✧ Anafase II ✧

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Una vez más la oscuridad le rodea, extraña la falta del calor ajeno, de la seguridad que hacía sentir en su pecho...

Un ruido hueco comienza a inundar sus oídos, voces, risas, el rechinar de las puertas, suspiros, la respiración de las personas, sus dedos rozando las superficies y texturas, el sonido de los labios al besarse, los tacones de las personas que pisan el suelo, tan de repente como ha llegado a sus oídos; todo calla a un sordo ruido que le aturde. Entonces abre sus ojos, mareado, todo le da vueltas, lleva su mano a la cabeza esperando que las vueltas paren, está rodeado de una luz opaca y azul, aquel ruido opacado por las paredes es música, Crim3s, reconoce el ritmo de una de las canciones que suenan desde el exterior.
Aclarando su vista se da cuenta que está dentro de cuatro estrechas paredes de un baño, estas adornadas de grafitis: estrellas, ojos, palabras y propuestas de amor así como acusaciones a nombres que no logra reconocer.

"¿Quién eres?"

Una voz que suena de la nada lo hace soltar un suspiro en busca del responsable, encontrándose el las paredes aquella misma pregunta que escuchó hace un momento, a cualquier lado que voltease aparece la interrogante escrita con pluma, plumón, lápiz, y también viendo el dibujo de un rostro oscuro decorado con cinco ojos que por alguna razón le genera escalofríos.

"¿Quién eres?"

Tomándole por sorpresa, aquel dibujo parpadea insistiendo aquella voz adimensional. No comprende lo que está pasando, hace unos momentos vio como el techo de aquella casa le caía encima y ahora despierta en el baño de una discoteca. No entiende, su cerebro debe estar jugándole una muy mala, debe ser el limbo, debe estar muerto. No encuentra otra explicación.
–soy Ilati...–responde a la nada.
"¿Quienes son tus amigos?" Recuerda la pregunta de quien ahora le duele siquiera recordar su voz.
–mis amigos son...Moderna, Negativo, Aracne...Ülum –su voz quiebra tras llegar a su mente el crudo recuerdo, recordando la mirada de lo que ya no tiene vida–¡maldita sea! Está muerto.
Solloza llevándose las manos al rostro.
–¡oye, amigo! ¡Drogate en otro lugar! Algunos necesitamos usar el baño –grita una voz que golpea la puerta metálica del pequeño cuarto en el que él está.
El joven se disculpa abriendo la puerta, pero para su sorpresa no hay nadie, ni siquiera en el baño en general, los cubículos están vacíos.
Sale del baño escuchando ahora con claridad la música experimental que inunda el lugar, las luces llenas de color que iluminan su camino, El Fuerte olor a alcohol y colonia. Tantas personas bailando y dificultando su paso hacia quien sabe dónde, en busca de alguna respuesta quizá. Llevando su mirada de un lado a otro, chocando con rostros que no conoce, buscando entre aquel mar de cuerpos pululantes un rostro conocido, y entonces lo ve, no puede creerlo, el latido de su corazón reemplaza la música del lugar escuchando solamente el palpitar en su cerebro.
–Ü...lum...¡Ülum! –grita el nombre de su amigo quien se encuentra conversando con unas personas.
Ilati abre paso de entre la gente, corre hacia el joven, ya quiere abrazarlo, que todo esto solo sea un mal sueño y por fin despertar o al menos encontrar la paz de la muerte. Pero apenas el nombrado se gira a verlo, lleva su puño al estómago del peliblanco hundiendo este en la piel del joven lanzando su cuerpo hacia atrás.
–¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡Ni creas que te dejaremos escapar está vez por tus estúpidos agujeros de gusano, cobarde! –.
Aquel comentario de quien creía es su amigo le toma por sorpresa, se incorpora del golpe notando como el contrario empuña sus manos brindándole una fulminante mirada, no solo él, Moderna y Negativo le brindan la misma mirada de odio, el joven no comprende lo qué pasa, las personas de su al rededor crean un espacio entre ambos jóvenes, algunos ríen, otros se asustan. Ilati retrocede de ellos hasta chocar con alguien quien deja posar su mano sobre el hombro del menor. Alguien a quien aquellos chicos también ven con odio.
–Aquí estás, Ilati... –Dice el extraño.
–Genial, llegó tu novio –gruñe Ülum volviendo a su asiento haciendo que las personas del lugar volvieran también a lo suyo.
Ilati lleva su mirada al alto sujeto encontrándose con un rostro nada conocido.
–¿quién eres? –.
–Ven conmigo y aclararé todas tus dudas – responde aquel hombre de nula expresión.
–la última vez que hice eso no resultó nada bien –responde el joven alejándose del hombre.
–¿nada bien? Ya veo. Suerte entonces, Ilati –se encoge de hombros girando hacia el lado contrario al joven.
–¿Cómo sabes mi nombre? –.
–Ven conmigo... –frena su andar echando un vistazo por encima de su hombro al joven.

IlütuXzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora