𝐈𝐈

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Alex tomó la taza de café entre sus manos

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Alex tomó la taza de café entre sus manos. Eso ayudaba con el frío mañanero que cubría y pasaba su cuerpo. Sopló ligeramente para intentar enfriarlo un poco antes de tomarlo, y así evitar algún accidente.

Había levantado a sus padres y a sí mismo lo suficientemente temprano como para que el sol apenas y se asomara, pero ésto era mucho más importante que solo dormir unas horas más.

Los tres estaban en la cocina esperando la tan ansiada llamada, que a decir verdad, los dos adultos ya habían perdido esperanza, pero el joven seguía con la intuición de que sucedería en cualquier momento.

—Repíteme una vez más— Lorraine rompió el silencio— ¿Cómo fue que ese chico llegó a presenciarse para ti?

Alex carraspeó su garganta. Pasó el trago de café y se dignó a hablar.

—Fue una visión, porque un sueño no puedo haber sido. Era demasiado lúcido.

Sus padres se miraron entre sí, no sabían que pensar al respecto.
Es decir, podía haber heredado el don clarividente de su madre, pero, ¿A tan avanzada edad?

La mujer había desarrollado ese mismo don cuando era una infante, pero Alex nunca había dado indicios de ser así. Podía sentir cosas pero en el mismo momento en que sucedían, no antes.

—¿No has pensado en la posibilidad de que haya sido un viaje astral?— cuestionó Edward, sosteniendo la mano de su mujer.

Su hijo se quedó pensando, también era una opción pero él no contaba con aquella práctica como para que haya salido tan bien.

Antes de que pudiera contestar deliberadamente, la llamada por fin llegó.
El teléfono de la casa empezó a sonar, así que Lorraine se levantó de su asiento y caminó hacia él, contestando de inmediato.

Ed y Alex se quedaron en silencio, pero al notar que no podían escuchar a la persona de la otra línea, prefirieron entablar una conversación corta.

—Donde sea que ésto esté pasando, espero que no sea muy lejos— dijo el hombre, sacando su celular para empezar a buscar lugares al azar que se asemejaran a lo que su hijo había descrito— No es por los gastos, si no, ¿Dónde nos vamos a quedar?

El pelinegro asintió, pensando también en ello. No quería volver a mudarse, pero no era mucha opción.

Hacía ya un tiempo que habían dejado de atender este tipo de casos, el dinero no faltaba pero empezaba a flaquear, así que había llegado en el momento justo.

—Y espero que no sea algo tan extenso— Alex se recargó en el respaldo de la silla, mirando hacia su taza de café.

Ed lo observó, sabía por qué no deseaba meterse en otro tema así, y de todas formas se obligaba a sí mismo.

𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒚 𝑴𝒐𝒐𝒏 (𝑸𝒖𝒂𝒄𝒌𝒃𝒖𝒓 𝑨𝑼) [𝑬𝒏 𝑷𝒓𝒐𝒄𝒆𝒔𝒐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora