En todo el centro del cielo azulado, una grieta fue abriéndose lentamente emitiendo un sonido bastante estremecedor, de allí salió la figura de una aparente persona.
Ichigo Kurosaki, un adolescente de cabello naranja, ojos cafés, gran estatura, llevando ahora un kimono negro con una venda como cinturón, un rosario rojo que servía de correa para tener una gigantesca espada similar a un cuchillo de carnicero en su espalda. Él de forma sorprendente quedó suspendido en el aire como si estuviese sobre algún suelo mientras aquella grieta se cerraba detrás de él.
El adolescente con su clásico seño fruncido miró hacia adelante, solo para que segundos después, este abriera sus ojos con impresión absoluta, el paisaje frente a él le era desconocido, esperaba acabar en su hogar, ver los clásicos edificios, tiendas, carreteras y calles, pero no fue así, en cambio terminó en otro lugar realmente diferente.
No había edificios ni nada de eso, en cambio lo que había era un gran campo verde bastante grande, que daba vista a varias aparentes aldeas o pueblos.
"¿Que es este lugar? Esto definitivamente no es ciudad Karakura" Murmuró extrañado.
No sabia que demonios estaba pasando, cuando la pelea con ese maldito de Ulquiorra acabó su siguiente objetivo era regresar al mundo de los vivos y terminar la masacre que estaba sucediendo.
Gracias a su amiga Orihime Inoue logró sanar en cierta medida sus heridas y cansancio, estuvieron por regresar a Karakura, sin embargo, gracias a su terquedad fue más rápido, no calculó el salto que daría en la Garganta y ahora estaba aquí.
Recordó algo también, su otro camarada Uryu Ishida tenía la solución para salir de Hueco Mundo, un invento de Kisuke Urahara que servía como creador de nuevas puertas que sirven como las Gargantas, pasadizos que usaban los Arrancar para viajar a otros lugares.
Y en eso los recordó, a sus amigos.
"¡...Ishida, Inoue, Chad, Rukia, Renji...,!" Murmuró, recordando la imagen de cada uno en su cabeza. "Tsk, demonios, no debí dar ese movimiento tan descuidadamente, ahora quien sabe si salieron de Hueco Mundo a salvo..." Se dijo así mismo con enojo.
El pelinaranja se tomó de la cabeza mientras cerraba sus ojos pensando en que hacer.
"Veamos...aquella Garganta solo funcionaba de una sola vez, según dijo Ishida tomaba tiempo para calibrar las coordenadas desde Hueco Mundo hasta Karakura, pero como fui un idiota tuve que aventurarme..." Se reprochó a si mismo, mirando el vasto paisaje. "Solo espero y logren encontrarme aquí, por ahora, tendré que ver que haré, no es tiempo de lamentarme" Dijo ahora con más decisión.
Con eso en mente empezó la marcha sobre los cielos de ese nuevo lugar, observado de más como era, se veía bastante bonito, un gran paisaje, con montañas, riachuelos, varias plantas, una ciudad...espera, ¿una ciudad?
Ichigo no lo pensó y miró detalladamente el sitio, se veía habitable, tenía grandes edificios pero no tanto como los que conocía, un gran molino en el centro de todo y un gran muro de roca, suponía que era para detener a intrusos.
Luego de ver aquello, también observó algo más interesante, y eso era una gran estatua, situada en el medio del centro de la ciudad, no tenía idea de qué sitio era ese, y menos sobre la escultura de gran altura.
"Pareciera que estoy en otro mundo o algo así, nunca vi algo similar" Murmuró el pelinaranja.
Ichigo de inmediato optó por descender al suelo, había visto lo que parecia ser un gran lago, sentía algo de sed y esa era su solución. Sin más llegó hasta ese lugar y procedió en beber un poco del agua.
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Impacto del Alma -Bleach/Genshin Impact.
FanfictionPor su desesperación y terquedad, Ichigo terminaría varado en una tierra distinta a la suya, donde la tecnología estaba en retraso, la gente aún recurría al uso de armas como espadas o arcos, se hacía uso de la magia, y todas las naciones eran lider...