VIAJES INESPERADOS

no más viajes para mi

Estoy en mi habitación, Dios ya estoy cansada de estar viajando y no tener una estadía en un solo lugar.

Por qué mis padres se empeñan todo el tiempo en viajar y no se quedan quietos en un solo sitio.

Me llamo Camila samuels pero mis padres me dicen cam, aunque los amo demasiado ya no quiero seguir viajando más

Me quedé sumida en mis pensamientos, que no me había percatado que estaban golpeando la puerta de mi habitación.

- Cam, ya estás lista hija? Me pregunta mi madre.

- Ya les dije que no me iré con ustedes mamá, por favor no insistas- le digo desde mi cama.

Sandra samuels es mi madre, le decimos Sandy. Al principio solo éramos ella y yo, solo las dos. Ya que mi padre nos abandono cuando yo tenía 3 años de edad.

Por lo que con el paso de los años, mi madre conoció a Luis Piterson, un hombre increíble, desde que conoció a mamá han estado juntos, y siempre me tienen en cuenta para todo, y con el se empezó esto de los viajes.

Mi madre entro a la habitación junto con Luis, y se sentaron en mi cama en silencio.

- Hija, yo sé que esto es duro para ti, pero no puedes quedarte aqui sola- me dijo mi madre, yo solo rodé los ojos y la mire fijamente a los ojos.

-por que no eh? Por qué no simplemente dejas que yo me defienda sola mamá, sabes que puedo hacerlo- le digo, suspiro y sigo- entiendo que estés preocupada y un poco asustada, pero ya es hora que yo sea feliz por mi propia cuenta. Los amo mucho y eso no lo va a cambiar nada- le dije sonriendo.

- En mi opinión, la niña tiene razón, ya está grande cielo, ella es muy inteligente, nos ha demostrado que puede defenderse por si sola, obtendrá nuestra ayuda toda la que necesites, mientras nosotros debemos dejar que ella enfrente la vida por ella misma, debemos confiar en ella, se que puede. Igual no es que vayamos a perder la comunicación entre nosotros, verdad cariño? Me preguntó Luis a lo que yo negué.

El prácticamente me ha criado con mi madre, y me ama como si fuera su hija, yo también lo amo como el padre que nunca tuve.

- Gracias papá, ves mamá? Luis si me entiende, se que no es fácil, la hemos pasado toda la vida juntas, y el que yo me quiera quedar no es fácil para ninguno. Pero ya es hora que yo empiece con mis estudios y empiece con mi nueva vida- le digo tomando sus manos con una mano y con mi otra mano le acaricio la mejilla- trabajaré para conseguir mis propias cosas, ustedes se pueden llevar todo- les sonrió a los dos.

-Hija, yo te ayudaré en todos tus estudios de la universidad, te apoyaré siempre que pueda y que tú necesites, se que no soy tu padre de sangre pero te amo como si lo fueras, me has dado una de las alegrías más grande que no pude tener nunca- me dijo Luis con una sonrisa orgullosa

Nos abrazamos los tres juntos, luego de eso les ayude a empacar para salir al aeropuerto. Pero antes de que eso sucediera Luis me miró y me sonrió para luego decirme.

- Hija, quiero que cierres tus ojos y extiendas tus manos, cuando yo te entregué lo que te voy a dar, óyeme bien no vas a abrir los ojos todavía, los vas a mantener cerrados hasta cuando yo te avise, me entiendes? Me pregunta Luis, a lo que yo asiento y cierro los ojos y extiendo las manos.

Luis me las puso en las manos, y por lo que pude sentir eran unas llaves pero por qué? Que llaves son?

Confundida, me llevo caminando hasta la salida con mucho cuidado de no tropezarme con nada y enseñarme lo que sea que me vaya a mostrar.

Cuando ya estábamos afuera se me acercó por detrás y me abrazó, y me susurro en el oido.

- Ya puedes abrir los ojos hija, espero te guste lo que ves, te mereces esto y mucho más,- me dijo Luis después de depositar un beso en mi cabeza, mientras mi madre nos miraba con una sonrisa amplia