Capitulo 26

286 49 15
                                    

«Hijo,

Tú madre está bien. No hay de que preocuparse. Deberías enfocarte en tus estudios, es muy importante que sigas manteniendo ese promedio. Te extrañamos.

Draco Malfoy.»

Doble el pergamino bufando. Que porquería de carta, principalmente porque siempre quieren aparentar que todo está bien, cuando no lo está.

No entiendo si no me quieren decir algo por miedo a que me ponga mal, pero sé que podría con todo. Me enoja que me crea pequeño para ocultarme todo lo que sucede.

Ni siquiera me dan ganas de responder.

Mire la hora y me apure tomando mi sudadera colocándomela para salir de las mazmorras.

Me encontré al lado de Liam quien estaba comiéndose una golosina de la tienda de dulces en Hogsmeade. El silencio se había hecho presente, sé que hay una conversación pendiente, ¿pero realmente quería saberlo?

Lo que había visto aquel día aún seguía rodando en mi cabeza.

Los pensamientos por la noche no me dejaban dormir con tranquilidad, miles de preguntas se hacían presentes unas con las otras carcomiéndome.

— Esta bueno — dijo Liam refiriéndose al dulce, tal vez queriendo romper el silencio.

— Uh-hu.

Silencio.

Ni tenía ni idea de que era dulce, pero sus labios se encontraban más rojos de lo normal. ¿Fresa?

— ¿Puedo preguntar algo? — lo mire fijamente al tomar el valor de poder saber más.

— Claro, Colin. ¿Que Paso?

Giro su cara topándose con mi mirada, sus ojos color avellana tienen un toque especial, son claros de en medio, pero alrededor es un color oscuro. Suspiro. Tengo que saberlo.

— ¿Te besaste a Emillie?

Era claro que si. Yo mismo los había visto cuando iba rumbo a mi entrenamiento de Quidditch. Fue un día terrible, y para arruinarlo más tuve una discusión con Flint.

Liam relamió sus labios limpiando la comisura de estos con su dedo pulgar.

— ¿Cómo te has enterado?

— ¿Importa cómo?

— Sí nos besamos.

Pffff, nunca pensé que tres palabras podrían hacer que sintiera una presión desagradable en el pecho. Una molestia se hizo presente. Sonreí de oreja a oreja y asentí. Bien Colin, dedo.

- Que bueno. Me alegro por ustedes.

— No es lo que cree.

— Yo no estoy creyendo nada, de verdad. Hacen muy linda pareja.

— Bien, primero debes dejar de sonreír — me ordeno — eres malísimo para ocultar tu enojo, ¿sabías? Nunca sonríes de esa forma. 

— Se supone que somos mejores amigos...

— Sí.

— Y ni siquiera me quería decir que te veías con ella. Pensé que me tenías confianza para contarme esas cosas Liam.

— Lo sé, lo lamento. Pero seamos sinceros Colin, entre nosotros — nos dijimos — no hay confianza. Se que te ha dado cuenta de ello.

— ¿De qué diablos estás hablando? Te he contado cosas personales, de mí y de mi familia. Se que no soy el mejor expresándome pero carajo... lo intento. 

— ¿Y cuándo se suponía que me ibas a contar que te besabas con Elio? — preguntó entre dientes — Lo sé, Colin. Las miradas, las salidas, todo. Ambos me han dicho. Les pregunte varias veces que sucedía y ustedes dijeron que nada, que solo eran amigos. No sabía que los amigos se besaban.

— ¡Claro que no! ¿Cuándo se supone que te ha mentido? Nunca me preguntaste nada a mí, te he dicho que somos amigos, eso somos, amigos. Que nos besemos ya es otra cosa. No estamos en una relación.

— ¿Entonces por qué tanto te molesta que me bese con Emillie?

— ¡Yo... no me molesta!

Mentira.

Mentira.

Mentira.

—Claro que sí. ¿Por qué minutos? — frunció el entrecejo.

— No te estoy mintiendo Liam — chiste irritado levantándome de la roca seguido por el chico de anteojos. — Lo lamento, lamento si no te conté que compartía babas con Elio. — suspire — deberías mejor olvidar esto. Es tu vida. No debo meterme. 

— Colin, he sido bueno contigo todo este tiempo, me interesaba mucho conocerte porque eres un gran chico, de verdad. Te considero uno de mis mejores amigos, me importa tu amistad y no quiero que esos sentimientos lo arruinen ¿bien? Eso es todo. 

— ¿A qué te refieres con "esos"?

Liam me miró fijamente y sonrió ladinamente. ¿Con pena? ¿Vergüenza? 

— Tú sabes que sentimientos.

— Realmente no te estoy entendiendo.

— Es mejor así, Colin. Mejores amigos, seguir con esa amistad tan linda que hemos estado formando estos meses. Siento que es mejor.

Por Salazar. Mi cabeza explotaría, no podía verlo con incredulidad mientras él solo hablaba y hablaba. Sobe mis sien frustrado por la situación. Yo solo quería un rato agradable con él, si hubiera sabido que mi pregunta se transformaría en esto, preferiría quedarme en ese silencio.

— Carajo, no entiendo.

Liam dio unos pasos acercándose quedando frente a mí, sentí la brisa golpeándonos y mis dedos comenzaron a picar.

— No puedo dejar que suceda, lo siento.

— Liam, realmente quiero golpearte.

— Eso ya es normal en ti.

— ¿Por qué diablos no eres directo?

— Por no querer alimentar esperanzas.

— Pero... — me interrumpió desviando su mirada a mis labios para tragar en seco y mirarme a los ojos.

— A veces es mejor quedarse con la duda, que probar algo totalmente desconocido para ti y darte cuenta que te gusta y que eso se podría volver a tu adicción.

— Creo que lo entiendo. — entrecerré mis ojos apuntándolo — Eres un maldito miedoso, Liam.

— Es mi forma de pensar.

— ¡Forma de pensar! — solté una carcajada — A veces es mejor arriesgarte que quedarte con dudas de lo que hubiera sucedido, ¿Sabes?

— Sé lo que es mejor para mí.

— Sí, Emilie.

Negué meneando mi cabeza totalmente cabreado, no me gusta esta conversación, no me gusta para nada. Ya no estaba tranquilo, ni cómodo. 

— Si quieres que sigamos siendo mejores amigos, Liam. Bien, seamos mejores amigos. No voy a estar detrás de ti. Es tu decisión. - Seguir. 

— Debes entenderme.

— Eso hago. Solo no entiendo porque me estás diciendo todo esto cuando tu mirada dice otra cosa.

- Lo siento.

— Debo irme — avise, necesitaba irme de ahí — nos vemos en Hogwarts.

Sin respuesta de Liam, empiezo a esperar camino de regreso al castillo desanimado.

No sabía cómo Liam había descubierto lo que sucedió entre ambos, pero creo que solo nosotros nos dábamos cuenta de que había cierta tensión cada que estábamos juntos.

Digo, a mí no me disgustaba. Sí por mi fuera, mis labios ya conocían los suyos desde el primer día que hablamos. Deseaba tanto poder tocarlos.

Aunque él diga una cosa sé que es todo lo contrario. Él lo quería con la misma intensidad que yo, lo que no entendía aún es que se cerrara tanto a esa idea. 

Estoy aquí. |Colin Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora