Harry tenía un pequeño (gran) crush con Louis desde los quince años.
La realidad, era que el omega se convertía en un manojo de nervios cuando estaba frente al alfa, dejando de ser aquel extrovertido y parlanchín muchacho. Su paz interior se alterab...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una hora después, Louis y Harry regresaron a la facultad.
La noche lucía más tranquila que de costumbre, un tanto más oscura. Los inicios de semana siempre eran lúgubres y en realidad, no había mucho estudiante rondando por el campus a altas horas de la noche, la mayoría prefería irse a dormir temprano.
En cambio, ellos estaban en la entrada del edificio para omegas, mirándose gracias a la luz que se proyectaba de las farolas.
Harry no dejaba de mover el pie, dando golpecitos en el piso y Louis quería echarse a reír, solo para alterarle más los nervios.
—¿Y bien? —insistió el omega. Sus ojos se estrecharon—. Estoy esperando...
—¡¿Cómo?! —Alarmado, se tocó el pecho—. Cielos, eso de ser padre primerizo no lo esperaba... creo que podemos-...