NADINE [TERMINADA]

4: Veamos netflix

Siempre he escuchado que ser hijo único es triste y solitario, sin embargo, no estoy de acuerdo. En mi caso, amo ser hija única. La atención de mis padres siempre es para mí, soy el centro de su mundo y se siente increíble. Son excelentes padres, el cariño nunca me falta, se podría decir que toda mi vida he sido una mimada. Cariño y dinero son algo de lo que nunca he carecido. Mi padre es un agente reconocido en su área, a lo largo de sus años de carrera ha trabajado con organizaciones grandes, ha trabajado para la CIA y sospecho que sigue teniendo lazos con ellos. Mi padre viene de una familia de abogados con mucho prestigio en el país. Mientras que mi madre es una artista plástica con alta demanda, es una excelente artista, pero su reconocimiento, al igual que mi padre, mi madre es de una familia de artistas prestigiosos y alta demanda.

En pocas palabras, nací en una cuna de oro.

No les voy a mentir, sí, mis padres están ocupados y con su agenda llena, sin embargo, dicha agenda no estaba lo suficientemente llena cuando se trata de mí. Sus ratos y días libres eran dedicados completamente a mí. Justo como ahora, mamá se había abierto un espacio en su agenda para pasar el tiempo conmigo, ha decidido que este domingo sería "domingo de explotar la tarjeta". Cuando se trataba de despilfarrar dinero, mi madre es una experta y no me quejo.

—Creo que será el rojo —Decide mi madre. Su mano derecha sostiene un vestido rojo y la izquierda un vestido negro de infarto. Llevábamos alrededor de diez minutos decidiendo cuál de los dos debíamos elegir. Yo le sugerí que comprara ambos vestidos, teniendo en cuenta que mamá tiende a arrepentirse cuando no compra una prenda. Si escoge el rojo, más tarde querrá el negro —Paguemos antes de que me arrepienta, y comamos algo, ¿no tienes hambre?

Llevábamos toda la mañana de compras. Mamá estaba muy feliz, ya que había logrado vender una de sus obras a un alto precio. Me había arrastrado al centro comercial a comprar ropa, zapatos, perfumes, maquillaje y más ropa. Con la cantidad de ropa que habíamos comprado, era posible renovar la mitad de nuestro guardarropa. Estoy cansada.

—¿Podemos llevar comida a casa, mamá? Me duelen los pies.

—Claro, cariño —Me toma de la mano y salimos de ahí.

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La ropa apenas cabía en mi armario, necesito sacar ropa que ya no uso. El solo pensamiento me entristeció. Soy una persona que se apega mucho a sus cosas, aunque ya no las use, me cuesta bastante deshacerme de ellas, justo como mucha de la ropa que tenía.

Mis ojos se clavan en el uniforme que usé en Corea. Los recuerdos comienzan a llegar como ráfaga.

"Los perdedores con los perdedores", "Sal de mi vista, me das asco", "¿Por qué no saltas?"

El tono de mi celular me saca del pasado y me trae de vuelta al presente.

—¿Hola? —contesto una vez que lo alcanzo desde mi cama, no me tomo la molestia de verificar el número.

—Hola —Mis cejas se elevan de sorpresa. Esa es la bonita voz de Demian —. ¿Nadine?

—Oh, sí, sí —digo apresuradamente, decir que estoy sorprendida es poco —. ¿Llamas para decir que me amas, ¿no es así?

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al visualizarlo rodando los ojos y sonrojándose al mismo tiempo, es la reacción que tiende a hacer cada vez que hago un comentario como ese.

—Podría amarte —susurra, de acuerdo, ahora soy yo la que se sonrojó. Suspiro.

—Si quiero casarme contigo, Demian, no quiero hijos, probablemente gatos y perros, pero...

—Nadine, necesito tu ayuda —Eso no me lo esperaba. Respondí con un "uhm" invitándolo a seguir hablando —¿Recuerdas lo que Clara dijo ayer?

—¿Qué parte? Clara habla mucho, deberías aprender algo de tu hermana menor, Demian. Ser más hablador no te hará daño, ya sa...