ACTO I

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El aire lo sofocaba, se sienta espeso por los miles de olores que se encontraban alrededor del pequeño joven, Wooyoung sentía como le sudaban las manos, las cuales tenía cuidadosamente escondidas en la gran sudadera de color negra que tenía puesta, un regalo de despedida que con mucho esfuerzo le habían dado sus hermanas, sus pequeños copitos omega como le gustaba llamarlas a pesar de ser mayores que él.

Los ojos del pequeño Wooyoung miraba tímidamente todos lo que sus lindos ojos color grises podían captar, estar de pie frente de esas grandes puertas era como un sueño.

¨HALAZIA SCH¨

Lee esa palabra para algunos era símbolo de terror, porque todos sabían lo difícil que era sobrevivir en esas instalaciones. Pero para Wooyoung era símbolo de esperanza y paz, pero sobre todo libertad. Al mismo tiempo tenía mucho miedo, temía por las 3 omegas que dejaba atrás, por quienes iba a entrar en ese lugar, por quienes está listo para afrontar lo que sabía, no iba a ser fácil. pero lo haría por ellas, para lograr algún día ser libres.

Wooyoung estaba terminando de bajar su última maleta, cuando lo sintió. El olor más delicioso que nunca antes había sentido, el aroma le recordaba a los pasteles de chocolate amargo que le hacia su abuela cuando iba a visitarla para las fiestas, pero la mismo tiempo el delicioso aroma a chocolate estaba fusionado con el olor que desprende un bosque luego de una fuerte lluvia, fuerte, pesado, pero al mismo tiempo embriagante y familiar.

Olía a hogar, y eso lo desequilibro completamente.

Su lobo al sentir el olor por primera vez se puso nervioso, movía su peluda cola, de alguna forma trataba de esconderse y a al mismo tiempo obligaba a su parte humana a buscar el origen de tan exquisito olor.

Sus ojos de bambi se movieron por todo el lugar hasta que lo vio, bajando de un gran auto lujoso, el cual Wooyoung solo lograba ver en las revistas de autos que guardaba celosamente en una gran caja de bajo su cama.

El exquisito aroma provenía de un chico que a simple vista Wooyoung logro ver que era de su edad o un año mayor, pero a diferencia del delgado cuerpo de Wooyoung el cuerpo del chico se veía más grande y podía adivinar que debajo de la ajustada camisa color negro se encontraban escondidos un perfecto abdomen marcado que podría ser la envidia de cualquier alfa. él chico tenía facciones fuertes y marcadas, pero al mismo tiempo delicadas que le hacían tener un aspecto elegante sin llegar a ser femenino, no podía ver sus ojos porque el chico llevaba lentes oscuros, pero lo que si podía ver claramente era un precioso y fino nido de cabello, del negro más oscuro que alguna vez le ha visto a alguien, por un momento se preguntó qué tan sueve podría llegar a ser debajo de sus manos.

Wooyoung sintió por un momento como todo desaparecía y solo quedaban él junto al chico que estaba entrando a las instalaciones como si no le importada nada de lo que pasaba a su alrededor, sin miedo, como si el mundo fuera suyo y nadie se lo podía arrebatar de las manos.

– ¿Wooyoung estas escuchando lo que te estoy diciendo? Es importante – fueron las palabras suaves de su madre las que hicieron despegar sus ojos del pelinegro.

– Lo siento, mamá – se disculpó rápidamente, era un momento muy importante y él se estaba distrayendo – me puedes repetir, te juro que voy a recordar cada palabra – sus palabras fueron suaves, concentrando toda su atención en su preciosa madre, quien lo había traído hasta la escuela para despedirlo.

– Te estoy diciendo que, si quieres nos podemos regresar, no es necesario que entres aquí, podemos buscar otra escuela – Hyumni sabia muy en el fondo, por qué su hijo estaba en ese lugar y no le gustaba, ella era la que debería proteger a sus cachorros – puedes volver a la casa de la abuela y vivir con ella, sabes que te va a recibir con las manos abiertas.

– Ya hablamos de esto, mamá – esta era una decisión tomada hace mucho tiempo y Wooyoung no se iba a retractar, había jurado que iba a entrar a esa escuela pasara lo que pasara y así lo hizo – estaré bien, sabes que no me va a pasar nada, es una escuela como cualquier otra – necesitaba tranquilizar a su madre, si ella quisiera lo podría llevar de vuelta, él todavía menor de edad y por mucho que lo negara su madre podía retractarse a dejarlo entrar a ese lugar.

–  Mi pequeño cachorro, no puedo hacerte cambiar de idea ¿verdad? – los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas al ver que hijo estaba tan aferrado en su decisión, no era malo. Todo lo contrario, la vida de su pequeño cachorro iba cambiar del cielo a la tierra con solo tener un pie en esa escuela tan prestigiosa, pero toda gloria necesita un gran sacrificio y todos sabían que Halazia sch. Solo era precioso por su impresionante estructura arquitectónica que en épocas anteriores era el hogar de grandes reyes – tus hermanas y yo te vamos a extrañar mucho, prometo que vamos a venir a visitarte cuando sea permitido.

Las palabras de su madre hicieron un gran clic en la mente de Wooyoung haciéndolo negar de manera rápida – no, no es necesarios que vengan, mamá, yo puedo ir a verlas. no se deben preocupen por mí, voy a estar bien, además este lugar está lejos de casa y no quiero que las chicas hagan este viaje tan largo solo para verme media hora – Wooyoung  sabia, por comentarios de varios de sus amigos que los primeros meses iban a ser difíciles y no quería que sus preciosas omegas lo vieran de esa forma, iba a tenerlas lo más alejadas posibles de ese lugar – Es hora de regresar a casa, mamá. No quiere que te agarre la noche en la carretera.

Mientras tomaba las maletas y su bolso de viaje miraba fijamente a su preciosa madre, la mujer por la que daría hasta su último aliento.

Por eso estaba ahí e iba a dar todo para alcanzar a ser el mejor del lugar sin importar sobre quien tuviera que pasar, porque en solo tenía un objetivo en mente y nada ni nadie se iba a interponer en su camino. 

 

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Boy In The Bubble | WOOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora