𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄 𝟏𝟗𝟗𝟕 - liskook.

the guitar boy in the balcony

⭒榮 ⟩ welcome to ↴ ࣪៹
𔔀 ͑ ⤿ guitar boy ೃ 🎸 ࣪˖
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Este año finalmente voy a terminar mi carrera y oficialmente presentarme como enfermera. Y como me propuse que este año va a ser mi año, decidí buscar por internet alguna renta baratilla para comenzar a hacer mi vida.

Y terminé con mis maletas en unos apartamentos en Busan, mucho más cerca de mi universidad y bastante lindo, no era un lujo pero lo suficiente como para una sola persona.

Dejé mis maletas a un lado de la puerta y la cerré para finalmente soltar un largo suspiro de alivio. Había sido un viaje largo y mucho más con el tráfico por las tardes, lo bueno era que no había mucho por acomodar y que en cuanto las maletas estuvieran vacías podría salir a comprar comida instantánea e irme a dormir.

Dicho y hecho, cuando terminé de colocar las cuantas prendas que traía en el armario y colocar mi juego de sábanas en la cama me alisté para salir a comprar en la tienda 24hrs que se encontraba en la cuadra de enfrente.

Cruzando la calle cubrí mi pecho con el tapado cuadrillé que me llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, estabamos entrando en la época invernal y el frío ya se sentía por las calles. Empujé la puerta del local e ingresé siendo recibida por el tapete de bienvenida y el cálido aire debido al aire acondicionado en la tienda. Suspiré sintiendo como el frío se alejaba de mi piel.

Directamente busqué el sector de comidas instantáneas y tomé varias de ellas, porqué no un par de chucherías y también algunas bebidas energéticas que necesitaría para futuros parciales.

Cuando creí haberlo tenido todo recordé no haber agarrado el café, y cuando lo busqué con la mirada, ví al café en todo su esplendor, en la cima del estante dónde claramente ni de puntitas de pie llegaría.

Quisé que los mismos demonios me llevarán. Retuve un insulto a los vientos y miré a los costados casi que mordiéndome las uñas, sin encontrar a nadie más que a un chico en las heladeras. Sin otra opción me encaminé hacia él y toqué suavemente su hombro sin intenciones de tomarlo desprevenido. Este volteó hacia mi y me encontré de cara con sus ojos, una sensación cálida se expandió por mi pecho. Me resigné a perderme en sus ojos y decidí comenzar a hablar antes de tornarlo incómodo.

─ Disculpa, pero ¿Podrías ayudarme a alcanzar el café de esa estantería? ─pregunté mientras señalaba la estantería detrás de mi, sintiendo como mi cara se ponía roja de la vergüenza.

El chico alzó su mirada hacia la estantería que señalaba y asintió levemente. Sin decirme ni una sola palabra se encaminó hacia allí conmigo detrás, me sentí pequeña viendo su espalda y hombros anchos. Él tomó el frasco sin mucha dificultad y me lo entregó, lo tomé de sus manos sintiendo por instantes su piel.

─ Muchas gracias. ─murmuré, cabizbaja.

─ No es nada. ─dijo simplemente, y volvió dónde las heladeras sin ser muy hablador. Se sentió algo incómodo, pero al notarlo tan en su mundo supuse que para él realmente no había sido mucho problema.