Uzumaki IV

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Él ya había vivido en cierta forma lo que iba a pasar, sus recuerdos de hace unos meses atrás seguían frescos y como tal, cuando Naruko lo tiro a la cama sintió un deja vú, lo que lo llevo a sujetar las manos de la chica y que fuera ella la cual quedará recostada en la cama, de alguna forma que él no vio, ella había logrado desabrochar su chaqueta y dejar a su vista parte de sus pechos, despertando su perversión, por lo que dejándose llevar por lo que sentía, él coloco una mano sobre uno de los senos de la Uzumaki, la cual dejo escapar un gemido que hizo que él volviera a sus sentidos por un instante haciendo que su chakra viajara desde los dedos su mano libre creando una matriz de sellado.

- ¿No quieres que nadie más me escuche? - ella pregunto con una sonrisa llena de ganas de continuar.

-No, quiero ser solo yo quien te escuche - él respondió con un poco de seriedad, haciendo que un repentino sonrojo coloreara las mejillas de la chica.

- ¿Entonces qué esperas? - ella cuestionó envolviendo sus brazos alrededor del cuello del chico, haciendo que este se acercará para besarla.

El beso se detuvo cuando ella tuvo que soltar un gemido luego de que uno de sus pezones fuera peñizcado y halado por el chico, el cual aprovecho para probar una vez más los senos de la Uzumaki, esta se estremeció de placer cuando sintió la lengua de Naruto girar alrededor de su otro pezón al tiempo que parecía chuparlo, haciendo que se excitará más, fue en ese momento que soltó otro gemido todavía más placentero, pues dos dedos del rubio se encontraban masajeando su vagina y sin que pudiera evitarlo, se vino por primera vez, su respiración siendo agitada y descontrolada, cosa que pareció emocionar más a Naruto, el cual dejo de pensar con toda la lógica que pudiera tener.

-Más - Naruko murmuro haciendo que él la mirará - dámelo.

Con sus pupilas pareciendo corazones antes los ojos del Uzumaki mayor, este no pudo evitar caer ante la tentación, por lo que no pudo evitar que fuera ella la que de repente tomará el control, con su espalda tocando la cama, él solo vio como Naruko desabrochaba el cierre de su pantalón, sorprendiéndose por segunda ante el tamaño de algo que ya había visto y, a pesar de eso, dio un rápido beso que hizo que el chico se estremeciera, en sí los dos seguían siendo inexpertos, pero no evito que ella fuera creativa al respecto.

Dando rápidas lamidas, ella hizo que él pareciera temblar por el placer, el sabor en cierto modo le gusto, por lo que no dudando más, metió el miembro del chico en su boca, haciendo que este soltará un gruñido lleno de placer, entonces ella decidió improvisar algo más, su lengua pareció envolver el miembro del chico, lo que para su sorpresa provocó que el chico sujetará su cabeza mientras un líquido ingresaba en su boca y ella comenzará a tragar, haciendo que sonriera con una diversión cargada de placer justo después de terminar.

-Parece que te gusto - ella dijo mientras se sentaba sobre su cintura, moviendo su propia cintura, provocando que él volviera a excitarse - ¿Quieres más?

-Te voy a dar más - él dijo moviendo un poco su cadera logrando insertar su miembro en la chica.

Sorprendida, ella no pudo evitar soltar un fuerte gemido al tiempo que volvía a correrse, de algún modo el chico solo con meterlo era capaz de hacerla llegar al climax, no supo si era por las razones que conocía o si en realidad era porque de alguna él quedaba a la perfección para ella, no pudo seguir pensando en ello pues una repentina embestida hizo que ella soltará otro gemido que de no ser por el sello de silencio que Naruto puso, todos en el edificio se habrían dado cuenta de lo que hacían.

-Sigue... ahh... siendo... ah... demasiado.

Apenas pudiendo hablar por el placer que sentía, ella termino dejando que el rubio se encargará del movimiento, provocando que ella pareciera estar dando varios sentones, con sus pechos rebotando de una forma bastante seductora para el Uzumaki mayor, el cual movió sus manos hacia estos, agarrándolos y masajeándolos, haciendo que Naruko no pudiera parar de gemir, solo para no mucho después sentir como algo más entraba en su cuerpo, en una zona que ni siquiera el miembro del chico alcanzaba más allá de la entrada.

Solo un UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora