One Shots [Rubckity]

⠀⠀𝗢𝗢𝟭 ━ eclipse.

❛ donde el único testigo de la declaración de amor de dos almas, es un eclipse lunar ❜

✦ MC Extremo, referencias al DreamSMP ! mención al Rubjuan/Rubian ! soft, leve angst.

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Una vez que se manifestó en cuerpo y alma, una angustia lo invadió al contemplar imágenes borrosas de un pasado incierto. Aunque transcurrían segundos, podía sentirlos en su piel, como tatuajes sin tinta, invisibles pero presentes.

Uno de sus presentimientos fue darse cuenta de que sus alas no estaban en buen estado cuando se refugió bajo un roble en medio de la nieve. Sin saber a dónde dirigirse y sintiéndose indefenso, vivía constantemente con miedo de que cualquier persona que lo viera le hiciera daño después de salir de esos extraños calabozos que lo habían privado de la luz solar.

Lo primero que vio al llegar fueron los cálidos rayos del sol asomándose en el horizonte, seguido de un paisaje árido que conducía a un lago poco profundo que le dio la bienvenida a un ecosistema cubierto de frío y nieve, con pinos altos.

Mientras talaba madera, sintió un dolor agudo en la espalda, como si tuviera una llamarada ardiente cargando sobre él. Se escondió detrás de un montículo de tierra, entre arbustos llenos de nieve, para quitarse rápidamente su suéter azul. El dolor se intensificó cuando la tela rozó su espalda, lo que lo hizo fruncir el ceño de dolor y tratar de cubrirse nuevamente. No había tiempo para quejarse o curarse, debía actuar rápido para encontrar materiales y reunirse con el resto de su equipo.

Pasó el resto del día procurando equiparse con materiales y herramientas que pudieran ser útiles para él y su equipo. Su instinto dirigió la mayoría de sus acciones. Envió un mensaje a Rubius a través del pequeño dispositivo que llevaba en el bolsillo, sabiendo que todos los demás también tenían uno. Le informó sobre todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, y el otro también, al menos en ese sentido, no se sentía demasiado solo en medio de la nada.

Montó un pequeño campamento al pie de una gran montaña cerca de una pequeña aldea en las afueras. Parecía casi abandonada y las pocas personas que vivían allí lo miraban de manera extraña, por lo que decidió no acercarse demasiado.

El atardecer estaba cerca. Hacía un par de horas había enviado sus coordenadas a Rubius, esperando su pronta llegada antes de que anocheciera. Había encendido un par de fogatas y estaba cocinando toda la comida que pudo conseguir. Cuando menos lo esperaba, escuchó la voz de Rubius a lo lejos, lo que lo hizo girar rápidamente para poder verlo mejor.

― ¡Pato! ― llamó alzando la voz. Su cabello estaba cubierto de polvo y telarañas, lo que hacía suponer que había estado en una cueva en busca de materiales.

― ¡Hola, Rubia! ―respondió, inconscientemente, con una sonrisa al verlo, sintiendo alivio al tener compañía para esa noche.

Rubius se sentó a su lado, jadeando visiblemente cansado por la larga caminata. Quackity lo reprendió por haberse alejado tanto. Después, sacó su mochila y mostró todo el hierro que había conseguido en la mina para calentar en los hornos que habían construido en el campamento.