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—Mamá— habló la dulce niña de pelo blanco con unos hermosos ojos azules— ¿Si, _____?— ¿Crees que soy un monstruo?— la pregunta dejó desconcertada a la adulta.
—Por supuesto que no cariño, ¿Por qué preguntas eso?—le preguntó a la niña de ojos azules— porque unos niños en el parque dijeron que parecía un monstruo por mis cuernos... — la madre de la hermosa niña se sintió mal, ¿Cómo los niños pueden ser tan crueles? Tal vez era culpa de los padres por no ponerle límites a los niños, después de todo son niños ¿No?.
—No tienes porque hacerles caso corazón, de seguro no lo dijeron con mala intención— trató de hacerle pensar lo contrario, depsues de todo, lo que no es normal para algunos no tiene porque ser criticado, tal vez para otros debe ser normal, después de todo no todos somos iguales.
—¡¡Sí lo hicieron!! ¡¡Me dijeron muchas cosas feas!!— gritó casi llorando _____, no soportaba que la gente le dijera cosas crueles, solo quería jugar con ellos, ¿Por qué le dijeron cosas tan malas? ¿Acaso era culpa de ella por acercarse?—¿Por qué soy diferente mamá?—No lo eres, esos niños simplemente eran malos, muchas personas lo son, lo mejor es ignorarlos
—Pero... Si los ignoro, ¿No me harán nada?...— preguntó la niña, con duda al no saber lo malo que puede llegar a pasar.
—No te harán nada cielo, ahora ya es tarde, lo mejor es dormir ¿Si?—dejandole un beso en la frente comenzó a dirigirse hacía la puerta— recuerda que mamá te ama mucho, descansa cielo—despues se dispuso a cerrar a la puerta y irse a su habitación para finalmente dormir.
—Tal vez mamá tenga razón... Lo mejor es ignorarlos...—con eso en mente, durmió la inocente niña, sin saber que tal vez y solo tal vez algo pasaría.
