Wake up

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*Almas gemelas AU*

Tener los 5 sentidos funcionando debería ser lo normal, poder ver todos los colores y oler todos los olores, sentir el tacto de las cosas, percibir todos los sabores y oír todos los bellos sonidos de este mundo. Pero esa debe ser la normalidad de otra realidad, porque en este mundo, todos tus sentidos están embotados, atrofiados, hasta el día en que conoces a la persona con la que estás destinada a pasar la vida. Tangerine le preguntó a su madre porqué, ella le dijo que era porque nuestras almas están partidas en dos mitades, cada persona se queda con una mitad, y por eso nuestros sentidos no funcionan correctamente hasta que no la encontramos y completamos nuestras almas.

Pero Tangerine veía la forma en que su padre trataba a su madre, cómo la golpeaba y cómo le hablaba, aquello no podía ser amor, ¿por qué el destino te uniría por toda tu vida a una persona que no te ama, que te daña, que te hace miserable? Cuando Tangerine llegó a casa y vio a su madre muerta sobre el sofá y a su padre en el comedor con la escopeta aún en las manos mientras la sangre escapaba por el agujero de su cabeza... bueno, a los 6 años Tangerine decidió que ver el mundo con un velo gris, que sentir siempre las manos hormigueando, que no percibir la mitad de los sonidos, que solamente poder saborear las cosas medio quemadas y solamente oler las cosas ácidas, no era tan malo. Podía vivir así, aquello era mucho mejor que estar atado eternamente a una persona que le odiase, que estuviera dispuesto a matarle.

Tras conocer a Lemon en su casa de acogida y a su adorable madre, una mujer soltera que vivía al borde de la pobreza pero no dudó en cuidar de él, Tangerine decidió que aquel amor era todo el que necesitaba en la vida, y el único que querría proteger. Pero entonces, cuando tenía 16 años, su segunda madre cayó enferma y Tangerine tuvo que empezar a trabajar para poder cuidar de ella y de Lemon, hasta que un año después, tras sufrir demasiado, la mujer falleció. Ni siquiera esa clase de amor era eterno, ¿cómo podía confiar entonces en el destino si ya le había quitado a dos de las personas más importantes de su vida?

Con sólo 17 años, Tangerine tuvo que huir del que había sido su hogar por once años, su hermano menor Lemon de la mano, teniendo que hacerse cargo de él para que no se lo llevasen los servicios sociales. Convertirse en asesino no fue algo inmediato, al principio simplemente era el chico de los recados de las mafias asentadas en Londres, llevar mensajes, comprarles la comida, vigilar a alguien no peligroso. Luego se convirtió en chofer, ellos le enseñaron a conducir, aprendió de los mejores, por eso Tangerine era el mejor. Finalmente, empezó a hacer los trabajos sucios, pistolas y cuchillos, todos los estilos, y a pesar de que intentó alejar a Lemon de aquel mundo, no pudo evitarlo. Al fin y al cabo, ¿estaba más seguro a su lado, trabajando codo a codo, donde podía cuidar de él, no?

Ahora, a sus 32 años, Tangerine era uno de los mejores del gremio junto a su hermano, habían hecho trabajos bastantes importantes y tenían un nivel de vida con el que nunca habrían soñado de pequeños, pero sus sentidos seguían igual de atrofiados. Claro que ya se había acostumbrado a ello, el mundo estaba bien tal y como era, no había nada malo el un mundo gris, estaba feliz así. ¿Acaso no dicen que no es más feliz él que más tiene si no el que menos necesita? Pues Tangerine no necesitaba colores vivos, ni sabores intensos, ni sonidos hermosos y olores deliciosos, ni siquiera necesitaba saber cómo se sentía realmente el tacto de la gente sin ese constante hormigueo en su piel.

Tangerine caminaba por las vibrantes calles del barrio de Camden, era uno de sus favoritos porque incluso en su mundo gris los colores eran vivos, no necesitaba imaginar lo que se estaba perdiendo, porque aquello que estaba viendo ya era mucho. Observaba las casas, decoradas de forma tan excéntrica, tan única, muy alejado de su piso minimalista e impersonal. En unos días tenía un trabajo y nada le gustaba más que perderse en ese barrio antes de jugarse la vida, ¿no era un mal último recuerdo del hogar, no? Tangerine decidió entrar a uno de los establecimientos de comida para comprar algo que pudiera comer en la calle, usualmente le gustaba ir vestido elegante y comer en restaurantes de categoría, pero cuando acudía a aquel lugar, todo le invitaba a dejar de ser la imagen que había construido.

🍊Spring🐞 [Bullet Train]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora