¿Destino o Casualidad?

El principio

Que una chica camine por las calles de la ciudad, es muy peligroso. Es como entrar a la jaula de los leones. Pero hay veces que los leones no están hambrientos, entonces no te intentan comer.

A mi me encanta caminar sola por la calles, aunque me esté metiendo a la jaula de los leones. Es tan injusto el querer salir a tomar un poco de aire y no saber si vas a volver a tu casa. Pero como no puedo vivir con el permanente miedo de saber si algo malo me va a pasar, salgo igual, como toda una rebelde. Obviamente soy una persona, y como persona siento miedo, así que siempre que salgo le mando mi ubicación a alguien. Esta vez se la mandé a Vera, mi amiga y compañera de piso.

Si podría, la ubicación se la hubiera pasado a Michael -mi novio-, pero no me apetecía mucho la verdad. Hace unas horas estaba estudiando en mi piso, hasta que Michale llego.
Nos conocemos desde los cinco años, sus padres son muy amigos de los míos, además de ser socios, claro. Siempre fuimos amigos hasta que cumplimos los quince años -si, cumplimos el mismo dia-  cuando Michael me contó que estaba enamorado de mí. A mi en ese momento no me gustaba, por más bueno que estuviese, solo lo veía como mi mejor amigo.

Pero igual le dije que si, que sería su novia.
A ver, quién no sería la novia de su mejor amigo que está súper bueno y la trata genial, como los chicos superlindos de la pelis, o los protagonistas de los libros? Bueno yo si. Ahora llevamos cinco años de novios. Los cumplimos ayer, el 15 de febrero.
Nuestra relación va bastante bien. Igual que siempre diría yo, pero hoy hace unas horas todo cambio.

-Hola Vi- di un respingo por el susto.

Me di la vuelta para mirarlo. Llevaba unos jeans negros  y un buzo que e quedaba abzurdamene gigante, que si hubiese sido en otro momento, me hubiera reído.

-Que haces aquí? Me asustaste - dije sin esperar que sonara  las palabras salieran tan bruscas. Cuando estudio me concentro tanto que si me molestan me pongo de mal humor.

-Perdón, gruñona. Te quería dar una sorpresa -dijo abrazándome.

Su perfume importado me envolvió. Sus abrazos se sentían tan familiarmente cálidos, que eran relajantes, y podía pasar toda la tarde en ellos.

-Estoy estudiando y te lo dije. Tengo un parcial super importante - dije desemboviendo sus brazos de mi cuerpo, recordando la gran desdicha de un parcial.

Estudiar arquitectura no es para muchos, hoy estudio, mañana hago una maqueta.

-Tengo una propuesta - dijo como si comentara que gano la lotería. se giro  para luego dejarse caer en mi cama.

La luz del atardecer le pegaba de lleno, desde el mini balcón de mi cuarto. Su color moreno y sus ojos verdes esmeralda resaltaban. Por no hablar de su pelo de brilloso con rulos.

-Sorprendeme- dije cruzandome de brazos mientras me paraba al frente de el.

-No es nada sugerente señorita- se rió burlón.

-No tonto. Piensas que tengo ganas de que sea algo sugerente? Tengo un parcial y una maqueta que hacer- dije con toda la sinceridad del mundo y hasta casi frustrada.

El se quedo en silencio y yo me tire con las manos  en la cara a su lado 

-Y tu gran sorpresa de que trata?

-Mis padres me compraron un departamento- dijo feliz.

-Que terrible sorpresa- dije sin más, sacándome  las manos de la cara para poder verlo. Al mirarlo vi que su exprecion gritaba, me siento ofendido,.