2.

1.2K 137 23
                                    

La peor parte de la experiencia que acaba de vivir definitivamente tiene que ser caminar de regreso al aula a su lado.

La sonrisa de satisfacción por haber logrado provocar a Baji le duró poco. Ahora se encontraba inquieto, incómodo y sonrojado.

¿Qué se suponía que iba a decirle después?

¿Podría volver a hablar con él de manera normal?

Chifuyu francamente no cree que exista normalidad a partir de ahora y eso le preocupa. ¿Por qué tenía que haber sido tan tonto?

Pero, ¿qué se suponía que debía hacer? ¿Rechazarlo?

No se imaginaba capaz de decirle que lo que estaban haciendo era incorrecto y dejarlo ahí en el baño. ¡Eso hubiese sido peor que dejarse llevar!

"Ah, maldita sea... para empezar no debí de haber ido al baño detrás de él".

Resopló.

Todo era culpa del estúpido de Ryusei... Lo peor de todo era tener que soportar su estúpida cara saludándolos apenas ingresaron al aula. El mayor lucía completamente sereno pero él... él era un manojo de nervios; seguramente Ryusei no tardaría en armar sus conjeturas.

—¡Matsuno-kun! ¿Dónde estabas? —Preguntó una de sus compañeras. —¡Luces tan lindo! Tienes que atender a las chicas de segundo... no han parado de preguntar por ti.

Para su fortuna, la chica lo tomó del brazo alejándolo de Baji. Al menos se distraerá en otros asuntos por un buen rato antes de tener que volver a hablar con él, pero era consciente de que no podría huir para siempre.

Por otro lado, Keisuke no dejaba de prestarle atención. Lo observaba de pies a cabeza y se mordía el labio inferior mientras pensaba en lo que acababa de ocurrir. Si antes Chifuyu le había parecido lindo... verlo sonrojado y con la vergüenza al límite lo atraía más.

Estaba claro que tenía una charla pendiente con él... Porque simplemente las cosas no se podían quedar así entre ambos; Keisuke quería más y sabía que no sería difícil obtenerlo.

Definitivamente tendría que resolver aquello más tarde...

—Ya volví. —Le indicó a su compañero estirando la mano para que este le devolviera la libreta donde anotaba los pedidos.

El otro chico lo miró de mala gana. Había tardado más de lo que había dicho pero no tenía el valor para reprocharle.

Baji se dirigió sin prestar atención a una de las mesas que recién se había ocupado.

—Buenos días, bienvenida al cosplay-café de la clase 1-3. Soy Keisuke Baji, ¿en qué te puedo servir? —Recitó de la manera más cordial que pudo, tratando de no enloquecer...

—¡Vaya, parece que te estás comportando a la altura Keisuke! —Exclamó su clienta.

—¿¡Eh, mamá!? ¿Qué coño haces aquí?

—¡No digas malas palabras, niño grosero! —Lo regañó. Y por si fuera poco, se atrevió a añadir un zape. —Vine a verte, ¿qué más?

—No deberías de estar aquí. —Susurró tratando de persuadirla para que se fuese pronto.

—¿Crees que soy la única madre de familia en el festival? No seas ingenuo Keisuke... tráeme un café o te reporto con tu senpai.

El chico rodó ambos ojos con fastidio. Sabía perfectamente qué tipo de bebida prefería su madre así que no tuvo que preguntar más y se fue directo a ordenarla. Bastaron un par de minutos para que estuviese de regreso.

Falda Corta. [Bajifuyu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora