saga de las lunas de sangre . libro 1 Dark Queen

capítulo 7

No estaba segura cuánto tiempo teníamos en el aire, hace más de treinta minutos estaba mirando todos los gestos de papá, se notaba algo tenso desde que mamá hablo de convertirme, y si algo se de Jared Stronj, es que es muy expresivo pero ahora se nota casi en otro mundo. El estaba a mi lado y madre en frente de nosotros sentada, le pidió a la asafata amablemente un boul de chocolatinas para mí.

Tome la mano de papá creyendo encontrar un cambio, lo que sabía de los vampiros era muy limitado y los libros decían que eran no muertos, fríos y muy blancos, pero ellos tenían buen semblante.

- sucede algo- papá me apreo levemente la mano

- es que esperaba que... No sé... No estás frío, digo no como un muerto-

- pero que dices- eso pareció aliviar su tensión porque tanto el como mamá se echaron a reír.

- no estamos muertos, los vampiros no son como los pintan en los libros, somos muy parecidos a los humanos, claro que en la antigüedad los mismos vampiros inventaron esas historias para poder pasar mejor desapercibido, mientras los humanos buscan mounstro, nosotros podíamos tener una vida ordinaria y hasta ayudar a cazar dichas bestias.

- un ejemplo de eso es que no estamos muertos, solo transformados, sangre corre por nuestras venas, es muy difícil atravesar nuestra piel, pero si es posible, acaso creías que los vampiros eran tan blancos como la cal. No. Hay vampiros de tes oscura, o acaso creías que las personas morenas al ser transformados se hacen Blancas. Eso no tiene sentido.

- si lo ponen de ese modo suena algo tonto-

- hay vampiros que nacen siendo así. Y otros son convertidos cómo yo, tu padre por ejemplo es un vampiro que fue nacido al igual que su hermano. -

El mundo de los vampiros era mucho más complicado y fascinante de lo que yo pensaba, ni con todas las películas de vampiros que ví, me prepararon para algo como ésto.

-Hay una cosa que no entiendo bien, la abuela, ella es... Cómo decirlo-

- está vieja- mamá termino por mi se rió sutilmente sin despegar los labios.

- bueno si, es solo que bueno, usted se ven tan jóvenes-

- digamos que la historia de tu abuela es solo de ella y si existe alguien que puede contarla es ella, se lo puedes preguntar cuando lleguemos.-

- la abuela nos está esperando en casa-

- no, nosotros vamos camino a Gales a visitarle, tu tío también estará allá y sus hijos, están muy emocionados de que por fin sabes todo- papá seguía apretando mi mano.

-Deberías comer algo cariño y dormir, te despertaremos cuando estemos por llegar-

Ise caso a mi madre. Y comí algo de lasaña que me trajo la azafata, la cual al sonreírme me mostró sus filosos incisivos y me guiño un ojo, ahora entendí el porque mis padres no se molestaron y hablar más bajo, creía que era porque no podía escucharnos estando en la cosina que está en la otra cabina. Cuántos vampiros estan caminando por las calles sin que muestren su verdadera Naturaleza.

Después de un rato pensé en la abuela y mi tío y en mis atolondrados primos. Hace semanas no los veía. Estaba en el mismo instituto que mis primos. Pero cuando llegó la época de vacaciones se fueron a Gales con su padre, Logan era de mi edad y Dominik un año mayor. Era mis aliados y mejores amigos. El viaje hasta Gales duraría un poco más.

Ya pronto aterrizamos y no se porqué senti algo raro. El echo de estar cada vez más lejos de Nathan, me hacía sentir una incomodidad. Quería salir con el. Por más misterioso que fuera. Pero tenía la idea loca de que lo vería muy pronto.