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— Carajo—dijo al aire.

— ¿Carajo qué?—preguntó al aire también, no esperando la respuesta. Volteó y la vió.

— Ah, podemos pedir que nos cam-

— Ya no hay habitaciones disponibles.—sentenció, el nivel de paciencia que le tenía al mundo en general estaba bajando abruptamente porque, aunque él la quisiera, no era una decisión que podría tomar él mismo, y le daba mucha vergüenza preguntar, además de que destrozaría su orgullo.

— Podemos pedirle, no sé, al Papu y a Ota que nos cam-

— No, ellos también tienen una, a propósito

— Ah, y ¿los demás?

— No quiero molestar, ya bastante tienen conmigo en general

Wow qué, ¿por qué me lo admitiría así?, que raro. Mira vos, no sabía que tenía este lado, me hace enamorarme má- no, Julián no, ya lo hablamos, puta madre, ¿cómo es que te enamoraste de este tipo?

Julián sacudió su cabeza y Enzo lo miró confundido.

— No te preocupé', voy a dormir en el piso, después pasame una almohada de la cama—dijo con su característico acento cordobés

— Eh, ah, si... ¿seguro?

— Cien por ciento—aseguró el castaño, aunque su cuerpo no estuviera de acuerdo.

No hay manera de que duerma a su lado sin querer abrazarlo o algo, de seguro se ve lindo cuando duerme, ahg no, basta.

Es que lo quería tanto que lo odiaba, el chico simplemente era un irrespetuoso, un maleducado, un pelotudo con todas las letras. Pero, después de esa vez que lo acorraló contra la pared en el vacío vestuario de River y le dijera un par de palabras para que bajase unos cambios, su actitud cambió un poco, al menos con él.

Y eso lo ponía feliz por alguna razón que hace unos cuantos meses no entendía cuál era.

Fernández lo trataba con un poco más de respeto, y a veces, muy sorpresivamente, intentaba iniciar una, aunque mínima, conversación con él.

Y aunque le costara admitirlo, le empezó a agradar su compañía, cómo era, "un delincuente" según muchos, un poquito tímido con él ahora, tampoco exageremos. Y en un abrir y cerrar de ojos, lo quería como algo más que compañeros o amigos.

Agregando que quería que le golpease otra cosa con esa fuerza que tenía al levantar pesas.

Sos un pervertido, cómo se te ocurre, ni que tuvieras la oportunidad tampoco. O sea, ¿Enzo? ¿correspondiendo a lo que sentía? ¿fijándose en alguien tan normal como él? Ni ahí.

⭐⭐⭐

Enzo si lo hacía, le correspondía, sin saberlo. Le había agarrado el gustito a esa simpleza y esa calidez que brindaba el castaño. También le atrajo lo cambiante que podía ser, su verdadera personalidad, valiente y audaz en situaciones donde se necesitaba, no se dejaba acobardar por nada, aparte de lo empático que era. Eso le encantaba. Le costó admitirlo para sí mismo, mucho.

Quiero dormir con él.

⭐⭐⭐

El cordobés dejó caer una frazada gruesa que serviría como colchón. Mañana me quejo en la recepción.

— Estos boludos, nos habían dicho que había dos camas

— Callate de una vez y andate a dormir, que ya es bastante tarde, el que debería quejarme soy yo que tiene el piso. Buenas noches, despertame si necesitá' algo

— Vos... también.

Y es que no entendía cómo se equivocaron, ¿no se supone que tienen un puto sistema dónde dice "esta habitación tiene cama matrimonial" o lo que sea?

Yo hubiera estado bien, pero no quiero incomodarlo... pero está en el piso... y hace frío...

— Che, ¿ya estás dormido?—preguntó despacito en la oscuridad.

— Eso fue rápido. Y no, ¿Por?

— Eh, bueno, quería saber si, ehh-

— Decime

— Siqueriasdormirconmigo

— No entendí nada

Menos mal, que te noto ahí incómodo en el piso, preguntaba si querías usar este espacio de la cama—señaló con el brazo su costado izquierdo.

— ¿Vos tenés compasión? La voy a aprovechar entonces

— Te voy a patear de la cama si seguís diciendo esas cosas estúpidas

Mejor hacé otra cosa... Bien bien, ya voy

Álvarez tiró primero su almohada a la cara del contrario, y luego se tiró él mismo en el costado antes señalado.

Quería caer encima de él...

Quería que cayera encima mío.

Se acomodó debajo de las sábanas, y se dijeron buenas noches nuevamente.

Ninguno de los dos se atrevió a darse vuelta para observar al otro ni quisieron mover un músculo durante toda la noche. Les costó dormirse por la cercanía, pero eventualmente la ignoraron porque sabían que mañana iba a haber un entrenamiento matutino al que debían ir con todas las energías.

⭐⭐⭐

gracias por leer, nos vemos en el próximo capítulo ❤️

pd:
pensamientos individuales

pensamientos que comparten

una cama, sin s || Enzo y JuliánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora