🍊Spring🐞 [Bullet Train]

Mistletoe

-Durante sus vacaciones en Londres, Ladybug se cruza en el camino de los gemelos Tangerine y Lemon, acabando por unirse a ellos para las festividades, alojándose en el piso de Tangerine. Pero a los pocos días María le encargará una pequeña misión de emergencia, algo simple, recoger y entregar un paquete, aunque con su mala suerte, nada puede ir bien. ¿O sí?-

*Esto necesita una aclaración! Mi pareja está escribiendo el reto de "31 días de Navidad" con esta hermosa y divertida pareja, pero el día 9 (muérdago) se le atravesó un poco, vamos, que no tenía tiempo de hacerlo y me pidió que se lo escribiese yo AL COMPLETO. Es por esto que estoy subiendo este one-shot solitario, porque como lo escribí enterito yo, pues tengo el permiso para hacerlo y de paso le hago algo de promoción. Su cuenta es @bunnygoddess ( en Ao3) por si queréis leer el resto!!!*

Trabajar en vacaciones era lo peor del mundo, sobre todo en Navidad, cuando uno más querría olvidarse del trabajo para imbuirse en la familia, las luces y el espíritu navideño; pero María había llamado, y eso que la mujer había prometido que no iba a molestarle en esos vacaciones, de hecho, ella le había incentivado a tomarlas, pero todo el mundo estaba en alguna misión y aquello era una emergencia, no había más remedio.

Por suerte el trabajo era en el mismísimo Londres, no tendría que desplazarse del lugar, además de ser algo simple, algo rápido. Decidieron así hacer una gran cena en el apartamento de Tangerine para la noche, nunca se sabía si podría ser la última por muy fácil que el trabajo pareciese, por lo que era un buen plan darse un último festín. También habían planeado colocar algunos adornos más, ya que, en opinión de Lemon, el apartamento había quedado demasiado sobrio.

Tangerine estaba concentrado en las guirnaldas, había insistido en que fueran verdes imitando a los abetos, no quería espumillones brillantes y "horteras", unos clásicos con lazos rojos era lo que más se ajustaba a su estilo elegante. Ladybug se ocupaba de las luces, que eran blancas y pequeñas, nada de parpadeos, por supuesto, o alguna clase de "baile" que alterase los nervios de Tangerine. Fue por esto que ninguno se percató del travieso Lemon, el cual se aprovechó de su concentración para llevar a cabo un plan recientemente maquinado.

La cena contrastó luego mucho con la decoración. Todo el apartamento elegantemente ornamentado, incluso unas pocas velas sobre la mesa junto al mantel bordado, para recibir una cena a base de pizzas y hamburguesas, eso sí, la cantidad ingente de patatas fritas había sido colocada sobre una hermosa fuente de porcelana blanca, y las salsas en pequeños cuenquitos de igual calibre. Cualquiera hubiera dicho que, como última cena frente a una posible muerte, habrían pedido la carne más cara del mundo o algo por el estilo, pero hay que reconocer que a veces simplemente se nos antoja la comida más mundana.

Con los partidos del Mundial de Fútbol de fondo, ya que como buenos ingleses Tangerine y Lemon disfrutaban de aquel deporte, en contraste con una suave música instrumental, los tres hombres disfrutaron de aquella cena sin mucha conversación más allá de lo que sucedía en el televisor. Pero lo cierto era que la escena era placentera y cálida para los tres, lo más parecido a una reunión familiar o de amigos que alguno de ellos había tenido en bastante tiempo, tintando sus vidas de tranquilidad y normalidad por un momento.

Tras la cena, mientras los británicos seguían atentos al partido sentados en el sofá, Ladybug colocó los papeles sobre la mesa para inspeccionar la poca información que María le había dado, realmente debía ser muy sencillo si le encargaba algo apenas 12 horas antes. Era una entrega, el americano solamente tenía que recoger un paquete en un punto de la ciudad y llevarlo a otro en menos de 2 horas, el bulto era pequeño así que podía llevarlo en una mochila y los dos puntos estaban estupendamente conectados por el servicio de transporte público, aunque todo sería más fácil ya que Tangerine se había ofrecido a llevarle en su coche. Era coser y cantar, nada podría salir mal, ¿no?