Taeyong se las arregló de alguna manera para mantenerse respirando. No había nada del pánico que había sufrido cuando era niño, incluso cuando el chorro de agua fría le desorientó, y todo su cuerpo se hundió. Mantuvo la calma y contuvo la respiración.
Esa parte fue la más difícil, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que quería vomitar. Era difícil contener la respiración cuando lo único que quería hacer era vomitar.
―Vamos, quédate conmigo, chico. Puedes hacerlo.
¿Jaehyun?
Esa fue la voz de Jaehyun, la que Taeyong pudo oír. Debió haber viajado por las corrientes, porque cuando Taeyong despertó otra vez, no pudo ver a KyungSoo o Hendery en cualquier lugar.
Vio a un gran lobo negro. El mismo que pertenecía a la forma animal de Jaehyun. Sus ojos brillaban de color rojo, y estaba mirándolo directamente.
―Eso es, respira, vamos. Respira para mí, chico. ¡Vuelve!
No sólo era la voz de Jaehyun. Esas fueron las palabras exactas que Jaehyun le había dicho cuando Taeyong casi se había ahogado hace tantos años.
Taeyong se dio cuenta de que estaba en la parte superficial del agua. Había logrado de alguna manera sacarse a sí mismo hacia la parte menos profunda del río, cuya corriente era furiosa detrás de él, y estaba sobre sus manos y rodillas. Las cuerdas estaban todavía en su lugar. Taeyong estaba frío y tembloroso, pero también estaba teniendo problemas para moverse.
―Jaehyun, no puedo. No puedo, ayúdame― le llamaba, pero cuando parpadeó, el lobo negro se había ido.
Taeyong estaba solo, frío y sangrado en el bosque, y al parecer estaba viendo y oyendo cosas. No tenía otra opción, se arrastró torpemente fuera del agua, arrastrando su cuerpo, la mayoría del cual ni siquiera sentía debido a la cantidad de frío.
Era extraño cómo se sentía aún más frío una vez que estuvo fuera del río, pero la voz de Jaehyun en el interior de su cabeza le siguió conduciendo.
―Eso es, buen trabajo, buen muchacho. Estás bien. Lo hiciste.
Taeyong se desplomó contra un árbol cercano. Cogió un pino, algo con ramas caídas que ocultara su cuerpo y darle cierta protección contra la suave brisa, que se sentía como agujas en su piel. Tenía la esperanza de que si KyungSoo y Hendery venían a buscarlo, correrían de largo a él si no podían verlo en este lugar.
La corriente debe habérselo llevado antes de que pudieran detenerlo, o eso, o que ambos habían sido demasiado cobardes para ver como Taeyong se ahogaba y habían dado la vuelta y huido después de que cayera en el agua, porque no querían ver la vida de un hombre saliendo de él. Tan frío, tan frío.
―Estás bien chico. Te tengo. Santa mierda, te tengo. No vuelvas a asustarme así nuevo.
Jaehyun le había abrazado en ese entonces, maldiciendo y suspirando su gratitud por el hecho de que Taeyong no hubiera muerto, y el cuerpo de Taeyong súbitamente se fue calentando, como si estuviera en este momento sintiendo el cuerpo de Jaehyun envolviéndolo con su calor alrededor, y Taeyong se quedó dormido así, sus manos en su estómago. Esperaba que su cachorro se encontrara bien. Sólo necesitaba un minuto para descansar, y entonces podría tratar de sacar esas cuerdas fuera de él, y luego tal vez averiguaría dónde se encontraba para que pudiera volver con Jaehyun.
🐺
―¡Taeyong!―Jaehyun llamaba, ahuecando las manos alrededor de su boca para que el sonido viajara más lejos. Sabía que Taeyong tenía un excelente sentido del oído, incluso mejor que Jaehyun o cualquier otro lobo en la manada gracias a los dos pares de orejas, pero nunca hubo ninguna respuesta, y Jaehyun estaba perdiendo su maldita mente ―¡Taeyong!