ellos no pagarán tus errores estúpido, quiero saber si están aquí por su seguridad- advertí pero sus ojos no mostraban más que miedo.

– Pol revisa la casa, Arm suéltalo con cuerdas resistentes, se irá con nosotros, hablaré con Kinn al teléfono- ordené y salí de la habitación.

...

– Te dije que no quería meterme con familias.

– Él no tiene una.

– Tiene dos hijos pequeños Kinn, DOS, no voy a hacer esto, lo llevaré a casa para que tú te encargues de todo.

– Bien tráelo rápido, mi hermano te está esperando.

– Dile que no llegaré a casa hoy, puede irse.

– Habla con él, a estado diciendo que lo has evitado demasiado.

– No tengo ganas de verlo, que se vaya, debo irme Kinn – recalque y colgué el teléfono.

– Lleven al señor a casa- ordené a Arm- ¿Pol aún no baja?

– No, está buscando aún.

– ¿Los niños tienen más familia? _pregunté a el señor que estaba en el piso – Contesta rápido.

– N-n-n-o

– Lleven a los niños a casa también, dejen al tipo en la celda, a los niños denles una habitación o llevenlos a la de Khun- le ordené a Arm y susurré cerca de él- No dejen de vigilarlos.

– Está bien, ¿no irás a casa?

– No, Kim sigue ahí.

– Bien, deberías ir con alguien.

– Detesto que me sigan, él siempre me encuentra cuando voy con ustedes.

– Los niños están arriba, van a bajar, lleva al tipo al auto para que no lo vean así- dijo Pol bajando las escaleras.

– Cuídenlos.

– ¿Te irás de nuevo?

– Sí pero llegaré mañana, comeré con mamá.