Heeseung y Sunoo son mejores amigos, sin embargo, actúan como pareja sin siquiera notarlo.
INICIO: 21/12/22
FIN: 01/02/23
✧ Heeseung: Top | Sunoo: Bttm
✧ soft, romance, comfort, fluff y waff.
✧ capítulos cortos.
✧ Créditos y agradecimientos tota...
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"Sunnie, no..."
"Hyung... Debo irme..."
Era sábado, y Sunoo estaba luchando por que Heeseung le dejara salir.
Su mejor amigo había llegado a su casa para ayudarle a vestirse, maquillarse, y entre otras cosas para ir con un amigo al parque de diversiones, pero ahora que Jaebeom le había avisado que estaba por llegar, Heeseung no le quería dejar ir.
"¡Hyung!" se quejó el menor, cruzando sus bracitos y haciendo un adorable puchero. "¡Hyung! ¡Hyung! ¡Hyung! ¡Hyung!"exigía a que lo dejase salir cerrando sus ojitos, moviéndose en círculos sobre su lugar y golpeando el suelo con sus piecitos.
Sí, estaba haciendo un berrinche justo como Heeseung también lo estaba haciendo.
"¡Pero..."
"¡Heeseung!" llamó con firmeza, sorprendiendo al mayor, quien abultó su labio inferior y se hizo a un lado de la puerta para dejarle salir. Sunoo se dio cuenta de ello y abrió su boquita en sorpresa.
Con el arrepentimiento en cada extremidad, se acercó a Heeseung levantando la mirada a medida que se acercaba un poquito más, puesto que la diferencia de altura era bastante. "Lo siento, Hee." murmuró, envolviendo con sus bracitos el cuerpo del mayor.
"¡Pero en mi defensa..." se separó del azabache, este lo miró con un puchero instalado en sus abultados labios, como si estuviese siendo regañado "te di un besito para que me dejaras!" exclamó, sus mejillas coloreándose de un tierno rojito.
"Lo sé... Lo siento, Sun" lamentó, acercando el cuerpo contrario con un poco de vergüenza hacia sí mismo, envolviéndole en un abrazo cuando este se dejó guiar. "Es que... estoy celosito." confesó, escondiendo su rostro en el suave cabello de su menor.
"¿Por qué, Hee?" preguntó, abrazando con más fuerza el cuerpo esbelto de su mejor amigo.
"Sunnie," llamó "¿él te gusta" preguntó con un deje de tristeza. "Jaebeom."
Sunoo inclinó su cabeza hacia atrás, aún sin separarse del abrazo. Heeseung le miró.
"No, Hee" negó con la cabeza. "No te pongas celosito, yo soy de Hee" asintió, de acuerdo con sus propias palabras.
"¿Solo de Hee, bebé?"
"Solo de Hee" afirmó con un asentimiento marcado.
Heeseung sonrió, dejando un besito en la frente de su mejor amigo, haciendo que este por inercia cerrase sus párpados.
La puerta sonó, indicando que Jaebeom había llegado.
Ya que los dos se encontraban al lado de la puerta, Sunoo se movió solo unos pasitos y abrió la misma, encontrándose definitivamente con un castaño oscuro de sonrisa resplandeciente.
"Hola, Sunnie, ¿ya estás lis...to? Oh, hola, Heeseung."saludó y sonrió amigablemente cuando el nombrado apareció.
"Hola, um, sí, ya estoy listo" asintió el pequeño, sonriéndole.
Heeseung simplemente sonrió a labios sellados, moviendo su mano en forma de saludo.
"Bien, entonces, ¿nos vamos?" palmeó sus propias manos, entusiasmado.
Sunoo iba a asentir, pero la voz del azabache detrás suyo lo calló. Heeseung iba a quedarse en su casa hasta que Sunoo llegara.
La madre y el padre del peligris habían ido a una cita, aprovechando que su hijo también saldría.
"Ah, esperen... Sunoo." Heeseung llamó en un susurro, haciéndose a un lado de la puerta, causando que así Jaebeom ya no pudiese verlo.
Jaló de Sunoo con poca fuerza hacia él. El castaño oscuro fuera de la casa frunció el ceño, más se dedicó a esperar.
"Adiós bebé, que te vaya bien, diviértete mucho y quédate al lado de Jaebeom, no vayas a perderte como la otra vez ¿está bien?" preguntó, acariciando la mejilla del menor con adoración.
"Sí, Hee." asintió con una hermosa sonrisa.
"Bien, te quiero mucho y nos vemos más tarde." despidió, dejando un casto beso en los labios de Sunoo, haciendo a este sonrojarse al instante.
Heeseung sonrió con ternura. Sunoo era adorable incluso cuando no quería serlo. Sin poder evitarlo, abrazó con mucha fuerza al menor, al punto en el que Sunoo dejó de tocar el suelo con sus piecitos.
Ambos se separaron. Sunoo se despidió con un movimiento de manos que el azabache le copió, y posteriormente salió de la casa, con un Jaebeom preguntándole el por qué estaba tan rojito.
Mientras, dentro de la casa, Heeseung sonreía como un tonto enamorado, por supuesto.
Se quedaría ahí hasta que Sunoo regresara. Esperaría por la persona que más ama en el mundo y luego le daría muchos abracitos y besitos.