Mar es una de las jugadoras más calladas, tranquilas y dispuestas a ganar en la historia de Gran Hermano. Todos hablan sobre ella, pero, ¿Ella realmente tiene a su favor el voto de la gente?
↳ (GRAN HERMANO FANFIC)
GRAN HERMANO 2022
𝐌𝐎𝐎𝐍 𝟐𝟎...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MAR TOMÓ UN RESPIRO AL VER QUE LA CASA lucía tranquila, como si las ultimas siete semanas no hubiera sido un quilombo. Todos los armaron alguno se habían ido y, aunque Mar no se había metido en ningún bardo, se sintió tranquila.
Estaba entrenando con Marcos cuando Maxi abrió la puerta del gimnasio, —Eu, Gran Hermano nos llama al confesionario a todos.
Mar elevó una ceja, —¿A todos?
Maxi asintió.
Ella sabía que era por la situación que había pasado esta semana, la única situación que a Mar le pareció grave fue la pelea que había tenido Alfa con las chicas.
Se mordió el labio mientras iba al confesionario y se sentaba en un pedacito del sillón, escuchando atentamente la cagada a pedos de Gran Hermano. En resumen, Gran Hermano no iba a permitir que se estén insultando en peleas y que el bullyng no iba a ser permitido.
A Mar esa decisión le pareció perfecto.
No había mucho que hacer, Romina había salido como líder de la semana, cosa que Mar la felicito con orgullo. Se lo merecía.
Mar tomaba café con leche mientras miraba divertida a Julieta y a Coti jugando a pelearse. Eran unas nenas.
Juli se acercó, tocando el hombro de la castaña. —¡Mancha!
Mar hizo un puchero, —¡No se vale! Todavía no termine de tomar mi cafecito.
Juli saltó, —¡Dale Maaaar!
La mencionada giro los ojos divertida, comenzando a correr y las dos rubias gritando. Mar agarró a Coti.
—¡Que traidora, Mar! Pensé que estabas de mi lado.
Mar río, alejándose mientras tomaba su café.
Eso hasta que la voz de Gran Hermano la asustó, —Mar, al confesionario, por favor.
Uh, cierto que hoy es miércoles.
—¿Puedo llevar mi cafecito, Big?
—Si, podes llevar tu cafecito, Mar.
Mar dió un mini saltito, para luego ir al confesionario. Se sentó en el sillón rojo, acercándose al sillón. —Hola Big, buen día, ¿Como estas?
