Chicos buenos ΙΙ South Park

03

Advertencias: Ataques de pánico, mención al asesinato.

..

Sheila estaba preparando el desayuno mientras Kyle y Butters se preparaban para ir a la escuela. Normalmente, el rubio conversaba con Kyle hasta el cansancio y este lo escuchaba felizmente, pero no hoy, hoy Butters miraba a la nada, de repente deteniendo todos sus movimientos para pensar. Obviamente esto no pasó desapercibido por el pelirrojo, el cual intentaba que Leo le dijera sus preocupaciones, siendo evitado.

Por la cabeza del Broflovski pasaban todo tipo de pensamientos e ideas trágicas de lo que le pudo ocurrir a su preciado amigo, llegando a conclusiones desesperantes.

En todo el transcurso de arreglarse, el cerebro de Kyle parecía no querer dejar de funcionar aunque sean cinco segundos, por lo que rápidamente la respiración del pelirrojo empezó a ser irregular y sus rodillas debilitándose. Esto lo notó rápidamente el Stoch, apresurándose a calmarlo con palabras arrulladoras ya acostumbrado a los ataques de Kyle.

— Tranquilo Kyle, de verdad no ocurrió nada de que preocuparse. Me siento un poco cansado hoy, es todo.

A pesar de eso, el mencionado no lograba tranquilizar su respiración.

— Kyle, ¿alguna vez te he mentido?

Los temblores del mayor se detuvieron y con lágrimas en los ojos levantó la mirada, encontrándose con los amables y comprensivos ojos de Butters, transmitiéndole la confianza que anhelaba.

— No...

— Exacto, no. Y jamás lo haré.

Es cierto, Butters nunca le mentiría, nunca le diría palabras vacías. Sí, ese es su mejor amigo...

— ¿Mejor? — Preguntó suavemente el rubio mientras le hacía suaves caricias en la espalda. Asintió suavemente. — Me alegro tanto...tanto, tanto.

Kyle rió suavemente cuando notó lo desesperado que estaba Butters en verdad, y se conmovió cuando notó el esfuerzo que debió de hacer para mantener la calma.

— Vamos a desayunar. — El Stoch se levantó como un resorte sacándole una pequeña risa al mayor. Era tan afortunado de tener a alguien como Leopold con él.

Bajaron a paso tranquilo, Butters mirándose en un pequeño espejo de mano tratando de controlar su rebelde cabello, y Kyle miraba su celular viendo las últimas noticias.

— Encontraron el cuerpo de una omega en un callejón ayer a las 03:00 am. La autopsia reveló restos de esperma en su cuerpo. Murió ahorcada.

— Eso es realmente... — Butters bajó su espejo mientras se sentaba en la mesa y miraba a la nada. Ike, quien ya estaba sentado allí, miró a ambos omegas con terror, pensando que ese podría ser cualquiera de esos dos.

— No deberían salir. — Susurró. El par giró su cabeza, uno mostrando enojo y el otro confusión. — Y-yo sé que quieren ser libres, pero no puedo imaginar el dolor que sentiría si te pierdo Kyle, incluso tú, Butters.

— Ya se Ike, te entiendo. Pero, por favor, no digas eso nunca más. Ni Butters ni yo dejaremos que el miedo nos venza, haremos lo que soñamos y seremos grandes personas. Confío en eso.

Sabía que Kyle era terco, y que se puede defender solo. Pero mentalmente juró que él, Ike Broflovski, haría todo a su alcance para proteger a su hermano mayor.

Todo.

(...)

Kenny caminaba a paso tranquilo hacia su escuela, de vez en cuando mirando su celular para asegurarse de que iba a la hora. Desde que escapó de su casa con su hermana pequeña, Karen, para poder darle una mejor vida se aseguraba de pasar con las mejores calificaciones y con la menor cantidad de atrasos posibles.