Recuerdo cuando las noches eran frías y taimadas, un completo deleite para el corazón de los tranquilos y perezosos. Infundiendo el miedo únicamente a través de las infinitas posibilidades que había en aquel hermoso y estrellado cielo.
"Todo era más fácil antes" o "No había tantos problemas como ahora" son afirmaciones hasta cierto punto erróneas. Nuestra mente muchas veces juega con nosotros, siendo la artífice de una gran cantidad de recuerdos incompletos y llenos de baches.
Recuerdas que en una tarde de julio jugaste con tus amigos en la plaza y que en ese momento la felicidad era extremadamente fácil de conseguir, pero lo que tal vez no recuerdes es que esa misma tarde la sopa sabía mal, lo cual era normal, teniendo en cuenta que tu familia no tenía mucho dinero para comprar mejores ingredientes para hacer comida más elaborada.
¿Quien se fija en esas cosas cuando uno es niño? Pensarás. Pero tú te fijaste en eso y fue algo que te afectó de una u otra manera, es solo que no recuerdas esa parte en concreto por qué tú mente tiende a borrar lo que te puede hacer daño.
Tal vez este ejemplo no empate contigo, pero se puede extrapolar a todas las facetas de tu vida. Una de cal y una de arena, siempre hay un recuerdo bueno por cada malo que tengas que experimentar. Pero esa es la ironía de la mente, conforme más queremos defendernos de lo "malo" , nos volvemos más vulnerables ante las inclemencias de la vida.
"¿De que te sirve estar vivo, si no estás listo para disfrutar de las desgracias que inevitablemente llegarán a ti?"
"Prefiero escribir cien palabras llenas de espíritu que diez mil vacías y carentes de vidas" ¿Te suena la frase? Espero que si, me la acabo de inventar y no sabes lo difícil que es, que algo nuevo suene común.
Me gustaría decirte que está serie de elucubraciones tienen algún punto, pero en realidad solo estoy expresando una parte de mis pensamientos diarios, por qué quiero que más personas sientan un poco de lo que yo siento en mi interior todos los días.