Cinco Etapas/ Soukoku

Enfado

[Enfado: Sust/masc. Sentimiento de disgusto y mala disposición hacia una persona o cosa, generalmente debido a que te perjudica o contraría.]

¿Conoces ese sentimiento? Bueno, no sabría si llamarlo así. Me explico, ese estado mental que te deja paralizado por lo que parecen horas. En el que escuchas tu corazón latir y tu sangre circulando por las venas. Pero no tu respiración. Parece que tu cuerpo se ha olvidado de eso, no respiras. No pestañeas. No piensas. No te mueves. En esos instantes, No. Eres. Nada.

Entrada del Diario de Nakahara Chuuya 10/1
No creo que pueda nunca explicar lo que sentí ese día. No creo que haya forma de explicar lo mucho que dolió...

Presente 5/1
   - Tu...
   - Hola Chuuya.
Me quedé clavado en el sitio. Ojos abiertos como platos debido al shock. Era el, de verdad era el.
   - ¿Qu- Que mierdas estás haciendo aquí? ¿De qué cojones conoces al niño este
El mismo me miró ofendido.
   - ¿¡Niño¡? ¿¡PERDONA!? Para tu información tengo 26 años. Enano
   - Vuelves a llamarme enano una vez más y juro que te mato.
Sentí el poder de la gravedad listo para salir de mi cuerpo e impactar con el enemigo. Mi boca sabía a violencia.
   - Wou wou wou, vamos a tranquilizarnos ambos-
   - CALLATE TRAIDOR. No me digas lo que tengo que hacer.
   - ¿Traidor? Por lo que deduzo tu y este - Hizo una pausa- individuo -apreté mis puños- tuvisteis una "historia" antes de unirte a la Agencia de Detectives, es decir, cuando trabajabas en la Port Mafia.
   " ¿Que? ¿A-agencia de Detectives?" La rabia se apodera de mi con violencia. Trozos de cenemento de lo que quedaba del bar levitan ahora a mi alrededor con un halo rojo.
   - ¿M-me estás diciendo? - Tiemblo, bajo la cabeza- Que traicionaste a la mafia. Para unirte a la puta Agencia de Detectives.- Miro a sus ojos directamente. Percibo que sabe lo que voy a hacer, un segundo antes de avalanzarme contra el noto la decisión en sus ojos.
   Cargo lanzandole un trozo de hormigón, el se aparta de un salto.
   - ¡Ango-San! -El otro detective se gira a mirarle- Vuelve a la sede de la Agencia. Dile a Fukuzawa-Kun que no se preocupe. Estaré de vuelta en unos minutos - Ahora me mira directamente a los ojos.
   - Chuuya- Dice cuando ambos estamos solos.
   - No te ATREVAS a decir mi nombre.- Cargo contra el tirándole todo lo que me encuentro a mi alrededor que con la ayuda de mi habilidad impactan en los edificios intactos.
   - ¡Chuuya, Para! Vas a convertir el barrio en cenizas.
   - ¡TU! ¡TU DEJASTE MI MUNDO HECHO CENIZAS!-Los trozos metal y piedra vuelan a mi alrededor, paro un momento ha recuperar el aliento. Estoy agotado.
  - ¡SI SIGUES ASÍ GENTE INOCENTE MORIRÁ!
   Miro a mi alrededor, no hay nadie en las calles, sin embargo las casas que se encuentran encima de los establecimientos están repletas de gente. De familias. De niños.
   "No" El brillo rojo se intensifica tanto que no puede mirarme directamente "Tus actos tienen consecuencias "
   - Tu culpa... -Murmuro
   - ¡Entiendo que estés enfadado! -"No le escuches no lo entiende"- ¡Pero nadie tiene que morir! - "Enseñárselo, enséñale de lo que somos capaces - ¡Chuuya!- "¡Chuuya!"
   - ¡DEJARME EN PAZ! -Grito llevándome las manos a la cabeza.- ¡ESTO ES TODO TU CULPA! ¿¡ME OYES!? ¡TODO!
   - Chuuya, no lo hagas, por favo-
   - Si alguien muere hoy aquí. Espero que te persiga hasta el resto de tus días.
Sus ojos se llenaron de miedo cuando lo compresió.
   Ese es el momento exacto en el que perdí el control.
   Ese fue el momento exacto en el que, para terror del castaño, dejé todo mi enfado materializarse y llevarse por delante todo.
   Ese fue el momento exacto en el que Corrupción pidió la revancha.

...
   Caigo en un mar de agua helada. "¿Estoy...muerto? No, alguien muerto no puede pensar que está muerto, ¿verdad? Un momento, que tal si pruebo a..." a pesar de estar sumergido, mi pecho se hincha de aire. Sin embargo no puedo moverme, estoy agotado. Y aunque no quiera más que dormir no puedo descansar, algo o alguien me inquieta.
   - ¿Ha-hay alguien ahí?
Se hace un silencio sepulcral antes de que desde detrás mío aparezca una sombra con mi misma silueta.
   - Hola Chuuya
   - ¿Quién eres? ¿Que haces aquí? O, mejor dicho ¿Donde y que cojones hago aquí?
   La sombra se ríe antes de contestar.
   - Sieeempre las mismas preguntas querido. Yo soy a lo que llamas "Corrupción". Un nombre no muy adecuado si piensas en mi como un aliado. Casi me ofende.
   Abro los ojos como platos.
   - Espera, ¿tu eres Corrupción? ¿Tu eres mi habilidad?
   La sombra me responde con un simple asentimiento.
   - Y ¿a que coño te refieres con "Siempre las mismas preguntas"? es la primera vez que vengo a, lo que coño que sea este sitio.
    - Aaah querido amigo, has estado aquí más veces, que tu cerebro haya o no querido recordarlo es otra cosa. Y siempre que vienes tenemos la misma conversación "¿Quién eres?" "¿Que quieres?" "¿Que hago aquí?" ¿Entiendes ahora mi aburrimiento?
   - N-no lo entiendo, recuerdo haber utilizado tu poder anes pero no recuerdo este lugar,o a tí.
   - El nivel de energía que tu cuerpo requiere para utilizarse es extremadamente alto. Recordarme sería un valioso gasto de dicha energía ¿no creés?
   - Supongo... de todas maneras ¿Que haces aquí? Te llamé para que le dieras una paliza a ese idiota.
   - Naaah, eso ya ha pasado. Así que pensé que ya que estabas aquí a salvo pensaba que podría pasar a saludar.
   - ¿A salvo?
   - Me encargué de el hace un rato largo-No se porqué, pero sus palabras me inquietan- Ahora es mi deber cuidarte y asegurarme de que salgas con vida de esta.
   - ¿Cuidarme? ¿Tú? -Río irónicamente- Ahora se supone que el monstruo que vive dentro mío, el responsable de mi ira y de mis malos pensamientos ¿me va a cuidar? No me hagas reír.
   El aura de Corrupción cambió totalmente, el miedo invadió mi cuerpo súbitamente.
   - Siento que me veas así Chuuya. Solo, acuérdate de una cosa cuando te despiertes -Esta vez se acercó a mi y me  de la cara para atraerme hacia el- Este "monstruo" como tú me llamas ha sido el único que ha estado contigo ahí toda tu puta vida. Cuando todos los demás se iban, cuando Él te abandonó. Siempre acudí a tí. Siempre estuve ahí.
   Tras decir eso, se evaporó llenando el espacio con un humo negro que llenó mis pulmones. Quemaba. Me estaba quemando. Sentía el fuego arder en mi interior. No podía moverme. Abrí la boca para gritar...