Capítulo 4

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Son las nueve de la mañana y por una extraña razón siento que no he descansado nada.

Cuando llegue esta madrugada a casa de mis padres no deje de fantasear con Emily y su buen cuerpo, esta tan buena, que la desnudaria y la dejaría frente a mi para poder contemplarla y luego hacerla mía. No para siempre claro, no quiero tener nada con nadie , solo pienso en disfrutar de ella y tocarla por todas partes.

Me levanto de la cama con gran esfuerzo. La mañana es fría y el contacto de mis pies descalzos con el suelo me hacen pasar un pequeño escalofrío -Tengo mi cuerpo desnudo a excepción de mis bóxer- rodeo la cama , tomo el vaso de agua que esta sobre la mesa de noche -que mi madre me deja ahí cada mañana cuando me quedo en su casa- bebo hasta la última gota y me dirijo al baño.

Después Me pongo un una camisa y un pantalón de sudadera salgo de mi habitacion y bajo las escaleras casi corriendo , voy a la cocina y le plantó un beso a mi madre en la frente y saludo a mi padre que esta desayunando, tomó un juego de naranja junto a ellos mientras recordamos la noche anterior hasta que por fin salgo de la casa

Saco mi teléfono, pongo música a todo volumen y me colocó los audífonos. Cada mañana salgo a ejercitarme y no lo hago tanto por estar en forma, lo hago para liberarme de mi pasado. No puedo evitar levantarme cada mañana recordando todo lo que pase con Anne , entonces salgo a correr para poder desahogarme. Mi hermana y mis padres saben de este hábito el cual tome hace unos años. Cuando me di cuenta que esto me ayudaba y mi familia siempre me apoyó

Empiezo a trotar y a pensar en todo lo que llevo aun en un rincon de mis recuerdos... recuerdo ver a niñita gritando y llorando cada noche en su habitación -empiezo a trotar más rápido - ella se escondía bajo su cama , y se abrazaba las piernas llevándose las rodillas hasta su pecho , temiendo que su tío entrará en su cuarto; mientrastanto su hermano estaba en la habitación de el frente, también llorando y con su corazón a mil, sentado en el borde de su cama mirando la puerta y rezando para que entrará a su cuarto y no al de su hermanita - ahora empiezo a correr - el odiaba a su tío con todas sus fuerzas, pero solo era un crío de 9 años y no podía hacer nada para detener lo que cada noche el hacia -aprieto los puños hasta que mis nudillos se ponen blancos- cuando la puerta principal se abría los dos niños se quedaban pasmados, esperando a cuál de los dos le iba a corresponder la tortura esa noche. Esperando que el lobo viniera a atrapar a su presa para destruirla, lo único malo era que esa presa siempre podía ser destruida cuando el quería, no era como un animal al que el lobo mataba y ya, está presa era una, que Cómo si por algun castigo, podía sufrír cada vez que el lobo lo quesiera de esa manera... nunca moría, pero esto no significa que estuviera viva.

El lobo esa noche se dirigió a la puerta de él lado izquierdo la abrió, entro y luego la cerró tras de él con seguro. La niña gritaba a todo pulmon y le suplicaba que no lo hiciera , que no la lastimara -corro con más intensidad - que se alejara de ella. Pero aquél lobo no tenia corazón. Su hermano al otro lado sólo podía lastimarse las manos al lanzarle puños a la puerta, chillar de dolor por arañarse los brazos y hacer sangrar sus labios por morderlos desesperado al imaginar el dolor que estaba sintiendo su hermanita. Lo odiaba, odiaba a ese hombre. En un momento el crío escucho un fuerte golpe, como si la mesita de noche se hubiera chocado contra algo y luego no se escuchó nada mas, ni siquiera el llanto de su hermana

Una hora después el lobo dejo a la pequeña, abrio la puerta y como si no hubiera pasado nada bajo los escalones y se acomodo frente a su televisor a ver cualquier programa. El niño abrió la puerta de su habitación con cuidado para no hacer ningún ruido, asomo su pequeña cabezita y se aseguro de que su tío no estuviera cerca. Se aproximó a toda velocidad al cuarto de su hermana y entro. - yo aprieto los dientes y siento la necesidad de pegarle un puño a algo- el niño ve a su hermana tirada en el suelo con su pómulo amoratado y con sangre emanando por una abertura que tiene la niña en la frente. El niño se dirige al baño rápidamente y busca medicamentos para poder ayudar a su hermana y mientras lo hace se dice a sí mismo que ese hombre algún día pagaría por todo el daño que le causó a su hermanita y a él.

la enmienda de un pasado rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora