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A paso lento y con cuidado de no hacer ruido salió de su habitación para dirigirse a la de Lozano, la cuál para su sorpresa no quedaba nada lejos de la suya.

Eso sí, tuvo que tocar varias puertas preguntando por la habitación en la cuál se estaba quedando Hirving, todo gracias a que había olvidado su celular en su habitación.

Al estar frente a la habitación de su compañero mexicano, tocó la puerta.
No pasó mucho tiempo, para que Lozano abriera, encontrándose a un nervioso Guardado.

Hirving...¿podemos hablar? -se notaba ansioso, sus manos temblaban ligeramente y su mirada denotaba nerviosismo-

¿Andrés, wey, qué pasó? Anda pásate, nos tomamos una cerveza y me pláticas que ocurrió -Guardado lo miró un tanto confuso, ¿Cómo es qué tan rápido ya habían infiltrado alcohol en el hotel? No tenía ni idea, usualmente no solía emborracharse nada más por qué sí, pero está vez era diferente, necesitaba un respiro y tal vez con un poco de alcohol dentro de su cuerpo le animaría a hablar sobre sus sentimientos-

El mexicano vió un sofá en la habitación de su compañero y se sentó, no tardó mucho en estar acompañado de a quien apodaban cómo "Chucky".

Ten compadre -Lozano le ofreció una lata de cerveza, no era la típica "Corona" mexicana, pero daba igual, alcohol era alcohol y sí eso le daría la valentía de hablar, bebería lo que fuera necesario-

Gracias Chucky...-dobló la corcholata y dió un largo trago, el líquido ardió un poco en su garganta, pero de inmediato esa sensación desapareció y solo quedó un amargo pero a la vez satisfactorio sabor-

Y... wey ¿sobre qué querías hablar?
-destapó su lata y bebió un trago del amargo líquido-

Un incómodo silencio se presentó, Andrés sólo miraba la lata que yacía en su mano mientras que comenzaba a estrujarla. El menor al observar esto se preocupó, nunca lo había visto así como ese instante, tan ansioso.

Guardado suspiró, y de un jalón se bebió lo restante de su lata.

Es sobre Memo...-Hirving se quedó estático, ¿Qué le pasaba a Guillermo cómo para que Andrés se encontrará así? Algo andaba muy mal-

Ah chinga, ¿qué le pasó a él Memo? -su tono de voz cambió a uno completamente diferente, ahora también estaba preocupado por el rizado, recién habían llegado a Qatar, ¿Acaso le había sentado mal el viaje? ¿Estaría enfermo y él muy cabrón no le quiso decir a nadie? Muchas preguntas se formaron en su cabeza, preguntas que necesitaban ser aclaradas ya mismo-

No...no le pasó nada...¿sabes qué? No es importante, sólo creo que tanto él como yo estamos nerviosos por el partido contra Polonia, es todo -mintió, al final no estaba listo para abrirse a hablar de sus sentimientos, tal vez sólo estaba exagerando todo, o quizás sólo necesitaba descansar para que así su cabeza dejara de sobre pensar las cosas-

Ay cabrón, casi me da algo, te juro que pensé que él Memo estaba enfermo o algo -contesto de manera más tranquila, y bebió más de su lata- No te preocupes wey, como dijo el Chicha, imaginemos cosas chingonas -y abrazo a su amigo por lo hombros, en el fondo Guardado agradeció eso, sin duda lo necesitaba, sentir la calidez de su amigo lo reconfortaba de cierta forma-

Sí...no sabes como echo de menos a Javier, sin duda el cabrón sabe cómo animar al equipo -correspondió el abrazo de Lozano- Gracias wey, sin duda necesitaba hablar con alguien.

Para eso estamos compadre -al escuchar esto, Guardado sonrió-

Gracias por todo mi Chucky, ya me tengo que ir, no vaya ser que el Memo me ande buscando -se levantó del sillón para dirigirse a la puerta de la habitación- Nos vemos mañana en el restaurante del hotel para desayunar.

Simón wey, pero se me levantan temprano tú y él Memo, ya saben que a mí luego me da coraje si no desayuno a mis horas -contesto haciendo que Guardado solamente asistiera cómo respuesta, sin duda le tenía cierto "respeto" por eso mismo, ver a él menor enojado por no comer, no era muy agradable que digamos-

Andrés salió de la habitación de Lozano, no fue la plática por la que iba a hablar con él mexicano pero tampoco iba a negar que no se sentía mejor, más liviano de cierta manera.

Tal vez, sólo necesitaba aclararse él mismo y ya, pero, ¿cómo haría eso sí ni siquiera él sabía lo que realmente sentía por él guardameta? Sí, era cierto que le atraía físicamente, es decir, es Memo Ochoa, ¿a quién en su sano juicio no le atraía el portero?

Le parecía guapo, sí, también simpático, y bueno su relación de amistad era única pero al mismo tiempo complicaba más las cosas, después de todo Guardado no estaba dispuesto a perder esa relación de años solo por sus extraños sentimientos qué ni siquiera él sabía exactamente que eran.

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No caminó demasiado cuando ya se encontraba enfrente a su habitación que compartiría con Guillermo durante toda su estancia en Qatar.

Sin más, buscó la llave en sus bolsillos y la paso por la cerradura abriéndola al instante, de inmediato entró y cerró la puerta tratando de no hacer mucho ruido puesto que imaginaba que el rizado seguiría durmiendo, cosa que al ver las camas vacías comprobó que no era cierto. No iba a negar que le preocupaba un poco él paradero de su amigo, pero a la vez agradecía el llegar y encontrarse solo.

No iba a dejar que su mente hiciera de las suyas, necesitaba refrescarse un poco y tal vez tomar una siesta, ¿dormiría en vez de afrontar sus problemas? sí, sin duda eso lo haría sentir mejor.

Sin más se dispuso a entrar al baño no contando con que se encontraría al portero justo ahí, en paños menores.

¡Ay cabrón! -exclamó Guillermo mientras se mal colocaba la toalla cubriendo sus genitales- ¡No mames Andrés! ¿qué no te enseñaron a tocar la puerta wey? -se notaba nervioso, al mismo tiempo que un ligero color rojizo adornaba sus mejillas-

Guardado por el contrario, apenas y asimilaba lo que estaba pasando, ver a Ochoa en esa situación, sólo confirmaba lo que tenía, estaba perdidamente enamorado de su amigo.

Pinche Andrés, ¿qué tanto me ves cabrón? -apenas y podía hablar, se notaba nervioso y a su vez desviaba la mirada, evitando hacer contacto con la de aquel otro mexicano-

Y-yo...no mames Memo, ¿apoco todo eso esconde el pinche uniforme de portero? -Guardado inmediatamente se llevó las manos a la boca, definitivamente había pensado en voz alta-

Acto seguido Guillermo le cerró la puerta del baño en la cara.

Andrés quería morirse de la vergüenza que sentía, igual lo que podía agradecer era no haberlo albureado ahí mismo, sin duda se hubiera visto muy pendejo.





































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Ajam, ando con muchas ideas respecto a este ff pero tengo que organizar mi cabeza antes que todo, igual acá hay otro cap jiji 😼

Disfruten <3

You're my Soulmate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora