capítulo 3

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Nota: si llegaste hasta aquí gracias de verdad, cada uno de mis lectores así sean poquito son apreciados desde mi oscuro corazón. Trataré de actualizar cada dos días pero como soy buena y los quiero por ahora será diario😁. Ahora sí el capítulo.

Salimos a las calles de Roma, caminamos durante mucho tiempo, y aún que el tacón era algo alto no me molestó. Las calles parecían salidas de un cuento de hadas todo era tan bello, los museos, las iglesias con esos vitrales exquisitos, y apresar de que hablábamos muy poco el silencio no era incómodo era todo lo contrario, pero yo seguía buscando el momento ideal para confrontarlo con respecta a la talla del vestido y del calzado.

Cada lugar al que me llevaba tenía una historia y el me la contó, con cada cosa podía notar que teníamos mucho en común en cuanto a gustos.
A medida de que caia la noche el clima se ISO más frío y mi chaqueta no era suficiente y el lo noto y me terminó dando su abrigo. El cual tenía un olor masculino tenue pero embriagador era como una mezcla de menta y pinos.
El me llevo hasta la entrada de un lujoso restaurante en una de las calles principales, la elegancia desbordó por las ventanas de la entrada se notaba muy exclusivos de esos a los que tienes que hacer reservación.
En el recibidor pude notar que dentro tenían una tarima con una mujer vestida con vestido azul zafiro tocando un piano blanco de cola. La canción era melancolía pero muy bella.
El acomodador nos miro de una forma despectiva a medida que se hacerca y yo lo sabía teníamos que tener reservación.

-bienvenidos, me dice por favor a nombre de quien está la reservación- le pude entender perfectamente apresar de que mi italiano está algo oxidado.

-claro, el problema es que yo no ise la reservación pero estoy seguro de que algo se podrá hacer- a medida de que Nathan decía esto se fue acercando al hombre y metió la mano en uno de los bolsillos de su chaqueta, pude notar que eran unos cuantos billetes con varios ceros y se que el hombre también lo noto porque curvo su labio en aprobación.

-ho claro ya recuerdo, el señor y la señora Bodelerz, sígame por favor-
E

l hombre nos dirigió hasta una mesa en el fondo donde estaban los privados, era algo muy ostentoso.- pónganse cómodos pronto vendrá alguien a tomar sus órdenes- y sin decir más se alejo.
Nathan tomo el abrigo que traía yo puesto y lo coloco en el respaldo de la silla indicándome que tomara asiento, yo aún tenía mi chaqueta de cuero puesta pero no me la quitaría aún tenía ese extraño frío y el no tenía interés en pedirme que me la quitará.
Este era el momento
- tengo muchas preguntas que hacerte y es mejor que empecemos ya, en primer lugar como sabes mi talla en vestido y zapatos, yo creo...-
-buenas noches y bienvenidos, soy antua y está noche los atenderé aquí están las cartas y los especiales son, raviolis con salsa de trufas blancas y las cartas de ví...-

-queremos dos especiales y para tomar un vino blanco, eso es todo.- tanto el mesonero cómo yo quedamos con la boca abierta por el tono tajante que uso Nathan, el chico era muy joven y se fue como alma que llevar el diablo.

-lo siento prosigue- yo estaba muda no sabía ni que diablos estaba diciendo.

-he si claro, yo solo quería saber cómo sabes mi talla en calzado y ropa-
-me creerías si te digo que adivine-
-no-
-pues es todo lo que diré, pero tranquila muy pronto muchas puedas encajar y tú entenderás por ahora solo quiero que comas algo y te llevaré al hotel y si no es mucho pedir quiero que vengas a conocer a mi familia mañana-
-estas de broma, no respondiste, y quieres que una desconocido esté en tu casa mañana a saber dios que, no-
-para mi no eres una desconocida, acaso no eres Anna Stronj?-
-toche-

El resto de la noche solo me dió evasivas a cada cosa que le pregunté y me estaba irritando en definitiva no iría a ningún casa mañana, tenía que empezar mi búsqueda de sucesos de niños desaparecidos de hace 18 años atrás.

Después de la cena la cual devore, no me avía dado cuenta de lo hambrienta que estaba, me acompaño de regreso al hotel en un taxi, ya en la reseccion se despidió con un beso en la mejilla.
-recuerda que estaré aquí en la mañana -
Si claro, muy lindo, seguro quieres mis riñones verdad.
-si claro- en la mañana me cambio de hotel y empezaré mi búsqueda de respuesta, y así sin más se fue.
Una hora más tarde ya en mi cuarto de hotel después de una ducha y recordar que no tengo ni una pijama, trato de hacer memoria de donde estaban las tiendas de ropa que ví en el paseo y la gran biblioteca ese sería el lugar para encontrar respuesta estoy segura. El teléfono que está en la mesa de noche junto a la cama comienza a sonar, eso me tomo por sorpresa.
Al descolgar la bocina escuché una voz muy familiar.
-cariño, Anna, estás hay.-
No sabía que hacer, era mi madre, estaba en reseccion, como me encontró, cómo supo en qué hotel, estás preguntas y muchas más las tendría que responder, estaba arta de que nadie me dijera nada.
La veo a los ojos al abrir la puerta, se abalanza sobre mi y me abraza y yo le correspondo apenas tengo unas horas que no la veo y siento que fueron años. No veo a papá en el corredor a venido sola, por un breve momento sentí que todo era como antes.

- madre ¿ Cómo me encontraste?

-mi anna, lo siento, rastreamos tu tarjeta, no debiste escapar, no terminamos de contarte todo-
No puede ser avía más, si, señores y señoras la más boba. Me gano el premio de loca del año tenía que salir corriendo en medio de todo sin esperar el final, clásico de mi.
- puedo pasar-
- si mamá, claro pasa, lo siento, es que esto es...-
-tranquila, ahora siéntate a mi lado, pues lo que te diré, no será tan fácil de asimilar-


Haaaáaaaaa, que oso, que le dirá su mamá, ñameñame. Será para el otro capítulo, muchas cosas se aclararan

saga de las lunas de sangre . libro 1 Dark QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora