seis

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Por lo que Hyunjin le contó en la mañana del sábado, Kim Seungmin estuvo en su casa el viernes en la noche para pedirle que revisen las cámaras de seguridad del aula.

Como si de una escena del crimen se tratara.

—No sé, se veía muy seguro con que él no fue —Le decía a un Jeongin a punto de acabarse las uñas por morderlas tanto.

Bien, su situación era difícil. Si lograban ver las imágenes, él sería hallado por completo culpable, además de mentiroso.

Así que eso no sucedería, no mientras él pueda impedirlo.

—¿Cámaras? Qué exagerado es Seungmin, podría admitir su culpa y dejar el tema en paz.

Hyunjin lo miró ladino, estaban caminando hacia la sala de profesores, uno más apurado que el otro, para hablar con el profesor Choi.

—Pero no perdemos nada al pedir los videos, Jeongin.

Utilizó su nombre, uy, algo le habrá dicho Kim para que su tono también cambie.

—Hyung, me parece una pérdida de tiempo —Se paró en frente para detenerlo—. ¿Si mejor aprovechamos esta hora y vamos a... ya sabes?

Tenía que agotar todas sus posibilidades de distracción.

—No demoraré en hablar con el señor Choi —Se hizo a un lado y siguió caminando.

Jeongin se estaba desesperando y cruzó el límite de su actuación al sujetarlo de la muñeca y quedarse en blanco, sin una excusa. Sus ojos se abrieron al ver la confusión en el rostro de su novio.

—¿Qué pasa, amor? Estás demasiado raro, como si no quisieras que hable con el profesor.

—¡Es que tengo ganas de ir al baño! —Linda imaginación.

—Pero ve en lo que yo hablo con-

—Acompáñame, hyung.

Puso es carita a la que sabe el mayor nunca se niega. Hyunjin aceptó, pero tenía algo en mente.

Precisamente, el viernes, Seungmin le contó cómo sentía cierta bronca por parte de Jeongin y que él era el único que se quedó cerca a Beanie antes del ataque de las aves. Un tanto descuidado irse del salón, sí, pero Kim está muy seguro de que él no dejó la maceta en la ventana y mucho menos con esta abierta.

Y por la actitud fuera de lo común de su novio ahora y cómo impide a todo lugar que hable con el señor Choi, Hyunjin ya está dudando.

Acompañó a Jeongin hasta el baño, y cuando vio que este entró, se disparó corriendo hacia la sala de profesores.

—¡Hyunjin, espera! —Reaccionó algo tarde y lo siguió a una ligera distancia.

El correteo se terminó cuando Hyunjin llegó, pero esperó afuera porque el maestro estaba ocupado hablando con un pelinegro. Reconoció al chico como su compañero, además de la pequeña maceta que cargaba, similar a los que tienen todos en su clase.

Al llegar Jeongin, este no midió su velocidad y cuando intentó frenar su correr, ya estaba dentro del lugar, con su profesor y el otro chico mirándolo.

—¡Es él! Intenté contactarme, pero no me respondió a ningún mensaje —Lo señaló el pelinegro.

Ante la mirada intimidante de su profesor, Jeongin recordó al chico como su compañero de la semana pasada y mismo con quien debe cuidar a su planta... la cual olvidó, o quizás no le importó.

—Mira, justo llegas como si te hubiera invocado —intentó bromear su profesor—. Lee Heeseung me comenta que no has mostrado interés por cuidar de la Phaseolus vulgaris encargada, ¿alguna razón, señor Yang Jeongin?

Miró a la puerta, donde su novio lo veía con algo de comprensión. Hyunjin sintió que fue él quien lo llevó a esa situación, así que ingresó para justificar a su novio.

—Jeongin ha estado delicado de salud, señor Choi, soy testigo de ello.

Los otros tres presentes se sorprendieron. El mayor le creyó por ser Hyunjin quien lo dice, uno de sus mejores alumnos.

—¿Estás mejor, Jeongin? De todos modos, debiste avisarle a tu compañero Lee para que lleguen a un acuerdo.

Miró al pelinegro.

—Está bien, si es por esos motivos todavía hay opción de cuidar la planta juntos —dijo comprensivo Heeseung.

Jeongin volvió a sentir el aire entrarle a los pulmones.

—Y señor Choi, disculpe, pero qué probabilidad hay de cambiar de ejemplar —consultó su novio, olvidando el tema de las cámaras de seguridad—, lo que pasa es que mi Phaseolus vulgaris fue comida por aves cuando estaba a cargo de mi compañero.

—¿Tu pareja de laboratorio no es Kim Seungmin?

—Sí, señor Choi.

Ese nombre... Pero no estaba en situación para quejarse.

—Me mandó un par de correos ayer, y te diré lo mismo que a él, no se preocupen, estaré dando oportunidad a todo el salón para arreglar problemas de responsabilidad. No son los únicos con esos inconvenientes, muchachos.

Los tres menores asintieron y agradecieron la comprensión.

Al salir, debían dirigirse ya a su clase y la costumbre era que Jeongin camine de la mano con su novio, pero su tranquilidad se volvió a interrumpir cuando Hyunjin se apartó y con un pesado suspiro le dijo—: Lo mejor es que hablemos el lunes, por favor, no quiero herirte por estar molesto.

Y sin más, avanzó más rápido.

Tal vez su nota se vio salvada, pero Hyunjin no era tonto para atar los cabos y darse cuenta de la culpabilidad de Jeongin.

Solo quería tiempo para calmarse y entender por qué le mintió a la cara. Al menos sabía que Kim Seungmin también estaba envuelto en el problema. Por el momento, no le importaba que fuera una tonta pelea entre ellos dos, pero el hecho de que su novio hiciera algo con intención de perjudicarlos, era demasiado.

Por otro lado, Jeongin entendió que esta vez fue muy lejos y las ganas de llorar se las tuvo que esconder al entrar a su aula.

Por otro lado, Jeongin entendió que esta vez fue muy lejos y las ganas de llorar se las tuvo que esconder al entrar a su aula

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𝙈𝙞 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙜, 𝙣𝙤 𝙩𝙪𝙮𝙤 • 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧↯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora