You're my Soulmate

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Hacía algunas horas que la selección mexicana ya había aterrizando en Qatar, pero no fue hasta hace unos minutos que recién habían llegado al hotel donde se hospedarian junto a otras selecciones, entre ellas la que más les causaba emoción era la de Argentina, era un buen equipo con una buena defensa y los mexicanos lo reconocían.

Memo, ya llegamos.. -le hablaba cierto chico de rizos no tan notorios cómo su acompañante- ¡Memo! -volvió a insistir, más al no recibir respuesta del rizado, optó por gritarle- ¡GUILLERMO! -gritó está vez sacudiendo a el guardameta-

¡Ay, wey! -dijo agitado mientras que con una mano se quitaba sus audífonos, la otra se la llevaba al pecho- No me grites así Andrés, casi me da un infarto, cabrón -exclamó dramáticamente mientras se levantaba de su asiento siguiendo a Guardado- ¿A dónde vas? ¡No camines tan rápido Andresito!, espérame que necesito primero buscar una coca para el susto que me acabas de hacer pasar.

Tú y tus cosas -contesto sin gracia- susto el que me llevé yo al ver qué ya casi nos regresaba al aeropuerto el chófer, y todo porque tú siempre andas con esos audífonos tuyos, te vas a quedar sordo un día de estos -decía mientras caminaba a paso lento hasta la entrada del hotel seguido del moreno-

Está bien mami, ya no lo voy a hacer -contesto burlesco el portero, recibiendo a cambio un "zape" por parte de su amigo- Perdón, perdón, es que suenas como mi jefa cuando dices eso -una risilla escapó de su boca-

Agradezco a Dios no tener un hijo tan dramático y desobediente como tú, y compadezco a tú madre -esta vez, el zape fue dado por Ochoa, dando fin a esa "discusión"-

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Ya dentro del lobby se divisaban varios futbolistas de distintas selecciones, la mayoría ya estaba hospedado y solo estaban ahí para saludar a los recién llegados, otros por su parte estaban descansando en sus habitaciones, a excepción de los mexicanos que recién se estaban registrando en la recepción.

El ambiente estaba tranquilo, grupos por aquí, grupos por allá, Ochoa observarba estrellas como el guardameta de la selección Argentina, el famoso "Dibu" estaba frente a sus ojos, sin duda más tarde le pediría una foto y algunos consejos, de portero a portero no debería de haber secretos pensó para sí mismo.

Memo, ¿compartimos habitación? -preguntó Guardado, más que por dudas lo hacía por educación, sabía que Ochoa no tenía ningún problema con compartir habitación con él, pero nunca estaba de más preguntar-

Hasta la pregunta ofende, ya sabes que sí wey -exclamo el rizado, a su vez Guardado le entregaba una copia de la llave de su habitación-

Por aquí mi Memo -le hizo una seña para que el rizado lo siguiera- Los de la recepción ya se encargaron de subir nuestras maletas, así que nada más debemos subir -presionó el botón del elevador, para posteriormente entrar seguido del más alto-

Wey, pinche viaje, me duele la cola de estar sentado tantas horas -se quejó el rizado, mientras se estiraba- la neta solo quiero llegar y tirarme en la cama.

Ahora tiene sentido, de tantas horas sentado se te escondieron las nalgas -Guillermo ante este comentario le soltó un codazo-

Pendejo -dijo sólo haciendo reír al centrocampista-

El elevador subió hasta el piso indicado, abrió sus puertas para que posteriormente salieran de ellas ambos hombres.

Mientras caminaban por el pasillo del hotel buscando su habitación podían ver a sus compañeros y amigos, la mayoría de la selección mexicana había sido hospedado en el mismo piso que ellos, cosa que agradecían, sin duda sería más cómodo y "tranquilo" así.

Ambos jugadores, abrieron con cuidado la puerta de su habitación e ingresaron, estaba muy bien arreglada y sobretodo bastante acogedora. Contaba con dos camas matrimoniales, unas mesitas de noche al lado de cada cama, un televisor, un baño, un sofá cama y un escritorio bastante amplio.

Los mexicanos no eran muy exigentes en cuanto a las cosas que tenía la habitación, al contrario con que la cama estuviera cómoda y el baño impecable, con eso se daban por bien servidos, después de todo la mayoría del tiempo se la pasarían jugando o entrenando en la cancha, ni tiempo tendrían para disfrutar de las comodidades que les brindaba el hotel Qatarí.

Ochoa dejó sus cosas a los pies de la cama y se tiró a está, Andrés sólo lo miró para posteriormente sentarse en la otra cama.

¿Cansado Memo? -solo recibió un quejido del más alto- Anda, ven -estiró sus brazos en señal de que se dirigiera hacía él, cosa que Ochoa no dudó en hacer, sin duda amaba recibir muestras de afecto de parte de sus amigos, pero con Andrés era diferente, era más especial, le tenía un cariño diferente, no como pareja, ya que Ochoa sabía que Andrés nunca sentiría algo así por él, además de que dentro de sus planes no estaba el enamorarse de su mejor amigo-

Guardado rodeo a Ochoa en sus brazos mientras que con delicadeza enrredaba los rizos del chico en sus dedos, amaba hacer eso y sin duda a el rizado le gustaba que lo mimaran así.

No pasó mucho para que Guillermo se quedará dormido en el regazo de Andrés, por lo cuál éste de manera delicada lo dejó recostado en su cama, mientras acomodoba los rizos que tapaban su linda cara, sin duda alguna amaba esos bellos rizos.

Y bueno, no debías ser bastante observador para notar la tensión que existía entre esos dos tórtolos, bueno a menos que te llamarás Guillermo Ochoa.

Ay pinche Memo...si tan sólo supieras...-suspiró pesadamente, tal vez nunca se atrevería a confesar los sentimientos que sentía su corazón, quizás fuera mejor que dejará marchitar todo lo que sentía, reprimirlo y guardarlo hasta que la llama de su amor se apagará, todo por el miedo al rechazo, ese horrible sentimiento con el cuál no podría vivir y más sí venía de la persona que amaba; Guillermo, su Memo- Necesito ir con él Chucky por unas cosas Memo, no tardó ¿sí? -dejó un suave beso en la frente del adormilado chico, el cuál sólo asintió sin siquiera abrir los ojos, cosa que Andrés agradeció-

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La tentación me ganó y me terminé uniendo al mame. Bueno, en realidad ya me había unido desde el mundial, pero recién me anime a publicar esto, lol.

Espero y les guste está pequeña historia, trataré de que sea lo más agradable posible de leer, y que no contenga muchas faltas ortográficas, pero de cualquier manera cualquier idea/sugerencia/crítica constructiva es bien recibida :)

-Arcanciel