Una estudiante de la Academia de la Verdadera Cruz como cualquier otra. Hay algo oculto en ella, algo extraño que no tiene nada que ver con que sea una aprendiz de Exorcismo, ni con su estrafalario aspecto, ni con que uno de sus ojos no esté a la...
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Atendiendo a la hora acordada para la próxima misión, los Exwire se reunieron nuevamente durante la noche en lo que esperaban las nuevas instrucciones en Mepphyland junto a una gran estatua del ilustre director de la Academia. Todos estaban allí presentes, o al menos casi todos.
—La misión de hoy es el segundo de los siete misterios "La estatua de Johan Fausto cobra vida por la noche"—indicó Yukio, quien parecía estar esforzándose por mantenerse concentrado en dar las instrucciones —. Se trata de un demonio de bajo nivel que posee la estatua, esto deberia ser muy facil para los exorcistas asi que vamos a terminar esto pronto, de esta manera podremos movernos hacia la "tranvía desierta", discutamos una estrategia ahora mismo.
—No he hecho nada nuevo hasta el momento —declaró Suguro en lo que se mostraba decidido—. ¡Esta vez vamos a tener un gran trabajo en equipo! ¡no quiero perder contra las chicas!
—Desde el momento en el que dijiste eso ya has abandonado el trabajo en equipo—objetó Izumo.
—¡Me refería a la determinación!
—Si estas mirando esto como un reto seria lo mismo.
—¡¿Qué pasa contigo?! —se exasperó Bon—. ¡¿Qué es lo que quieres de mí?!
—Estas siendo molesto, quiero que te calles—respondió la de cabello morado con simpleza.
—¡Tú...!
—Bon...estas empeorando las cosas... —intentó apaciguarlo Konekomaru.
—Hombre, olvidé que esos dos son archienemigos—suspiró Shima.
—Oigan ¿y Kaede? —preguntó Rin reparando a todos lados pero sin que hubiesen señales de la muchacha.
—Es verdad ¿por qué no está aquí? —reparó Bon igualmente extrañado—. No es de las que llegan tarde precisamente.
—Nuestra estimada Kaede -chan parece que esta un poco indispuesta—informó Shima encogiéndose de hombros con lástima —. Me mandó a decirles que vendrá luego.
—¿Y por qué es que lo sabías? —cuestionó Rin alzando una ceja.
—Venga, ella y yo somos amigos.
Esta vez Bon fue el extrañado—. ¿Desde cuando?
—¡¿Por qué se les hace tan raro?!
—¿Y todavía lo preguntas?—intervino Izumo.
—¡Oye ¿a qué viene eso?!
Es demasiado inusual que Kaede no esté pero ¿yo podría serle de ayuda si esta en problemas?, se preguntó Yukio de pronto muy ofuscado para poder tener alguna idea razonable pues a duras penas podía permanecer impasible en frentre de los Exwire cuando su mente estaba más allá de la realidad.
