VII-Final

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Era una pena no poder admirar con mayor vehemencia la desnudez de Kyungsoo, o la forma en la que su apretada ropa interior levantaba su trasero. Después de todo, tan solo fue pisar el viejo estudio de música de Chanyeol la ropa voló desordenada a cualquier lugar.

No importaba que ese pequeño y polvoriento sitio no tuviera la mejor insonorización, y a Chanyeol no le llamaba la atención detenerse a pensar que muy posiblemente las personas alrededor les escucharían. Lo único importante era bajar el calor que emanaba desde sus vientres, unirse en uno solo y marcarse como la pareja que eran.

—Tardaste cinco malditos años para venir por mí. — Se quejó Kyungsoo mientras Chanyeol mordía su clavícula. — Cinco... oh cielos...

Chanyeol sonrió satisfecho con el gemido de su novio, su ágil mano apretaba las fuertes piernas de Kyungsoo llegando hasta su miembro el cual orgullosamente estaba erecto.

—Pudiste haber ido por mí, ¿sabes? Soñé millones de veces que llegabas con tus maletas a la puerta de mi residencia, te besaba. — Su lengua delineo los gruesos labios de Kyungsoo. — Te hacía el amor, nos perdonábamos.

—Eso... — Kyungsoo dejó caer la cabeza hacia atrás, enterrando sus uñas en los antebrazos del alto. — Mierda, eso era tu responsabilidad. Tú culpa por engañarme

Chanyeol abrió las piernas de Kyungsoo, dejando besos húmedos en su pecho, abdomen, piernas y subiendo nuevamente hasta sus glúteos en dónde sus dedos seguramente dejarían marcas moradas.

—Fue una mentira piadosa, pero te juro que jamás volveré a hacerlo. —Sus dedos separaron las nalgas de Kyungsoo, con su lengua simulo penetraciones en el anillo de músculos del bajito. — Cómo te extrañe... no volveré a dejarte ir.

El menor siseo, sus manos se enredaron en el castaño cabello de Chanyeol a medida que dirigía la velocidad de su cabeza.

—¡Eres mi novio! — Kyungsoo estaba demasiado feliz, no estaba solo. Tenía a su gigante de bonita sonrisa con él, ahí, entre sus piernas. —Más te vale... meter rápido eso, y venir a darme unos buenos besos o te juro que...

Volvió a soltar un gemido cuando Chanyeol presiono sus dedos sin avisar, hacerlo por sí mismo no se comparaba con la habilidosa forma en que el alto jugaba con sus entrañas. ¿Jugar? Lo llevaba al mismísimo infierno y luego al cielo.

Chanyeol río, mordió el muslo interno de Kyungsoo ingresando otro digito en la apretada entrada del menor, aquella que él y solo él conocía. Ambos jadearon llenos de deseo. ¿Cómo poder describir el momento? Era muy caliente, su respiración estaba agitada y su pene erguido ante la majestuosa imagen frente a sus ojos.

—Como lo pida mi bello ángel.

Kyungsoo cubrió su rostro, Chanyeol estaba moviendo sus dedos en círculos al mismo tiempo que succionaba su piel, subiendo lentamente hasta sus pezones. Estaba temblando, no recordaba que ser tocado por su novio le pusiera de esa forma. Pequeño, indefenso a los caprichos del alto era como se sentía.

Pero, Chanyeol no se encontraba en circunstancias distintas. Su pulso acelerado, sus orejas hirviendo y sus músculos gritando por algo de oxigeno pues la sangre en su cuerpo circulaba con furia hacia su miembro.

Apoyado en sus rodillas, mientras Kyungsoo descansaba en el tapizado suelo por fin Chanyeol encontró la posición para poner una pierna del bajito en su hombro. Sacó los dedos del interior de Kyungsoo para reemplazarlo poco a poco con su hombría.

—Diablos... — Kyungsoo mordió su labio. — ¡Te golpeare por esto!

Chanyeol sonrió, soltó un gruñido cuando toda su extensión por fin yacía en el interior de Kyungsoo. El mayor sorprendido por cómo era succionado, y Kyungsoo asombrado de su elasticidad.

—¿Puedo? — Chanyeol preguntó, movió sus caderas y Kyungsoo asintió.

—¡Hazlo, joder! — Los dos se miraron con amor. Kyungsoo estiro sus manos para atraer el rostro de Chanyeol a su cuello, no tardó mucho en sentir sus dientes marcar su piel. Su estómago se contrajo, sus piernas ardieron y el olor dulce de Chanyeol se fusionaba poco a poco al suyo.

El grito que se escapó de los rosados labios de Kyungsoo rebotó en las paredes, Chanyeol no se detuvo siguió moviendo su pelvis logrando que el sonido húmedo de su pene contra el culo de Kyungsoo acompañara la sinfonía de gruñidos de su garganta.

No existía evento más significativo que el enlace entre un alfa y un omega, habían dejado que el tiempo avanzara demasiado. Lo bueno es que nadie sospechaba que Kyungsoo era un alfa, y Chanyeol el omega.

—Te amo. — Chanyeol ahora fue el que ladeo su cabeza, dejando que por fin su adorable alfa le hiciera suyo.

La mordida de un omega a su alfa no era muy común, el sentimiento era parecido, pero el único que perduraría para toda la vida era el de Kyungsoo en el cuello de Chanyeol. Las piernas del menor amenazaban con acalambrarse, Chanyeol sentía el orgasmo muy cerca, demasiado pues Kyungsoo mordió no solo una vez su cuello sino varias.

Marcas eternas.

Chanyeol termino en el interior de su alfa, y Kyungsoo sobre su propio abdomen. El alto se acostó sobre el cuerpo del bajito, dejando que este le masajeara la espalda y limpiara los pequeños rastros de sangre producto de su unión.

—Ahora no dejaré que te vayas nunca de mi lado. No me gustan las personas, pero encuentro fascinante el amarte cada día. — Kyungsoo pronuncio en un hilo de voz.

—Eres tan dulce. Te amo— Beso el cuello de Kyungsoo para luego mirarle a los ojos. — Perdón por terminar tan rápido, la siguiente ronda será mejor.

—No esperaba menos de mi chico.

No era necesario usar más palabras, pues sus almas ahora estaban atadas no por un hilo rojo... sino uno plateado construido por ellos mismos.


I'm Fine ||ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora