Capitulo 5: Persiguiendo a quien

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El cielo oscureció.
Los jóvenes que intentaron molestar a Sarada un momento antes, ahora estaban esparcidos por el suelo desmayados.

Todo estaba en silencio. Sarada se encontraba al pie del acantilado donde se encuentran los rostros Hokage.

Dentro de su mente algo no andaba bien. Se sentía molesta y frustrada por su situación. Siempre la habían molestado sin saber porque.

Pero de un segundo a otro entraba en razón. Es cierto que la molestaban pero ya no le importaba lo que dijeran los demás. Ella haría su propio camino.

Sin embargo había algo que la instigaba a destruir. Algo le decía vuelalo todo. Y al momento siguiente, ella misma se decía que no.

Cualquiera que la viera, hubiera notado que el color de sus ojos cambiaban de manera intermitente. Se ponían de un color marrón rojizo y luego regresaban a ser negros como siempre.

En un momento dado, ella pudo tomar el control nuevamente y tratar de detener sus acciones.

Esperaba que pudiera ver a alguien a quien pedirle ayuda. O al menos avisarle que algo andaba mal.

Sarada (con un dolor de cabeza severo): no tengo porque vengarme de nadie, ya no soy la misma que antes...
Pero la gente no lo sabe, ellos me siguen viendo igual. Nadie cree en mi...
No!!, Shino sensei cree en mi. Yo seré una Hokage algún día.
Mi madre cree en mi. No puedo dejarme influenciar por estas emociones negativas...

Ella ya no podía soportar más. Tenia los sellos explosivos en las manos.

El deseo de venganza en su cabeza le decía que explote la pared del acantilado y derrumbe los rostros Hokage, y para que el deslizamiento de tierra se llevará a todos los que la molestaban.

Necesitaba mantener la cordura. Al menos hasta que encuentre una oportunidad.

Por suerte había alguien que la había seguido.
Boruto la encontró, y se paró delante de ella.

El pudo ver los ojos de Sarada. Ese color extraño en sus ojos tenían vida. Pero cuando regresaban a la normalidad, sus ojos parecían vacíos.

A la vez, él podía ver esa sombra oscura que la envolvía.
Al observarla esta vez de cerca, se dio cuenta de que lo que veía era chakra.
Un chakra oscuro.

En un momento de lucidez, Sarada vio a Boruto delante suyo, impidiéndole el paso.

Primero se sorprendió y luego una sensación de alivio surgió en su cansada mente.

Sarada (pensando): *ahh.. ese mocoso mimado. Que hace aquí?
Me siguió? ... bueno da igual, necesitaré su ayuda... eh? Su ojo..*

Aún en plena batalla mental contra aquel chakra y la sorpresa de ver a Boruto que la siguió, ella pudo percatarse de un detalle. El ojo derecho de Boruto era diferente.

Su ojo se había vuelto negro y su iris blanco.

La extrañeza la hizo sentir indefensa ante el. Como si no hubiera ningún secreto que ocultar ante aquella pupila. Sentía que su mirada podía atravesar su cuerpo y mirar detrás de ella.

Sin embargo este no era el momento. No podía retener más su conciencia.

Sarada: hey.. mocoso mimado...

Boruto: estas..

Sarada: no hay... tiempo... una voz... quiere que destruya...

Boruto: una voz?

Sarada: mi voz...

Es la única pista que pudo dar. No tenía más resistencia. Sus ojos regresaron a su color original y una mirada fría se fijó en Boruto.

SARADA: GeneracionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora