4. El Sofá

1 0 0
                                    

Amar a una persona y convivir con ella sin necesidad de hablar es otro nivel de conexión.

Me duele admitir que sentí que teníamos algún tipo de conexión, porque ví que solo era lo que yo sentía y nunca supe si de verdad sentiste lo que yo.

Aquella tarde que regresamos juntos al apartamento de nuestro amigo nos sentamos en aquel sofá, el más grande de la sala. Hablamos, comimos helado, nos quisimos de una manera que no puedo explicar con palabras. No hacia falta decir nada, nuestras acciones hablaron por nosotros.

Nos recostamos, yo debajo y tú sobre mi pecho, aquel lugar en el que reposa mi corazón, que no se rehúsa a dejarte ir. Yo acariciaba tu cabeza mientras tú descansabas tranquilo hasta dormir. No sé si era instintivo, sólo continué mientras te observaba descansar como una madre ve a su hijo con tanto amor, hasta que de momento también me rendí en el sueño.

Te tenías que marchar, aunque no querías era tu deber. Teníamos tanto amor para darnos y tan poco tiempo para hacerlo. Nos dimos varios "últimos" besos y abrazos, las despedidas no eran lo nuestro, después de todo. Hasta que te fuiste. Y ahí me quedé en la sala. En aquel sofá. Me comí el resto de helado que quedaba.

Ahora que miro hacia atrás veo aquel momento como un paralelismo. Tal vez te tenías que marchar de mi vida aunque así no lo quisiera. Y aunque mis deseos sean muy fuertes, no tengo la obligación de atarte a mí y que te aferres a mí.

Tal vez no tenga razón en mis palabras, porque nunca supe lo que pensabas. Sin embargo, creí que me amabas tan fuerte como podías y, a pesar de todo, soy feliz de que lo hicieras, de que me tratases con tanto cariño a tu manera. Supe percibir tu forma de querer y la acepté aunque quedé destrozada por la misma razón que te quise.

Siempre me pregunto si volveré a ese sofá contigo en mis brazos, o si al menos estaré en otro sofá con alguien más que me ame. Me ha costado volver amar de la forma en que aún te amo y pensar en alguien más de la forma en que aún te pienso. La gente a mi alrededor me dice que todavía estoy joven y que tendré otras oportunidades y experiencias, pero es que no vale la pena vivir tanto si voy a estar sola, sin ti, si no tengo algo más que llene mi corazón vacío. He intentado de todo para olvidarte y simplemente no puedo. Aunque suene egoísta, ojalá te doliera tanto como a mí. Es lo que he deseado desde entonces. Porque no siento que sea justo que llore tanto por una persona a la que no le importe.

En fin, de momento no tengo sofá ni alguien a quién abrazar. Mientras tanto seguiré intentando arrancar de mi pecho tu nombre y de mi mente tus recuerdos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 23, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Flashbacks de un amor fallido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora