Hannibal Lecter ᵒⁿᵉ ˢʰᵒʳᵗ

740 37 6
                                    

Adv: NSFW, homicidios.

Male reader / personaje original

[𝚄𝚗 𝚊𝚏𝚒𝚌𝚒𝚘𝚗𝚊𝚍𝚘]

Por años se había sentido inquietado por un hecho que ocurrió cuando era tan solo un niño, tenía ocho en aquel entonces, aunque parecía más grande de lo que en verdad era, estaba de viaje con su madre, no recuerda muy bien a dónde iban, pero si recordaba perfectamente haber conocido ese hombre, un hombre que lo hizo descubrir su pasión por la comida, y por diez años lo había estado buscando arduamente, esa comida que aquel hombre le hizo probar, nunca antes había probado algo así, esa textura suave por dentro y duro por fuera, una delicia que no volvió a comer.

Nadie a su alrededor comprendió jamás su obsesión por buscar ese alimento que probó durante un viaje de avión, y por su parte, ese joven chico oriental, busco ese alimento y al hombre que se lo dio de probar, uno de los hombres más buscados por el gobierno, el doctor Hannibal Lecter. Este mismo se lo confesó aquella vez, después de todo era un niño que no sabía nada y que si hablaba nadie le creería, y fue recién cuando entro al secundario que descubrió quien era en verdad el doctor Lecter y que era lo que le había dado de probar.

¿Asco?

¿Miedo?

¿Repulsión?

Cientos de cosas fue las que sintió al enterarse que había probado carne humana, y fue casi inevitable querer descubrir que parte del cuerpo humano le dio de comer, por la desesperación podría decir para excusar sus actos que serían considerados inhumanos. Y con tan solo haberlo visto una sola vez cuando tenía once, ese hombre se convirtió en un ídolo para él, un asesino, caníbal, prófugo, increíble ejemplo a seguir.

Aunque llegó a un punto de su vida en la que creyó que ya nunca más lo vería, simplemente se rindió, era demasiado complicado encontrar a alguien si no tienes los recursos para hacerlo, más aún cuando se trata de alguien como él doctor Lecter, el cual ni el gobierno de los Estados Unidos lo encuentra, o tal vez ya lo habían encontrado y este recluido en alguna prisión de máxima seguridad o muerto, nadie sabe en realidad. No le quedó de otra que aparentar ser alguien normal con una vida normal y amigos... Bueno, sus amigos no eran para nada normales, además de que era salgo variado, había un negro, una mujer y un gay, sumándole a él que es asiático, no cabe dudas de que era un grupo bastante variado.

Junto a sus amigos se encontraba regresando de unas muy cortas vacaciones, en un momento se separó de sus mangos y ellos se habían metido en problemas y eso prácticamente arruinó todo, no le explicaron muy bien lo que pasó, pero no importa en realidad, en ese tiempo que estuvieron separados, además de buscarlos, se consiguió un buen aperitivo para el camino, iba a ser un viaje largo hasta que regrese a casa y necesitaba algo "nutritivo" para seguir, hasta llegar a su casa en donde tenía su reserva personal.

Por las bocinas del aeropuerto se anunció su vuelo, se apresuraron por llegar, para suerte suya los asientos estaban separados y se sentaría con un extraño que no le preguntaría qué era lo que estaba comiendo, tal y como seguramente haría alguno de sus amigos.

Se acomoda en su asiento, su pie se movía con impaciencia, estaba ansioso, tenía hambre, pero debía esperar que el avión despegue y llegue a la altura crucero para poder comer, su estómago rugía del hambre, y juraría que hasta el hombre a su lado lo había escuchado— ¿Quieres un caramelo? —le ofrece dicho hombre, y sí, efectivamente lo había escuchado, se estaba por negar hasta que lo vio bien, tal vez estaba lago viejo y arrugado, pero era él, juraría por Dios que era él, aunque no debería decir nada, alguien los podría escuchar, teniendo que aguantar las ganas de chillar de la emoción, eso lo haría después, debía ser paciente.

Acepto el caramelo gustoso, intentando ocultar su emoción, después de todo, su ídolo de toda la vida estaba sentado a su lado y no podía hacer nada.

Así que espero pacientemente, espero a que todos se durmieran en el avión, era aún vuelo largo, así que era de esperarse que esto suceda. Todo estaba oscuro y nadie despierto a excepción de una o dos azafatas, además del doctor Lecter y él, estaba por hablarle cuando esté se levantó para ir al baño, espero un poco más para luego ir a su dirección, era preferible hablar con él alejados del resto de los pasajeros, en caso de que alguien los escuche, aunque tuvo que tener cuidado de no ser visto por sus amigos que estaban despiertos y jugando al UNO con uno de los pasajeros, por suerte estaban del otro lado y no lo verían.

Cuando el hombre abrió la puerta, no pudo con la emoción, además de que no podía permitirse ser descubierto por sus amigos, y empujó al mayor al interior del baño, ahora podrían hablar con algo de privacidad— ¡Doctor Hannibal Lecter! —exclama sin dejar de sonreír por la emoción—Soy un gran fan de su trabajó.

—Hace tiempo que no escuchaba q alguien decir mí nombre—admite él, haciendo que su sonrisa se ensanche—, ademas antes no había escuchado decir a alguien que es mí fan... ¿Quién eres tú?

Solto un suspiro, intentando calmarse—Seguro usted no me recuerda, pero nos conocimos hace diecisiete años en un avión como este, yo era un niño en aquel entonces y usted...—levanto la mirada, viendo cómo el mayor lo analizaba con la mirada—Me hizo probar algo que cambió mi vida.

—El alumno regreso con el maestro—espeta sonriente—aunque algo me dice que no eres más que un aficionado. ¿Cuál es tu nombre?

—Soy Chung-hee Kim, pero todos me dicen Kim—se presenta.

—Esta bien, Kim—soltando un suspiro pesado, espeta—desde ahora, si lo deseas puedes convertirte en mí discípulo, por así decirlo, creo que no tengo de otra, después de todo yo te cree.

— ¿En serio? —dice sin creerlo, tal vez todo era demasiado perfecto para ser verdad... Y ni siquiera había sido verdad, porque no tuvo el valor de hablarle en un principio, solo bajo la mirada cuando el paso a su lado, no pudo decir ni MU, así que simplemente se iba a conformar con poder volverlo a ver después de tantos años, además, corría el peligro de que lo quiera matar por qué sabe quién es, así que para no morir, haría como si no lo conociera e ira a jugar al UNO con sus amigos— ¡Haber gente, háganse a un lado que yo también juego!

One shorts ꜱʟᴀꜱʜᴇʀ ⁺ᵐᵉᵐᵉˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora