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15 de septiembre 1977
Desde la torre de astronomía se podía observar la gran extensión de los campos de Hogwarts, y si contabas con una buena vista, o un buen telescopio, lograrías ver a dos pequeñas figuras moverse en medio de tanto verde.
Los mejores alumnos de su generación, con los que jamás debías meterte. No solo por su gran técnica en duelos, su experiencia en torturas, sus lenguas filosas o el grupo de matones que tenían por detrás. Sino por que meterte con uno, significaba declararle la guerra a los dos.
Dos Slytherin sangre pura, unidos por más que los familiares en común, los traumas, las tradiciones y la amistad.
Ambos jóvenes se habían escapado de clases para hablar, y ahora se encontraban en las afueras de Hogwarts, consternados ante la tormenta que se les avecinaba y la horrible noticia que ese jueves por la mañana llegó en la pata de una lechuza negra.
-Sabrina -Exclamó el chico sosteniéndola por los hombros tratando de calmarla-. Esta hecho, él me llamo y no tengo otra opción.
Un nudo atravesaba la garganta de los dos adolescentes ante la repentina noticia, pues el Señor Oscuro solo llamaría al pequeño Regulus a formar parte de sus filas cuando éste cumpliese la mayoría de edad, sin embargo, por el rumbo que la guerra había tomado, recibiría la marca tenebrosa a sus dieciséis años, recién cumplidos.
- Podríamos escapar -Propuso la rubia desesperada-, tengo una prima que vive en América, fue repudiada. Ella podría hospedarnos y-
- Princesa, sabes que nos encontrarían -Sollozo-. Esta claro lo que vamos a hacer, resistiremos todo lo que sea necesario.
- Estoy asustada príncipe -Lloró la Slytherin mirando a los aguados ojos grises del chico.
- Lo sé, y yo también. Pero haré lo que tenga que hacer para sobrevivir, y debemos ser muy valientes para hacer eso -Exclamó tomando delicadamente el rostro de la rubia que se encontraba sonrosado debido al llanto-. Prométeme que si algo me pasa-
- No Regulus, no me pidas eso -Lo interrumpió.
- Escúchame por favor -La calló-, prométeme, júrame, que si algo me pasa serás fuerte y sobrevivirás.
- No -Negó Sabrina.
- Princesa, júramelo -Rogó-. Te lo suplico, no podría hacer esto sin saber que, pase lo que pase, incluso si yo.. si yo... Necesito que vivas.
