♫︎𝐀𝐮 𝐬𝐨𝐦𝐦𝐞𝐭 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐨𝐧𝐭𝐚𝐠𝐧𝐞♪♫︎

♡︎003♡︎

Personas del pasado?

Los rayos de sol que se colaban por las cortinas de su habitación le daban en los ojos haciéndole despertar. Carrera, un chico de baja altura, ojos verdes, cabello algo chino y de color café, despertó con un raro sentimiento, como un sentimiento de perdida, aun así lo ignoro y empezó su día como de costumbre, despertando a su ahora esposo Robleis.

Salió de su apartamento que se encontraba en Spreenfield.....Spreenfield....Spreenfield.....Spreen.......Spreen.......Spreen......

-¡¡Spreen!!-Grito tan fuerte como pudo el de cabellos cafés que llevaba un largo rato intentando despertar al hibrido- Spreeeen, despierta pendejo córrele- Movió el pecho del antes mencionado de manera brusca

-Dejamé pelotudo......¿Qué no tenes a quien mas joder?- Spreen quien por fin había despertado de su sueño, se dio la media vuelta dándole la espalda a juan

-Amm, no, literal mente estamos en medio de un bosque en una dimensión de la cual no podemos escapar, idiota- le dio un ligero zape haciendo que se levantara rápidamente para mirarle con el ceño fruncido-Yo te intente levantar de buena manera, tu no me hiciste caso, osito- Un ligero sonrojo se implantó en las mejillas de Spreen por el apodo tan cariñoso

-¿"Osito"?-Una sonrisa apareció en la cara de spreen- ¿Cómo que "Osito"?

-¿Solo le prestaste atención a eso?....Sabes que, cómo sea, será mejor que te levantes y vallamos a buscar recursos...¿Traes un libro, pluma y tinta?- Dijo levantándose del pasto

-¿Por que mierda iba a traer eso yo?

-¿Lo traes o no pendejo?

-He para boludo, a mi me hablas bien he Gil- Juan se paro para alejarse del mas alto empezando a caminar

-Date prisa, tenemos que buscar recursos o por lo menos a alguien- Al ver que el hibrido no se había levantado, decidió usar el apodo que, al parecer le había agradado- Andando osito-Spreen se sonrojo de sobre manera, ¿Por que me pasa esto? Pensó el hibrido

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Juan y spreen caminaban por el bosque en busca de algún lugar para establecerse en lo que intentaban escapar de ahí. Juan, como siempre se quejaba de todo, algo que estaba colmando la paciencia de Spreen.

-¡Pero ya callate!- Dijo spreen frenando, dándole la espalda, intentando no perder la paciencia por completo-- Si seguís jodiendo te juro que te atare a un puto árbol y ahí te quedas- Dijo sin voltear a verlo, para después seguir su caminata.

Juan se asustó un poco por la reacción del oso, por lo que decidió quedarse en silencio por primera vez en todo el viaje, viendo los árboles y los pequeños animales que pasaba por ahí. Pero si cansancio se estaba haciendo notar por lo que cada vez caminaba más lento que spreen, cosa que no pasó desapercibida por el chico de orejas.

Spreen paro su caminata nuevamente, quitándose su mochila para colocarse la en el pecho, como si fuera un chaleco salvavidas. Juan miraba atento al chico, esperando su siguiente acción-¿Que haces wey?- pregunto el pelicafe con una sonrisa burlesca, antes de que Spreen se agachara, recargando se en sus piernas

-Subite- Dijo sin responder la pregunta del chico, esperando a que hiciera caso a su orden

-¿Que?- pregunto confundido

-Que te subas Gil...antes de que me arrepienta- Dijo spreen con el ceño fruncido, volteando a ver sobre su hombro, viendo la cara de Juan.

-N-no me voy a subir arriba de ti cabrón- Dijo con nervios, si que quería, pero no lo iba a hacer

-Dale gil, así te dejas de quejar...Anda, subite- Dijo una última vez ya que Juan, con nervios, se acercó a la espalda del chico, pasando sus brazos por los hombros del morocho. Spreen se levantó, tomando a Juan por las piernas, para sostenerlo mejor.

-No te soltes que te dejo caer he govir- Dijo apenas empezando a caminar mientras que juan veía los arboles, sintiéndose de nuevo como niño pequeño

-No mames wey...desde acá se ve todo bien chido- Dijo en de lentes mientras reía por literalmente hacerse burla a el mismo

Spreen tenia una ligera sonrisa en su rostro, por alguna razón se sentía extrañamente cómodo con el chico, le gustaba tenerlo sobre su espalda aun que fuera un poco raro. Mientras Spreen caminaba, solo veía hacia adelante, por lo que no se daba cuenta de todas las cosas que Juan veía

-Oh!...Oso, hayá hay una casa....Mira- Juan decía con una sonrisa mientras apuntaba con su mano hacia un lugar del bosque, donde se veía una solitaria casa- Vamos! Tal vez encontremos a alguien- Juan decía con emoción mientras Spreen se giro en dirección a donde estaba la casa, empezando a caminar hacia ella, aun que tenia una sensación de que no debían de ir a esa casa.

La caza era blanca y parecía una especie de casa moderna, ya que tenia un gran ventanal en un costado de la casa. Cuando ambos chicos llegaron a la puerta, Spreen bajo a juan de su espalda, dejando que el fuera el que tocara la puerta con entusiasmo. Toco dos veces hasta que escucho una voz dentro de la casa, voz que Spreen no reconocía, pero Juan si.

-Quien cojones es?- Se escucho una voz desde adentro de la casa, antes de que se abriera, mostrando a un hibrido de oso, con pelo cafe y ojos verdes -Oh, joder lo siento- Dijo con una sonrisa disculpándose por sus groserías, antes de ver al chico de lentes y pelo cafe -Juan?- Dijo con voz dudosa

-R-rubi?...- Dijo temblorosamente, su sonrisa había desaparecido, y ahora lo veía con los ojos cristalizados y un poco rojos, por fin había encontrado a su esposa, su esposa a la que había dado por muerta hace años.

Spreen veía todo esto sin entender nada de la situación, hasta que vio como el oso de pelo cafe abrazo a juan, mientras le daba un cariñoso beso. La mirada de spreen se nublo, y escucho un ¡Crack! dentro de su cabeza, era real lo que acababa de ver?....

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Les dije que volví dolido y ustedes vas a sufrir