Estaba tirada en el sofá mirando al techo, sentía mi cabeza doler y mis ojos picaban por las lágrimas que querían brotar de estos. La última persona en darme el pésame se había ido ya y los único que me acompañaban eran mis pensamientos y una botella de Coñac, la favorita de mamá.
Sonreí con melancolía y tomando la botella llevé esta directamente a mis labios, el líquido bajó por mi garganta dejando una sensación ardiente a su paso, y pensé, todos estos años viéndola sufrir y tratando de ser fuerte; evitando romperse para que yo no lo hiciera. Tantos médicos dando falsas esperanzas de recuperación para que al final, el cáncer me la arrebatase sin compasión alguna.
Cerré mis ojos para evitar que las lágrimas saliesen y escuché pasos que trataban de ser silenciosos acercarse a mí.
-Señorita Nicha, su padre ha programado su vuelo a Corea del sur para dentro de dos días-Yo solo reí mientras negaba.
-Esto es el colmo, mi madre acaba de morir y ni siquiera puedo llorar en paz-El silencio se hizo presente-Dile que iré cuando lo crea prudente-Hice un movimiento con mi mano para despedirlo pero el hombre no se movió de su lugar.
-Me temo que no será posible señorita-Yo abrí mis ojos y lo miré, parecía nervioso-Ya ha preparado también su matricula en la preparatoria a la que antes asistía-Hice una mueca, esa era sin lugar a dudas la peor de todas, un montón de niños mimados e insoportables era lo que más abundaba en ese lugar.
-Ya veo, así que no tengo más opción que hacer lo que él dice-Asentí para mi misma mientras mordía el interior de mi mejilla-Bien, muchas gracias Kunpimook, puedes retirarte-El asintió pero antes de que siquiera diera la vuelta para marcharse lo detuve-Dile a mi padre que no es necesario esperar dos días, mañana mismo viajo a Corea-El asintió dudoso mientras se retiraba dejándome de nuevo sola en el gran salón.
No sé en qué momento me dormí, supongo que al final el cansancio físico y mental fue mas grande que yo y gracias al alcohol sucedió más rápido, me desperté sintiendo mi cabeza martillar junto al dolor de mi cuello y espalda por haber dormido en una mala posición. Me senté correctamente en el sofá llevando una de mis manos a mis ojos cuando la luz me cegó momentáneamente, vi en la mesita frente a mí dos aspirinas, un vaso de agua y junto a estos una nota.
Tomé esta entre mis dedos y la leí.
"Espero que después de tomar las pastillas se sienta mejor, por cierto, su vuelo a Corea sale a la 1:00 pm, que tenga buen día señorita".
Hice una bolita de papel con está cuando terminé de leerla y tomé las pastillas junto con el vaso de agua y tragarlos, no me había dado cuenta que mi garganta realmente necesitaba el agua hasta que sentí el alivio en esta.
Me levanté de mi lugar y me estiré oyendo mis articulaciones sonar por haber dormido en el sofá, miré la hora en el reloj de pared que había en la sala y maldije por lo bajo al ver la hora, 12:15, tenía exactamente 45 minutos para prepararme y salir al aeropuerto y ni siquiera había hecho mis maletas, soltando un suspiro pesado camine con pesadez las escaleras hasta mi habitación y caminé directamente a mi armario aunque lo único que quería era tirarme en mi cama y dormir, saqué una maleta y empecé a llenarla con lo que consideraba esencial ya luego me encargaría de comprar más ropa cuando llegará.
Cuando terminé caminé hasta el baño mientras quitaba mi ropa en el camino hasta entrar en la ducha, abrí la llave de la regadera y sentí el agua tibia impactar contra mi piel sacando un suspiro de satisfacción de mis labios, lavé mi cabello sintiendo la presión y el dolor en mi cabeza disminuir poco a poco, a pesar de lo que quería salí pocos minutos después ya que no podía darme el lujo de tardar mucho más tiempo, me sequé con la toalla y me puse la ropa que había dejado ya sobre la cama, algo cómodo pero abrigado suspiré mientras tomaba mi maleta y salía de mi habitación bajando las escaleras hasta salir de mi casa donde un auto ya me esperaba para llevarme al aeropuerto.
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Prohibido|Mimin
FanfictionExistiendo tantas personas atractivas e interesantes en el mundo, absolutamente nadie se compara con esas que son prohibidas, porque de lo prohibido nace el deseo. Así como Eva comió del fruto prohibido, así como Paris se enamoró de Helena, así como...