Hogwarts: El juego de apertura vincula el sistema de Mentir a Dios

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Harry se paró confundido en la puerta del Sr. Borgin, solo para descubrir que parecía ser una tienda que vendía artículos prohibidos.

Incluso hubo algunos magos que parecían mal intencionados, señalándolo e incluso tratando de acercarse y jalar a Harry. Asustado, Harry giró la cabeza y corrió.

Se escapó del lugar lo más rápido posible, pero descubrió que las personas en los otros lugares no parecían ser buenas personas.

Cuando caminó hacia una tienda que vendía velas envenenadas, vio un letrero de madera en mal estado que decía que era un callejón de arriba hacia abajo.

Harry se quedó allí aterrorizado y asustado.

Nunca había oído hablar de este lugar.

Solo era posible que no hubiera dicho claramente desde la chimenea de la casa de los Weasley que se teletransportaría aquí. Se preguntó preocupado, ¿cuándo lo encontrarán todos?

"Niño, ¿estás perdido?"

Una voz suave sonó detrás de Harry.

Harry se dio la vuelta rápidamente y vio a una anciana con un rostro siniestro que lo miraba de reojo. También trajo un plato de clavos, como si hubieran sido arrancados de un dedo humano.

Harry rápidamente dio un paso atrás.

"Estoy bien…"

Pero la anciana comenzó a acercarse a él.

"¿Qué estás haciendo aquí?"

"¡Harry!"

Harry giró la cabeza sorprendido.

La anciana se sobresaltó y los clavos dentro del plato se derramaron. Ella maldijo enojada.

Hagrid, ¿por qué estás aquí?

Harry se apresuró a llegar al lado de Hagrid.

“Estoy perdido… fanático de Flu…”

Sintió que casi estaba llorando.

Hagrid agarró la nuca y empujó a la anciana con fuerza. La anciana gritó.

El sonido es estridente y chillido.

Cuando los dos se fueron de aquí, parecían poder escuchar la voz de la anciana.

Harry respiró aliviado mientras avanzaban por los callejones sinuosos y finalmente llegaron a la entrada de Gringotts.

"¡Mírate así!"

Hagrid abofeteó el cuerpo de Harry con el polvo con enojo, como si hubiera caído en el polvo y rodado varias veces.

"Paseando por el callejón volcado, ¿estás muerto?"

Hagrid exclamó sin aliento.

Harry también estaba enojado.

“No es a dónde voy otra vez, estoy hablando del Callejón Diagon, ¿quién sabe a dónde voy a ir?” Y no hables solo de mí, ¿no estás tú también? ”

Hagrid resopló.

"¡Estoy buscando un medicamento que repelerá a las babosas carnívoras que están a punto de comerse el repollo en la escuela!" ¿Y usted? ¿Qué vas a hacer aquí? ¿Estás solo? ”

Harry suspiró.

"Me estoy quedando en la casa de Weasley ahora, nos separamos hoy, íbamos a comprar algo en el Callejón Diagon hoy, pero ahora solo podemos encontrarlos primero..."

La expresión de Hagrid era mucho mejor.

Condujo a Harry hacia adelante rápidamente.

¿Por qué no sigues escribiéndome? Durante las vacaciones de verano, te escribí más de una docena de cartas, y no hubo una sola respuesta…”.