Lost in your world - Gavi & Pedri

Capitulo 2

Pablo finalmente se estaba metiendo en el ritmo de las cosas con su equipo, finalmente comenzaban a ganar juegos. Sus compañeros por fin sabían por dónde la iba a pasar Pablo, por fin las cosas iban mejorando. Y en realidad estaban comenzando a dar una buena pelea cuando se enfrentaron a los Sub-21. En lugar de la paliza habitual que recibían, había comenzado a convertirse en un juego más cerrado. Su partido de práctica más reciente había terminado en una derrota por 3-1 en comparación con las derrotas por 5-0 y 6-1 que habían tenido anteriormente. Pablo les había marcado el único gol, pero definitivamente no fue su mejor trabajo. Le había ganado bien al defensor, pero en realidad falló su tiro. Sin embargo, a Pablo no le importó, ya que sus compañeros lo derribaron al terreno de juego. No ganaron el juego, pero se sintieron mucho más cerca de la victoria que nunca.

Una vez que el entrenador hizo sonar el silbato para señalar el final del partido, Pablo chocó los cinco con sus propios compañeros y sus oponentes. Hizo sus rondas, recibiendo muchos elogios de los niños mayores, algunos de ellos bromeando que Pablo debería tocar para ellos en algún momento. El chico más joven se rió, sus mejillas sonrojadas por el elogio.

Estaba en medio de una conversación con uno de los jugadores Sub-21 cuando Pedro se le acercó.

"Wow, ¿no me vas a felicitar por mi juego?" el chico mayor habló con un puchero falso en sus labios.

Pablo puso los ojos en blanco, "Iba a ir contigo después, lo juro".

"Mhm". Pedro se limitó a sonreírle antes de entablar conversación con su propio compañero de equipo, cuyo nombre Pablo no recordaba. Pensó que era Eric o algo así, pero honestamente no tenía ni idea. Se sentía incómodo para él, no sabía si debía irse y dejar hablar a los niños mayores. Afortunadamente, (¿Eric?) el otro chico se despidió de Pablo y Pedro y se dirigió hacia el casillero.

Pedro fue el primero en hablar: "¡Tocaste muy bien, Pablinho! Me hizo trabajar el doble para tratar de seguirte el ritmo, lo juro. ¡Eres demasiado rápido!

El chico más joven se sonrojó de un rojo brillante. Recibir elogios del mejor jugador del equipo mayor no era algo que hubiera esperado, especialmente hoy. Claro, él y Pedro eran amigos en estos días, pero aún así, el halago de su habilidad lo hizo ponerse rojo. Ni siquiera protestó por el apodo que Pedro le había puesto, solo se lo agradeció tímidamente.

Regresaron juntos a los casilleros, Pablo escuchaba a Pedro divagar sobre cómo sus compañeros mediocampistas no parecían conocer su posición. Continuaron haciendo las carreras equivocadas en los espacios equivocados, y luego se enojaban con Pedro por no pasar el balon. Pablo lo comprendía ; había tenido ese problema muchas veces, incluso ahora. Parecía que nunca podría hacer una buena conexión con los compañeros de equipo que jugaban en su triángulo. Le dio a Pedro su propia opinión, compartiendo su frustración.

"¡Exactamente!" Pedro estuvo de acuerdo: "Es como si hicieran todas las carreras excepto la correcta. Como, ¿por qué haría un pase cuadrado cuando hay una brecha entre sus dos centrocampistas de contención?

Pablo asintió, "Sí, como este chico Serg, en mi equipo, él hace tantas buenas carreras, pero siempre están mal sincronizadas, así que se enoja conmigo, por no jugar como él quiere. Pero, en el momento en que hace la carrera, la zona ya está muy cerrada".

"Apuesto a que no respondes muy bien cuando te gritan"

El chico más joven solo resopló. No era un secreto entre los equipos más jóvenes del Barça que tenía mal genio. De hecho, era conocido por ello en su equipo. Pablo no podía evitarlo, se enfadaba tanto y se frustraba tanto que se rompía. A veces era algo bueno, pero por lo general terminaba con una tarjeta amarilla por volar hacia una mala entrada. Esto a menudo resultaba en que el entrenador le gritara, y él simplemente se enojab por el resto de la mitad o hasta que inevitablemente lo reemplazaran. "No puedo evitarlo", comenzó, "El entrenador dice que tengo la cabeza caliente".