ミ ❐ ❛𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄❜

5.4K 536 182
                                    



͡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

͡ . 🥀 ୭·࣭࣪̇˖. ᥫ᭡

⿻𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀፧

❛ 𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄 ❜

ଘ𓏲﹒ॱ˖ ﹆ᡴꪫ

ଘ𓏲﹒ॱ˖ ﹆ᡴꪫ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Si dijera que toda mi vida es una mierda, estaría mintiendo.

Tengo recuerdos buenos, recuerdos que me hacen añorar regresar a una época donde todo era perfecto.

O al menos para mí lo era, porque mi mamá nunca se conformó con nuestra vida.

A los cinco años perdí el único rayo de luz que tenía en mi vida.

Mi padre murió y no tengo muchos recuerdos de él, pero sé que era un hombre cariñoso.

Algo que mi madre no es.

Ella tiene estándares demasiado altos y siempre odió el lugar donde vivíamos.

Yo amaba ese lugar, ahí es donde todo inició, ahí lo conocí y ahí es donde me enamoré.

Porque, así como amaba ese lugar, también lo amé a él.

Pero la mujer que se supone que más me ama se encargó de apartarme de todo eso.

Desde los quince años es donde todo comenzó a irse en picada.

Al cumplir esa edad, comenzó a prepararme para mi futuro.

Ahí pude comprender a qué se refería cuando al pasar los años siempre mencionaba que las cosas iban a mejorar para nosotras.

Todos tienen listas.

Listas de libros, listas de música o listas de películas.

Mi madre tenía una lista de chicos con dinero.

Me obligó a salir con cada uno de ellos para poder subsistir, estaba desesperada porque me comprometiera y de esa manera poder asegurarnos un futuro.

Pero me encargué de no llegar a ese extremo con nadie.

Y cuando el último nombre fue marcado, no quedaron más opciones.

El sonido de los aplausos me saca de mis pensamientos, provocando que inconscientemente también aplauda hacia la pareja que está al frente.

Los aplausos continúan y me fijo en la chica que está a unos metros de mí.

—Crystal, ¿no estás emocionada? —pregunto tratando de molestarla. —Seremos hermanas.

Frunce los labios en una mueca de disgusto que me hace reír internamente, ella está disgustada con esto y no puede disimular.

—No me dirijas la palabra.

Cuando pasa por mi lado hago un falso puchero como si estuviera ofendida por su actitud.

Ruedo los ojos antes de hacerme camino entre la gente para acercarme a los anfitriones, deteniéndome a solo unos pasos de ellos con inseguridad.

Se supone que hacer esto es lo mejor.

—Felicidades —estiro mi mano para expresar mis felicitaciones y Charles la toma—. Estoy muy emocionada por esta unión.

Me da un leve apretón con quizás demasiada fuerza.

—Supongo que ahora seremos como familia —susurro enfocándome específicamente en mi madre. —¿Verdad?

La molestia en su rostro es evidente, reírme en su cara ahora sería muy descarado, el señor Choi suelta mi mano con delicadeza y me fijo en él.

—Sabes el verdadero título que tendré de ahora en adelante.

Discretamente, desvío los ojos hacia la mano con la que lo felicité con disgusto.

—Lo sé, señor.

Estira su brazo y acaricia mi cabello en un gesto paternal para el público.

Pasa de largo para saludar a los otros invitados y solo quedo yo con la mujer que me dio la vida.

—Felicidades —mascullo sin mirarla. —Tú si puedes estar con el hombre que amas.

Mira hacia todos lados, asegurándose que nadie nos vea antes de hablarme.

—Disfrutas esto, ¿verdad?

—Claro que sí —admito sin pena. —Me alegra verte de esta forma.

Me analiza casi despectivamente y se detiene para ver el adorno en mi muñeca.

—Nunca te quitarás esa baratija.

—No —respondo algo irritada—. Y mejor concéntrate en tu apariencia, no en la mía.

Voltea el rostro haciéndose la digna y yo ruedo los ojos con disgusto.

Como dije, cuando el último nombre fue marcado, no quedaron más opciones.

Pero mi madre encontró otra opción para mí, opción que rechacé.

Salir con chicos de mi edad y con dinero no me parecía tan malo, por eso aceptaba, pero salir con un hombre que me doblaba en edad era una locura.

De igual forma, me forzó a conocerlo.

Pero las cosas no se dieron como ella esperaba.

Porque ella se enamoró de él.

O quizás de su dinero, no estoy muy segura.

—Levanta la vista —me ordena en un susurro.

Dejo de ver el suelo y miro hacia el frente, encontrándome con la mirada del que supuestamente será como mi futuro padre.

—Tu pareja te está esperando —menciono en voz baja. —Está mirando hacia acá.

Sus ojos se clavan en mí con rabia, seguramente piensa que me estoy burlando.

—Sabes muy bien que no me mira a mí.

Lamentablemente, el hombre que ella ama se fijó en mí.

𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 ፧ 𝐋𝐎𝐎𝐊𝐈𝐒𝐌 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora