𝑀𝑖 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑜 𝑦 𝑡𝑢́ 𝑠𝑢𝑒𝑛̃𝑜

capitulo cuatro

Los meses pasaban, poco a poco dejaron de ir muchos amigos y familiares a ver al joven en coma dejando que al cabo de 7 meses solo fueran su madre, su hermana, sus dos tíos, Lucas y muy de vez en cuando hiban algunas amigas, su padre ya no iba. Pero había algo que nadie sabía, Martin los escuchaba, él escuchaba a todo quien fuera y se moría por despertar y mas aun cuando escuchaba a su querido Lucas, quería hacerle saber que estaba allí que lo escuchaba cuando le platicaba del colegio o de nuevas temporadas de sus series favoritas, pero lo único que había conseguido en esos meses había sido sonreir y la Doctora decía que era una reacción muscular pero eso no indicaba si iba a despertar pronto o no.

En esa semana de octubre llegó Lucas con dos sorpresas a la habitación, las dos sorpresas eran sus hermanos menores, los gemelos un par de niños del mismo padre que Lucas pero distinta madre, los dos niños de la edad de 9 años, cuando entraron lucas les hizo una seña para que se mantuvieran en silencio y al entrar dijo:

-Hola guapo, ¿cómo estás? te ves bien- comentó sonriendo y sentándose en la cabecera de la camilla y haciéndole señas a sus hermanitos para que entraran, Lucas tomó la mano del joven como siempre y expuso:

-adivina qué... te traje una sorpresa, espero que te guste- dijo y miró a los gemelos que se subieron a la camilla y abrazaron al joven inconsciente, el par dijeron casi al mismo tiempo:

¡¡TIÓ MAR!!- gritaron emocionados y riendo, provocando que lucas los regañe:

¿que les dije de gritar? estamos en el hospital no en un potrero comportense, ya sueltenlo que lo van a lastimar-los reprendió, los menores guardaron silencio y bajaron de la cama, uno de ellos, el más bajito por dos centímetros, de sonrisa traviesa y rulos en el cabello, llamado dylan comentó:

-el tió mar se ve muy bien, nunca lo habia visto bien dormido, siempre que lo vemos dormido estas tu tapandolo- dicho esto Lucas se miró de reojo a la ventana sonrojado, los niños se pusieron a conversar de cosas al azar a Martin, mientras Lucas lo miraba, el mayor empezó a tararear una cancion y saco un libro junto a sus lápices para soltar la mano de Martin y comenzó a dibujar un paisaje . Sus hermanos reían y le explicaban detalladamente lo que estaban haciendo a Martin, mientras eso pasaba entraron dos enfermerxs un chico y una chica, la señorita comentó:

-buenas tardes, hemos venido a mover de posición al joven Martin, compermiso- dicho esto fue junto al otro joven y alejando a los niños, le quitaron las mantas a Martin y entre los dos le cambiaron la posición con mucho cuidado, dejando al joven de lado y le acomodaron las manos, para volver a cubrirlo y dejar algunas cosas en la mesita de noche, después con una cordial despedida se fueron y los niños volvieron a sus actividades, minutos después uno de ellos el más alto de los gemelos llamado Matías, pero este con una expresión preocupada comentó:

-el otro dia escuche hablar a lucas por teléfono con tu mamá tio mar, tu mamá parecía triste, no comprendí lo que decían pero lucas se puso a llorar... él está triste, por favor despierta pronto tio mar, Luquitas quiere estar contigo, dijo que querían ir a acampar con nosotros y la maite, ya po tio despierte pronto, yo y el dylan queremos hablar y jugar contigo denuevo, por favor tío, déjanos jugar contigo de nuevo- murmuró el niño y se puso a sollozar siendo abrazado por los dos jóvenes que estaban en la habitación, Lucas después de unos minutos logró calmar a Matias y Dylan. Una hora después lucas acompañó al pequeño Matías a la cafetería, dejando a Dylan con Martin, el niño estaba sentado aun lado de la camilla y utilizando el celular de Lucas, mientras veía algunos vídeos de los youtubers que les gustaba ver con Martín se recargo en la cama y miró al joven y susurro:

-¿Por qué no despiertas? Quiero escuchar tus comentarios cuando vemos a auronplay- comentó y suspiro volviendo a mirar al celular, cuando estaba cambiando de video sintió una mano sobre su cabeza, cuando miro de quién pertenecía la mano ilusionado y pensando «¡martín despertó, él está despierto, es su mano!», se fijó que no era la mano de Martin quien acarició su cabeza si no de un enfermero, algo que hizo que sus ilusiones bajarán y con mala cara miro al enfermero que dijo: