Por fin llegó el día, estoy tan nerviosa que no sé ni lo que hago ni lo que pienso, llevo toda la mañana dando vueltas y revoloteando de mi habitación al baño como las miles de mariposas que tengo en el estomago, no he podido ni tomar un café por miedo a que según entre salga. Sigo delante del espejo comprobando por enésima vez si el pelo esta bien y no hay ningún mechón rebelde fuera de su sitio, he cambiado ya tres veces de lápiz de labios para volver al primero que me puse, me miro en el espejo de cuerpo entero para observarme otra vez que el conjunto elegido sea el correcto, el adecuado y no estoy segura de que la elección sea la correcta, pero ya no me cambio mas de ropa prefiero ir cómoda para sentirme mas segura, no creo que vaya a deslumbrar a nadie... ¿o si? La verdad es que me veo bien, que demonios, me veo muy bien, no necesito ni rubor en las mejillas, desde que me levante estoy sonrojada, son los nervios y el punto de timidez que le ha dado ahora por aparecer, no tenia otro momento. Una última mirada mas al espejo y...estoy perfecta.
Allá voy...
El móvil no deja de pitar y de vibrar es como si estuviera conectado a una corriente eléctrica, tiene tanto movimiento que en cualquier momento va a echar humo, me pregunto si debería de apagarlo, al menos al no oírlo yo conseguiría aplacar los nervios que todavía me acechan y que creo que van a seguir haciéndolo sin descanso.
Asunto: Profesor
" Probablemente esta es la última carta que te escribo, no soy cobarde, no pienses eso nunca, soy muchas cosas pero cobarde no es una de ellas, estuve allí, te vi, te estuve observando con detenimiento, con cautela, me deleite mirándote, vi como te movías nervioso de un lado para otro, mirando tu reloj, consultando tu móvil, amparada entre la gente, desde un hueco que encontré desde el que yo podía contemplarte y tu no podías verme y me tome mi tiempo para fijarme en ti que dicho sea de paso te imagine guapo pero al natural eres mucho mas que guapo, estabas encantador con tu camisa azul y vaquero beige, eres muchísimo mas atractivo de lo que yo me podía llegar a imaginar y te digo de antemano que imaginación tengo mucha. Me estabas esperando con impaciencia incluso diría que había ya un velo de preocupación en tu mirada y eso todavía te hacía mas irresistible, por cierto tienes unos ojos preciosos, bonita mirada...y entonces pensé ahí esta y esta por mi, solo por mi pero el destino a veces nos juega malas pasadas y en su profunda ironía te dice ahí lo tienes, el hombre perfecto para ti, ¿Creías que no existía? Pues existe y es él, tu alma gemela, tu complementario, pero no es tuyo, no te pertenece, puedes tocarlo con la punta de los dedos pero si intentas agarrarlo se desvanecerá por que no es para ti y todos esos sentimientos escritos entre los dos se agolpan y me presionan el pecho y las lágrimas se sitúan en la línea de salida preparadas para el pistoletazo, pero no me puedo permitir el llorar por que no estaría bien, debería de estar feliz, existes y mi vida ahora debería de ser mejor sabiendo que existe la persona perfecta para mi y esta en este mundo. He tenido que hacer un esfuerzo titánico para no acercarme y hablarte pero sabía que si hacía eso, si empezaba ya no sería capaz de parar y no se si eso sería justo para ambos, para mi por que no podría estar contigo cuando quisiera y a ti te pasaría igual con el agravante de que tendrías que mentir o inventar excusas para poder vernos. Sé ahora que todo lo que te escribía lo sentía de verdad y con tal intensidad que marea y no se por que sé de igual modo que todo lo que tu me has escrito también es real e intenso, imagina nos podríamos ver solo una vez, solo una vez, un café y después no volver a vernos, crees que podría ser así? Ya te digo yo que no, estoy totalmente segura que después de esa primera vez querríamos la segunda y después la tercera y así hasta que nuestro enganche fuera total y no pudiéramos estar sin vernos, sin estar el uno sin el otro y eso al final nos haría daño a nosotros y probablemente a los que nos rodean, una vez que empezáramos ya no podríamos parar y no querríamos parar así que no pienses que no me atreví y fui cobarde, todo lo contrario fui valiente por los dos pero no dudes en ningún momento que mis sentimientos por ti no fueron reales, mi corazón latirá siempre un poco por ti y mi pensamiento siempre volará hacia ti, allá donde estés, quien sabe quizá algún día... ese mismo destino caprichoso puede que en algún momento haga que nos volvamos a encontrar y ese será entonces nuestro momento, si algo te pertenece vuelve a ti por tiempo que pase solo tenemos que saber esperar.
PD: No dejaré de enviarte siempre miles de besos suaves, dulces y cálidos para que te acompañen en tus sueños...no dejes nunca de sentirlos"
Sin enviar...