Presa

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Podía olerlos, estaban tan cerca...demasiado cerca.

Su cuerpo ardía por las ganas de atraparlos y matarlos.

Le habían tenido encerrado, impidiendo que su verdadero ser se liberara, y ahora que ya no se sentía enfermo podría deshacerse de ellos.

Empezaría por Bruce, él lo había estado inyectando con esa cosa que lo ponía enfermo.

Y luego iría a por Clint, ese tipo estaba cerco mientras lo torturaban.

Iba a matar a ambos y devorarlos lentamente, disfrutaría tanto haciéndoles daño, iban a sufrir incluso mas de lo que él estaba sufriendo.

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Cuando las alarmas se dispararon, supimos que había llegado la hora.

Strange tenia listo un portal para evacuarnos en caso de emergencia, pero intentaríamos detener a Steve antes de tener que tomar medidas extremas.

Peter y Strange van a detenerlo, mientras Bruce lo vuelve a sedar, me pidió no acercarme a el aun, tiene miedo de que Steve pueda intentar hacerme algo.

Al parecer, en la mente de Steve yo estoy muerto, algo dentro de él se rompió cuando terminamos.

Me cuesta mucho pensar en ese día, Steve ya estaba vuelto loco cuando llego a la torre, gritaba y estoy seguro que podría haberme golpeado con lo enojado que estaba.

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-te lo pido Steve, tienes que detener a Sharon-

-ella solo es mi amiga, es sobrina de Peggy-

-eres el único que piensa así Steve, es mas que obvio que está enamorada de ti-

-BASTA TONY, estoy harto-Steve me tomo por los hombros, lo cual dolió bastante- todo el tiempo me dices que debo alejarme de ella, que ella solo quiere llegar a mi cama, que ella es mala, que es una zorra, esto harto-

-suéltame Steve-dije empujándolo, si el estaba harto yo estaba mil veces más harto.

-me canse Tony, si no puedes confiar en mí no deberíamos seguir con esta relación-

-pues no puedo confiar en ella, y ahora veo que tampoco puedo confiar en que tu le pongas un límite-

-BIEN TERMINAMOS...-grito en mi cara, y si eso no fuera suficiente, la idiota de Sharon estaba afuera del edificio, y en cuanto el salió ella lo abrazo y beso.

Sabía que no podía ser feliz, pero jamás espere que ese alfa idiota pudiera engañarme justo frente a nuestro hogar y nuestra manada.

Steve me dejo por ella, me dejo roto y enfermo.

Simplemente no le importo que yo lo amara, la prefirió a ella sobre mí.

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Al fin Steve había salido de ese edificio, he estado esperando la oportunidad de volver a verlo.

Ese alfa tiene que ser mío, ahora que Tony debe estar más que muerto, ningún omega sobrevive al rechazo de un alfa, y el mensaje de Steve besándome frente a su sucia torre, debe ser mensaje suficiente de que Steve solo me ama a mí.

Lamentablemente mi alfa se sintió mal después de besarme, dijo que se sentía muy enfermo y que algo malo le estaba pasando.

Le sugerí ver a Bruce, y desde hace semanas que no lo veo.

No responde llamas, mensajes y nadie me deja ingresar a la Torre.

Se que Natasha está detrás de esto, esa imbécil me odia, seguramente me tiene envidia. Es una lastima que no pueda dañarla, ella tiene la protección de Fury, así que tuve que aguantar mis ganas de golpearla.

Pero ahora que me informaron que Steve apareció, no voy a perderlo, voy a seguirlo y hacerlo mío.

Quizás solo sea una beta, pero hare que hoy mismo me marque como suya.

Steve no va a escapar más de mí.

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La feroz criatura actuaba precavida, miraba a su alrededor buscando el rastro de su presa.

Bruce estaba en el edificio, podía sentirlo cerca, y también cientos de olores que le provocaban mas enojo, eran alfas, había otros alfas en este territorio.

Pero también había algo más.

Un aroma suave y atractivo, que le calmaba y llenaba de una sensación de calidez.

Lo cual le enojaba más.

Conocía esa sensación, estaba seguro que alguna vez había vivido con ella, pero también sabia que algo se la había arrebatado.

Algo le había quitado esa felicidad.

Y eso le enfurecía.

Deseaba matar a quien le quito su felicidad y lo hundió en la tristeza y la ira.

-capitán... ¿puede escucharme? -

Un chico joven con un traje rojo y azul apareció colgando desde un árbol, le miraba fijamente y se notaba que estaba a la defensiva.

Un joven omega, al menos así lo percibía.

No había marca, aunque su aroma era la combinación de muchos, quizás su manada, no familiar, era una manda política.

Gruño al joven, una única advertencia, antes de atacar el árbol, usando su cuerpo lo golpeo haciéndolo añico de golpe.

El omega salto a otro árbol, un movimiento rápido y sencillo, que le dejo algo aturdido verle moverse.

-tiene que calmarse capitán-dijo con una voz tranquila, como si tratara de usar su voz omega para controlar los instintos de la criatura.

Pero no funciono, el ex capitán se sacudió y luego gruño aún más enojado, lanzándose contra el nuevo árbol, tratando de atrapar al omega, recibiendo una red en uno de sus brazos.

Se quito de golpe la red, y volvió a tratar de atrapar al omega, quien comenzó a saltar de árbol en árbol, lanzando algunas redes para tratar de detener al capitán.

Lamentablemente el hombre araña resbalo al recibir la sacudida de un árbol, y cuando el capitán estaba por destrozarlo, una enorme criatura verde se lanzo sobre el capitán, apresándolo contra el suelo.

Steve rugió feliz, había llegado la presa a la que había estado siguiendo, vino directo a el y como buen cazador no dejaría que se le escapara con vida.

Sabes lo que le pasa a un alfa cuando pierde a su omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora