¿A donde nacen las estrellas mas Brillantes?

Capitulo 1-Una mañana lluviosa

Las palabras estan llenas de falsedad o de Arte, pero la mirada es el verdadero lenguaje del Corazón.

-William shakespeare

14/06/2020

Hoy fue sin duda alguna uno de esos días lluviosos dónde puedes sentir como el cielo llora. No hay razón ni motivo. Pero tú sabes con certeza que el cielo llora y se cubre todo de una inmensa tristeza.
Era aún muy temprano cuando desperté esta mañana. Y me vi obligado a caminar hasta la parada de autobuses después de mucho tiempo sin hacerlo. Fue sin duda alguna la primera vez de muchas veces en las que note tu ausencia.
El trayecto se convirtió en una agonía infinita, todo el lugar estuvo rodeado por gente y aunque eso era así, mi cabeza solo podía escuchar voces y sonidos como si estos estuviesen a una gran distancia de mí.
Me quedé parado en medio de toda la multitud en completo silencio, esperando a que mis pies pudieran por un instante volver a tocar la tierra. Hasta que escuche tu voz.

-Hola. ¿A dónde nos dirigimos hoy?

Mi reacción fue claramente muy diferente a la que yo esperaba. Solté el paraguas que sostenia con mi mano, giré mi cabeza de golpe, buscándote a los alrededores, mis ojos escanearon el lugar por completo y no pude encontrar rastro de ti.
Camine un poco más y pude observar desde la distancia como llegaban los autobuses hasta la estación. Nunca pensé que fuera real esa sensación de poder observar a alguien entre la multitud hasta que me sucedió. Por un corto periodo, el tiempo se detuvo ante mis ojos y puede verte entre tanta gente, sentí como tus ojos me observaban desde la distancia mientras caminaba hacia ti tratando de acercarme, corrí para poder alcanzarte y sin duda alguna no pude conseguirlo. Te esfumaste ante mis ojos en un instante como si todo lo que había pasado en ese momento fuera un completo sueño.
Y ahí me encontraba yo. Solo bajo la lluvia, en una estación de autobuses, con mi mente, en cualquier otro lugar menos en el que me encontraba, empapado, sintiendo cada gota que caía sobre mi rostro, me sentía solo y vacío. Hasta que lo comprendí me hacías falta tú.

Tu ausencia sin duda alguna me dejó en ruinas. Y como Roma, alguna vez no hubo nada que hacer para salvarme.