-¿Porque me gustas?, bueno en primer lugar eres una chica amable y dulce, tan dulce como la miel, pero creo que también seria que eres una chica grandiosa en la que puedo contar siempre, eres muy linda, es por eso que te amo, tomatito
-en serio, no...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
29 de Enero
Una chica castaña de piel pálida y ojos miel se encontraba enfrente de la puerta de una casa apunto de tocar pero tenía nervios de tocar, en la acera se encontraba su amiga echándole ánimos para que tocara, suspiro y se dispuso a tocar pero en eso la puerta se abrió dejando ver a un chico un poco mas alto que ella castaño de ojos cafés, piel clara y un semblante serio.
-oh buenos di....
-¡NORMAN TOMATITO ESTA AQUI!
<<¡¡TOMATITO!!>>
La chica sintió sus mejillas arder pero tenia que calmarse, en vez de Norman llego una castaña que le sonrió.
-buenos dias, Xime, lista para un día mas de clases
-si, ademas estoy emocionada por hoy
-enserio, ¿hay algo en especial hoy?
La chica negó y miro hacia otro lado, ese día esperaba que sus amigos la felicitaran ya que era su cumpleaños, pero parecía que no lo recordaban, miro a la acera encontrando a su amiga quien la esperaba con una sonrisa.
Mientras veía hacia su amiga vio a otros dos de sus amigos, en eso la castaña salio junto con el castaño, dejándola en la entrada.
-buenos días Xime
-oh, buenos días Norman
-feliz cumpleaños
La chica lo miro sorprendida -te acordaste, los demás no se han acordado
-¿no?, entonces hay que decirles
-¡no!, prefiero que ellos se den cuenta, pero estoy bien
-esta bien
El albino sonrió y los dos se dirigieron con sus demás amigos quienes los esperaban.
El camino a la escuela era normal, todos parecían ser los mismos, solamente habían olvidado el cumpleaños de la de ojos miel, durante el camino Hikari una de sus amigas se la paso hablando con ella pero no menciono su cumpleaños en todo el camino.
-¡llegamos!, bien aquí nos separamos, nos vemos en el descanso- dijo Emma con una sonrisa
Y dicho y hecho cada quien se separo para irse a sus clases, al llegar a su salón encontró a una chica pelinegra afuera revisando algunos papeles, en cuanto esta se dio cuenta de su presencia la saludo.
-oh buenos días Ximena, ¿vienes a clase?- la chica asintió -bien, ahora que recuerdo, hoy es tu cumpleaños ¿cierto?
-si
-entonces, feliz cumpleaños
Ximena sonrió -gracias, Susan
-¿mi hermanito ya te felicito?- negó -¡no te a felicitado!, cuando lo vea le diré algo, no puede hacer eso, tu lo felicitaste en su cumpleaños
