Capitulo 2 - Voz De Mando

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—¿Qué haces tú aquí?— pregunto el cierto pelinegro.

—Vine a buscar a mi hermano ¿Qué hay de ti? ¿Qué haces aquí? Uchiha 

Deidara yacía de brazos cruzados observando al alfa en frente suyo, por segunda vez en el día se veía acorralado por este sujeto, aunque ahora el tema es que el mayor lo había salvado de ahogarse en medio de una protesta.

—¿Sabés? No me importa saberlo, ahora apártate. — Posó sus manos sobre el pecho del alfa dispuesto a empujarlo —Si me disculpas, mi hermano me necesita

El alfa se hizo a un lado, Deidara era un omega obstinado que no le gustaba sentirse dominado o recibir órdenes, tampoco estar acorralado, no le gustaba pensar que era dependiente de alguien y menos que era alguien inútil. Si el podía ayudar a su familia lo haría, y por esos motivos para Itachi era tan hipócrita, cómo es que un omega con esas referencias podía apoyar una candidatura como la de Minato.

— Como digas, lamento haberte ayudado. —Habló con tono sarcasmo.

—También lamento que lo hayas hecho, no quiero que me involucren contigo.

Ambos comenzaron a caminar, Deidara a paso apresurado, mientras que Itachi iba tranquilo pensando que llamaría la atención si se atrevía a dar las zancadas que Deidara pegaba al suelo.

—¿¡Podrías dejar de seguirme!?

El omega se apresuró aún más tratando de dejar al alfa atrás, finalmente se detuvo cuando tuvo que revisar una vez más la dirección entregada por su hermano. En serio, se preguntaba en qué clase de problema se había metido.

Viró su cabeza a un costado y suspiró cansado al ver nuevamente a Itachi a un costado suyo.

—Creo que vamos a la misma dirección joven Namikaze— Con una sonrisa burlona comenzó a avanzar dejando al omega atrás, Deidara apresuró sus pasos.

—¿enserio? Pensé que me estabas siguiendo por que te gustaba.

—quizás— observó al omega y se rió al ver como se sonrojaba levemente. —es broma, a quién le podría gustar alguien tan terco y cerrado como tú.

El omega sintió el rechazo sobre su lobo, se mordió el labio tragandose la anterior humillación y alzó el rostro como si no lo hubieran derrotado.

—Es aquí.

Frente a los dos jóvenes había una casa con pancartas de derecho a la libertad y el amor, claramente de la protesta. Deidara se apresuró en llamar a Naruto, aunque lo mandaba a buzón de voz; negó con la cabeza ya cansado de toda esa situación.

Se dirigió a la entrada del lugar y tocó la puerta, se escuchó mucho ruido desde dentro, finalmente salió a abrirles una chica de cabello rosa quien lucía nerviosa.

—Buenas tardes ¿Qué se le ofrece?

Deidara la observó con desdén, hizo a un lado a la chica y se adentró al lugar, la desconocida iba a decir algo al respecto, pero se detuvo al ver a cierto alfa.

—Itachi ¿vienes con él?

El mayor asintió, Deidara volteó dejando su pasó al oírlos.

—Esto... ¿se conocen?

Ahora era el alfa quien avanzó dejandolos a ambos atrás, observó al omega y sólo respondió un "es amiga de Sasuke".

Deidara no entendía nada.

La chica encendió la luz del lugar, habían varios jóvenes dentro, muchos con la cara pintada, polera y banderas de la diversidad, sin duda, venían de la marcha.

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