I'm Fine ||ChanSoo [Terminada]

II

Chanyeol corrió tan rápido como podía por los pasillos del concurrido centro comercial, estaba hasta el techo de personas. San Valentín, una fecha demasiado importante para él y para Kyungsoo... después de todo es un día para pasarlo con tu pareja.

Su corazón se estremeció de emoción al notarlo distraído viendo algunos feos muñecos de felpa en una de las vitrinas del lugar. La baja estatura del pelinegro, sus labios levemente inflados clara señal de que estaba concentrado pensando en distintas excusas mentales por las que una persona compraría semejante aberración. Kyungsoo significaba belleza, masculinidad y perfección para Chanyeol.

Jamás se cansaría de decir lo mucho que le ama.

—¡Hola cariño! — Saludo a un par de metros de distancia con ánimo desbordándole hasta por la cabeza. Kyungsoo le miro, sonrío. Esa bella sonrisa en forma de corazón, como sus ojos se volvían pequeños y su cabeza se inclinaba ligeramente hacia adelante, sus bonitos hombros subían dándole una apariencia tierna.

—Yeol, te demoraste. Tonto. — Chanyeol asintió hasta estar frente al menor, respiro por la boca antes de darle un sonoro beso en los labios a su maravilloso novio Kyungsoo.

Ambos se tomaron de las manos, caminaron en silencio junto a varias parejas. Música alegre sonando por los parlantes, era cómodo y natural que los dos se encontraran ahí. Era una tradición ir cada año en esa fecha, siempre luciendo algo de tono rojo porque Kyungsoo no aceptó usar ropa de colores rosados. 

—Sabes...— Chanyeol empezó a hablar, atrayendo la atención de Kyungsoo que levanto un poco el rostro para observar el perfil del más alto. — ¿Has pensado en el fin de nuestra relación?

Kyungsoo se tensiono, pensar en el final le daba miedo. Ambos se amaban, ¿eso no era suficiente para que la relación fuera lo más larga posible? Mordió sus mejillas y apretó con mayor fuerza la mano de Chanyeol.

—Yo... tal vez lo hice, me dio demasiado dolor. — Chanyeol asintió, a él también le había pasado. Fue horrible imaginarse una vida sin su pequeño, pero fuerte novio Do Kyungsoo. Una desastrosa vida en la que no existiera un malhumorado, pero romántico hombre que le regañara por llegar tarde o que le recordará como atarse los cordones de los zapatos.

—Somos unos niños aún. — Chanyeol le sonrío. — Dieciséis años, seguramente si les dijéramos a nuestros padres sobre querer estar juntos para siempre se burlarían de nosotros. Pero, aun así, yo espero que me tengas paciencia... soy muy juguetón, y puedo llegar a ser molesto. — Kyungsoo estuvo de acuerdo con eso. — Enserio te amo, así que si tienes algún problema conmigo házmelo saber, estoy dispuesto a mejorar por nosotros.

Kyungsoo se mantuvo en silencio, no creería que en algún momento le molestara demasiado la actitud de su novio. Era única y le llenaba de vitalidad, Chanyeol era la mejor decisión que pudo tomar. Un tanto apresurado para su corta edad, pero era amor real. Lo sentía en sus huesos.

—Solo hay algo por lo cual realmente me enojaría, bueno... — Kyungsoo hizo memoria y Chanyeol río al ver su expresión. — Sabes exactamente cuáles serían las cosas que harían que realmente me pensará estar o no contigo.

—Lo sé, bebe. ¡No soy así!

Ambos entraron a una pequeña tienda, con sonrisas resplandecientes en el rostro. Chanyeol no tardó en soltar la mano de Kyungsoo y correr por el local para buscar algunas prendas de pareja (las cuales seguramente el terminaría usando solo). Tonterías como esas le llenaban el pecho al menor de los dos, su chico de ojos resplandecientes era tan... único.

—Chanyeol, te amo. —Pronunció en un susurro Kyungsoo, el alto le miró y a pesar de estar tan lejos le sonrió de vuelta.

—¡Te amo mucho más! —Gritó con emoción Chanyeol, logrando que las miradas curiosas de las personas se concentrarán en ellos.

Kyungsoo era demasiado feliz con Chanyeol, si pudiera alargar ese momento para siempre no le importaría dar todo lo demás en su vida. El alto era como su ángel de la guardia, y él... Un pequeño niño consentido.

Chanyeol señalo hacia una fina joyería, Kyungsoo abrió los ojos intentando descubrir con que nueva cosa saldría el alto.

—Un día de estos, tú y yo usaremos un bonito anillo en nuestro dedo. — Kyungsoo sonrío. — Solo usaré uno contigo, con nadie más.

—Más te vale, idiota.