Escondidas

476 25 0
                                    

El pequeño corría por el restaurante, a su alrededor los demás niños jugaban y divertían. Que envidia.

Por qué el tenía que soportar esto ?
Por qué tenía que sufrirlo ?

La vida es injusta.
Pero se conformaría con que su hermano no lo atrapará.

Pasaba por uno de los pasillos cuando tropezó, El tiempo se te acaba.

Sus lágrimas escurrían por sus mejillas temblorosas, se levantó con torpeza para seguir huyendo.

En algún momento termino termino frente a una gran puerta de metal oxidado, ya no tenía tiempo para dar la vuelta era demaciado arriesgado así que tenía 2 caminos, podía entrar o perder.

Abrió la gran puerta y se desprendieron varios olores de la habitación, como humedad y polvo, rápidamente entro y cerró la puerta sumergiéndose en la oscuridad.

Su vista se acostumbro y pudo apreciar lo que parecía un cuarto lleno de refacciones y herramientas.

La habitación estaba en muy mal estado, la humedad provocó que la pintura se dañara y también se enlamaran algunas zonas.

El piso estaba pegajoso gracias a un poco de aceite y suciedad derramada.

Al centro se ubicaba una mesa de metal con más basura y piezas dañadas.

Antes de que pudiera seguir observando, los pasos comenzaron a sonar del otro lado, termino por esconderse detrás de unas cajas en un rincón.

Justo a tiempo, cuando ya estaba escondido la puerta se abrió nuevamente y ellos entraron entre risas burlonas, ahora solo podías rezar por qué no te encontraran.

Los estruendos sonaban en la habitación, cosas se movían y caían, tu corazón se detuvo cuando una máscara de zorro rojo comenzaba a asomar por encima de las cajas.

Estabas acorralado, te arrastrarte hacia atrás en busca de una salvación que no existía.
El miedo evito que notarás el gran traje amarillo detrás tuyo provocando que con una de tus manos lo hicieras caer.

La cabeza del traje se desprendió dejando al descubierto una masa negra, se trataba de un cadáver en plena putrefacción.

Las larvas y moscas lo cubrían y cuando esté callo todas salieron volando dejando verlo con más claridad toda la sangre seca y la falta de ojos y tenía una expresión de agonía.

Si tan solo hubieras notado el repugnante olor y la sangre en el piso desde un principio.






×××

Michelle regresaba a casa después de la escuela, había si do un buen día, uno como cualquier otro.

Al pasar por una calle noto una pequeña venta de garage, una señora mayor le invito a echar un vistazo.

— pasa querida, sin miedo — dijo de repente, no la había visto.

— buenas tardes ! — rayos había sonado como una estúpida, por qué lo había dicho "gritando" ahora estaba un poco apenada.

— perdón — se disculpo la muchacha.

— no te disculpes también fue mi culpa, no debí asustarte así — retrocedió para sentarse en una silla.

— no quieres ver si te interesa algo ?

— si, gracias

Comenzó a dar vueltas por el patio, viendo algunas mesas con cosas interesantes.
Apreciaba este tipo de lugares pues podía encontrar muchas cosas.

— por qué está vendiendo todo esto, va a mudarse ? — trataba de ser amigable con la señora.

— algo así, mi hijo compro una casa y salieron muchas cosas viejas, así que me pidió que me des hiciera de algunas — se acomoda un poco.

— había cosas que estaban nuevas, regale algunas y las que sobraron las traje aquí a la antigua casa.

— hay cosas muy bonitas — tomo una muñeca con un despertador incluído entre sus manos para luego dejarla en el mismo lugar.

— lo sé, los dueños debieron tener mucho dinero en su tiempo.

Por el momento no encontraba nada de su agrado, ya casi terminaba de mirar cuando en una de las muchas cajas encontró algo adorable.

Se agachó para verlo más de serca.

Se trataba de un oso de peluche amarillo con ojos negros junto con un moño y sombrero morados, estaba sucio y maltratado pero tenía arreglo.

Se acercó a la señora y le mostró el oso — cuánto quiere por el osito?.

La señora sonrió

Ya se encontraba serca de casa, había intentado llegar rápido para poder lavar y arreglar al oso lo más pronto posible, una muy buena compra, no ?

×××

EVAN AFTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora