Read Me || Chanlix

XII

La canoa pareció un juego de niños comparado con las demás atracciones que escogió Felix.

Bangchan sentía que sus órganos internos estaban en desorden total. Pero valía la pena, lo valía porque podía ver a Yongbok feliz.

—¿Qué tal si antes de irnos subimos a la rueda de carrusel? —preguntó Chris, tratando de regular su respiración, aún no se recuperaba.

Felix hizo un suave puchero, la atracción iba muy lento, y era aburrido. Pero la idea de por fin poder plasmar todo lo que sintió en su libreta de escritura lo animaron un poco.

—Vamos —Bang asintió y se dirigieron a la rueda.

Esperaron un poco en la fila, hasta que porfin se subieron a la pequeña cabina. Felix no espero más y empezó a escribir todo lo que sintió con sumo detalle olvidando la presencia de Chan.
Bang por otro lado, estaba nervioso, ya había olvidado su plan. ¿Primero era besarlo y después hablar? O ¿era primero hablar, poner tensión, besarlo y tener incomodidad? ¡No lo recordaba!

—Mira Felix, la ciudad se ve... —giró a verlo. Suspiró decepcionado al ver que escribía con rapidez y parsimonia—. Hermosa... —terminó por murmurar.

Chan se cansaría de eso. Él no lo querría aceptar, pero así sería, parecía que Felix sólo tenía ojos para su escritura, libros y mundos llenos de fantasía. Ya se estaba hartando, y a pesar de que se había prometido conquistarlo a toda costa, parecía imposible.
Cada que pensaba haberlo logrado, llegaba con su desinterés, cambiando el tema a libros, entre otras evasiones. Lo entendía, tal vez no tenían otro tema de conversación, pero era tedioso a cierto punto.

—Felix... —le habló—. ¿Felix podrías...? —el nombrado estaba metido en sus cosas—, ¡Felix ya deja eso! —le arrebató la libreta y solo así Lee por fin le puso atención, sin embargo estaba enojado.

—¿Qué te pasa?

—¿Qué me pasa? —preguntó Bang con ironía—, ¿Qué te pasa a ti? Me acabas de ignorar, de hecho me has ignorado los últimos 10 minutos —señaló—. Y seguramente fue solo porque está vez escogí algo que no era de tu agrado ¿no? Y como no te gusta, metes tus narices en la lectura ¡Deja eso ya! —Chris se estaba desahogando. No acabaría bien—, ¡Deja de vivir las aventuras de alguien más, deja de enamorarte de gente que no existe, por favor vive tu propia aventura, experimenta tu propia historia de amor! —Chan estaba enojado, por alguna razón que aún no tenía claro.

El juego ya había terminado, sin más, se levantó, le dejó la libreta a Felix, y antes de salir lo miró decidido.

—Pero tendrás que hacerla con alguien más, porque yo ya no estoy dispuesto a seguir con esto —salió de la cabina y se dirigió a su casa, con intención de refugiarse en los brazos de su hermana.

Lee se había quedado petrificado, sin saber qué hacer. En un impulso, salió de la atracción en busca del castaño, pero no le encontró. Rendido, llamó a Hyunjin, para que le llevara a casa.